Asiáticos y africanos se ubican en albergue humanitario de Metetí
La comida es uno de los puntos más complicados para quienes están viviendo en el centro. Deben recolectar plata para pagarle a la señora que les cocina o depender de lugareños con buena fe.
Durante la visita al albergue, los migrantes expresaron sus preocupaciones y dolencias en Panamá. /Foto Cortesía
Actualmente hay 72 migrantes en el albergue temporal humanitario, en la comunidad de Peñitas, en Metetí, Darién, que están de paso por el país, en su recorrido para llegar a distintos puntos del mundo.
En un desglose ofrecido por la Defensoría del Pueblo de Panamá, se precisa que hay 35 migrantes de India, 11 de Bangladesh, 1 de Venezuela, 2 de Colombia, 1 de Eritrea, 1 de Pakistán, 9 de Ghana, 3 de Guinea, 4 de Sri Lanka y 5 de Cuba.
Según el defensor del pueblo, Alfredo Castillero Hoyos, el recorrido se hizo "con el fin de verificar las condiciones en que se encuentra el mismo (albergue) y comprobar si existe vulneración de derechos humanos".
De igual forma, reconoció que "las autoridades tienen claridad que no deben tratar a estas personas como seres detenidos, sino que hacen lo posible para que su tránsito en los albergues sea lo menos traumático reconocible, pero sigue siendo complejo".
El recorrido en el área del Darién se realizó en conjunto con el defensor del pueblo colombiano, Carlos Alfonso Negret Mosquera.
Se pudo conocer que ambas autoridades fueron a "corroborar la situación de migración y refugio" y la ruta utilizada fue desde La Miel hasta el hito que separa a los dos países.
Así como en Panamá, las autoridades de Colombia abogan por tres principios básicos para los migrantes, que son salud, alimentación y agua.
Pero, periódicamente, el acceso al agua es limitado en el albergue temporal humanitario de Peñitas, al igual que la atención médica solo es primaria y no da para casos como leishmaniasis, la cual posee uno de los recluidos en el lugar.
LuchaEntre las metas de Castillero Hoyos está la creación de un albergue que cumpla con todos los estándares de derechos humanos y que esté ubicado en la misma provincia de Darién.
"Eso no será un imán para la migración, la migración seguirá llegando", puntualizó el defensor panameño.