El Canal: ¿Un imán para las FARC?
Publicado 1999/06/27 23:00:00
- Giovanna OrtÃz / Contacto
Muchos no se lo han preguntado pero: ¿En seis meses culmina la "cuenta regresiva" para que Panamá sea parte en el conflicto armado de Colombia?
A partir del mediodía, hora de Panamá, del 31 de diciembre de este año, se activa el "Tratado de Montería" (ya vigente hace 20 años), que bajo la égida del Estado panameño, permitirá al gobierno de Colombia, transportar por el Canal de Panamá sus tropas, sus naves y materiales de guerra por el Canal sin pagar peaje.
Al mismo tiempo, la armada de EU seguirá surcando hacia los mares por intermedio de la vía acuática, como lo estipula el Tratado de Neutralidad. El derecho que se abroga Estados Unidos con al pacto de Neutralidad, incluye el tránsito "expedito" por el Canal y el derecho a situarse en la "cabeza de la fila", también sin pagar peajes.
Recientes palabras del jefe del Comando Sur confirman la supuesta preocupación en EU, por la seguridad del canal ante eventuales ataques de guerrilla. Eso lo habían anticipado fuentes del periodista Andrés Oppenheimer: "La presencia de... guerrilleros colombianos en la provincia oriental del Darién podrían exponer a éste país a ataques terroristas", escribió.
Dados los privilegios militares EU y Colombia en el Canal, los archienemigos de la guerrilla colombiana, y dadas las preocupaciones exteriorizadas por EU, ante una amenaza armada al Canal surgen preguntas: ¿Esos privilegios hacen del Canal un pasillo de agresión contra la guerrilla? ¿Quedaría Panamá beligerante en el conflicto interno colombiano?
¿PANAMA BELIGERANTE?
"Claro que quedamos en una situación beligerante", respondió el catedrático Miguel Antonio Bernal, cuando se le preguntó si al hacerse efectivo el precitado derecho que Panamá concede a Colombia con el Tratado de Montería, se sitúa a nuestra nación en una postura beligerante con respecto a la confrontación interna que acontece en ese país.
Para el crítico de los Tratados Carter Torrijos, el Tratado de Montería "nos coloca innecesaria e indebidamente a nosotros los panameños, como partícipes de un conflicto interno de Colombia, y nos convierte en un blanco de las partes en conflicto, sean éstas el Ejército colombiano, los paramilitares, o las guerrillas colombianas".
Otro jurista, el doctor Diógenes Arosemena, no considera que el tránsito de los barcos de guerra colombianos bajo los términos del Tratado de Montería, vulneren la neutralidad de Panamá ante conflictos externos a nuestro país. Pero esa postura no lo hizo aminorar sus severas críticas contra el pacto de Montería, que a su criterio debe denunciarse.
Se aclara que el doctor Diógenes Arosemena se ha erigido como un crítico del Tratado de Neutralidad vigente, por considerarlo intervencionista y pactado a perpetuidad.
A Arosemena se le preguntó si considera que las concesiones militares al gobierno colombiano a través del tránsito por el Canal, afectan a Panamá, a lo que el jurista respondió: "Yo creo que no. Panamá está en la obligación de permitir el cruce y el uso del Canal por todos los barcos del mundo estén, o no estén de guerra".
PACTO DE MONTERIA
Bernal hizo patente su oposición al pacto de Montería cuando (en 1980) recibió cortesía de sala en la Sesión de la Asamblea de Representantes de Corregimiento que entonces deliberaron y terminaron aprobando tal tratado con la presión de la Guardia Nacional. Así, la ley No. 2 del 25 de noviembre de 1980 se aprueba el Tratado de Montería.
Ya antes, el 22 de agosto de 1979 el Tratado de Montería había sido suscrito entre los gobiernos de Panamá y Colombia.
Para Miguel Antonio Bernal el Tratado de Montería fue negociado, firmado y ratificado durante la "dictadura militar" de Omar Torrijos y "a espaldas del pueblo panameño", como una "secuela funesta del Tratado de 1977". Se trata, agrega, de un pacto que nos coloca "en una situación desventajosa, riesgosa y de peligro".
Omayra Correa, Olmedo Espino y Harley Mitchell, se cuentan como los únicos tres Representantes de Corregimiento que objetaron la aprobación del pacto de Montería, mientras que los doctores Carlos Ozores, ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Ritter, secretario de la Presidencia de la República, defendieron la entrada en vigencia del mismo.
Tras la aprobación forzada del pacto en una Asamblea de Representantes acordonada por los militares, noticias de la época registraron las palabras del entonces coronel Rubén Darío Paredes, quien dijo que la Guardia salió de su "repliegue" para lograr la aprobación del Tratado de Montería y salvar la imagen internacional del general Omar Torrijos.
Según el entonces coronel Paredes, Omar Torrijos Herrera había empeñado su palabra con el entonces presidente colombiano Alfonso López Michelsen, en el sentido de garantizar los derechos que la República de Colombia recibiera, décadas atrás, en base al Tratado Thompson-Urrutia firmado en 1914.
DEUDA DE EU
Tratadistas develan que el pacto de Montería es resultante de "una deuda" que EU mantenía con Colombia, en razón del Tratado Thompson-Urrutia. Diógenes Arosemena reveló que con el propósito de poner término a las controversias de los acontecimientos relativos a la independencia de Panamá (1903) se firmó el Thompson-Urrutia.
Según Diógenes Arosemena entre Colombia y Estados Unidos se produjeron malas relaciones por la separación panameña de 1903, y por tanto, la potencia norteña quería acallar esa discordia. Por ello, en 1914 aprobó el Tratado Thompson Urrutia, en el que no participó Panamá, "para resolver esa lesión política que le había causado a Colombia".
Con ese pacto, se dictaminó que Colombia gozaría de derechos con respecto al Canal y el ferrocarril, tales como "transportar en todo tiempo por el Canal Interoceánico sus tropas, material de guerra y buques de guerra, aún en caso de guerra entre Colombia y otro país sin pagar ningún derecho a los Estados Unidos".
Carlos B. Pedreschi, escribió hace años que el "Tratado de Montería constituye más una concesión del Gobierno panameño al gobierno norteamericano, que una concesión del gobierno panameño al colombiano", pues Panamá no estaba obligada a otorgar a Colombia los derechos de tránsito sobre el Canal que EU les concedió con el Thompson-Urrutia.
PRIVILEGIOS MILITARES
El artículo III del Tratado de Neutralidad es taxativo en lo relativo al tránsito de las naves de guerra del mundo: "Las naves de guerra y naves auxiliares de todas las naciones tendrán en todo tiempo el derecho de transitar por el Canal, independientemente de su funcionamiento interno...".
Pero otro artículo otorga ventajas a Colombia en el tránsito de su marina armada, como a ningún otro país del mundo, a excepción de EU. En el artículo VI se dispuso que mientras EU tuviese la responsabilidad por el funcionamiento del Canal, podría continuar otorgando a Colombia, libre de peajes, el tránsito por el Canal de sus tropas, naves y materiales de guerra.
Pero el mismo artículo agrega: "Posteriormente la República de Panamá podrá otorgar a las Repúblicas de Colombia y Costa Rica el derecho de tránsito libre de peajes", y así lo hizo cuando se firmó el 22 de agosto de 1979 con Colombia el Tratado de Montería, y con Costa Rica firmó el 2 de febrero de 1980 el Pacto de San José.
De acuerdo al Tratado de Montería, como a partir del 31 de diciembre de 1999, "la regulación del tránsito de buques a través del Canal de Panamá" corresponderá a la República de Panamá, Colombia y Panamá han convenido que a partir de esa fecha Colombia podrá transportar por el Canal sus tropas, sus naves y materiales de guerra sin pagar peajes.
EU INTERVENDRIA
Al jefe del Comando Sur, general Charles Wilhmelm se le atribuye una declaración similar a la que por años han venido haciendo representantes diplomáticos de EU en Panamá, sobre su derecho de intervención militar para salvaguardar la seguridad del Canal. A tal presunto derecho se le suman privilegios de tránsito militar expedito por el Canal.
¿Los privilegios militares concedidos a EU y a Colombia ponen en peligro a la vía acuática con respecto a fuerzas guerrilleras colombianas? En recientes declaraciones ante el sub comité de relaciones del Senados, el Jefe del Comando Sur, Cahrles E. Wilhelm elogió los esfuerzos represivos de Colombia contra las guerrillas.
El general se mostró optimista de que las Fuerzas Armadas colombianas, que han sido criticadas por su incapacidad de controlar a las guerrillas, puedan prevalecer en el conflicto, y en tal dirección citó planes de Colombia de alistar 15 mil militares adicionales por año durante un periodo de tres años.
Recientemente, y tras hacer notar la incapacidad de las fuerzas locales panameñas para repeler la amenaza que representan las FARC, y el notable aumento del narcotráfico en las "áreas alrededor del canal", el general Charles Wilhelm, jefe del Comando Sur habló de las responsabilidades que tienen Panamá y EU, de conformidad con el Tratado de Neutralidad.
"...es nuestra responsabilidad de acuerdo con el Tratado de Neutralidad y sabemos que tenemos la obligación de intervenir, lo mismo en cooperación con los panameños, o unilateralmente, si las condiciones así lo dictan, de modo que estamos dirigiendo planes de contingencia con tal fin", fueron las retumbantes declaraciones del general.
EU CONTRA LAS FARC
El líder de las FARC, Raúl Reyes, dijo en recientes declaraciones a TVN, que "es completamente falso que las FARC vayan a intervenir con acciones armadas en un territorio como la hermana República de Panamá" y a la vez culpó al Pentágono por las versiones de que las FARC haya estado incursionando por la frontera de Panamá.
Tales versiones, a su criterio, son una "campaña perversa y muy peligrosa estimulada por agentes de la inteligencia norteamericana particularmente del Pentágono donde buscan vincular a los pueblos vecinos de Colombia a una guerra que no les pertenece porque lo que hay en Colombia es un conflicto interno que debemos resolver los colombianos".
Pero esa no es una postura compartida por el jefe del Comando Sur, quien habló de "una de las primeras manifestaciones que hemos visto de la incapacidad de Panamá para proteger la soberanía de sus fronteras han sido las repetidas incursiones de las guerrillas de las FARC en la provincia sureña de Darién".
EU Y COLOMBIA
Un connotado torrijista, Marcel Salamín, propuso al gobierno de Colombia, (que ejercerá sus privilegios militares en el Canal con el Tratado de Montería) que se adhiera al pacto de Neutralidad, para garantizar que ninguno de los actores del conflicto interno que vive ese país, desarrolle acciones bélicas en territorio panameño.
Esta postura fue criticada por el especialista en temas del canal, Diógenes Arosemena, quien refutó que tal propuesta puede interesar al doctor Salamín por "su vinculación personal con Torrijos", e hizo notar que tal idea de sugerir a Colombia que se suscriba al protocolo de ese Tratado "a perpetuidad e intervencionista" es un "desatino".
Quedan preguntas: ¿Si Colombia se adhiere al Protocolo de Neutralidad, avalaría el uso de la fuerza militar de EU en Panamá, como está escrito en el pacto de Neutralidad? ¿Avalaría la posibilidad de que EU y Panamá concertaran acuerdos o arreglos para establecer bases militares después del 2000, como también está escrito en el Tratado de Neutralidad?
En recientes declaraciones el canciller colombiano, Guillermo Fernández, dejó en la sombra a los dos Tratados donde se incluyen privilegios militares a Colombia en el Canal (Tratados de Neutralidad y de Montería), pero sí optó por defender la "integridad" del Tratado Torrijos Carter en lo que al término de la presencia militar en Panamá se refiere.
"En lo que tiene que ver con la presencia militar de los Estados Unidos en un tema que está definido en un Tratado, el Torrijos Carter, y lo que el gobierno de Colombia desea es que la integridad de este tratado se preserve", manifestó el titular de la cancillería colombiana, en declaraciones a la agencia Reuters.
Implícitamente, la integridad de ese Tratado también fue exaltada en 1996 por el canciller panameño, Ricardo Alberto Arias, cuando dijo en Bogotá que "las bases militares saldrán de Panamá" y que esa era una "determinación del gobierno". Pero el canciller también habló de los "derechos" de Colombia en "la Zona del Canal".
"El gobierno de Panamá aseguró que los derechos de Colombia en la Zona del Canal están garantizados", fue lo que citó un despacho de AFP, cuando recogía las declaraciones de Ricardo Alberto Arias, en Bogotá. En el despacho se mencionaba que "los antecedentes de este reconocimiento a Colombia están en el Tratado de Montería".
MONTERIA CONTRA NEUTRALIDAD
Según Miguel Antonio Bernal, éste Tratado de Montería debe ser "denunciado por nulo, y debe ser objeto de una urgente negociación con el gobierno colombiano para nulificarlo porque de otra manera esto va a ser causa de muchos conflictos". En esa dirección también habló Diógenes Arosemena: "El Tratado de Montería debe eventualmente denunciarse".
Según Bernal, para que Panamá se encamine hacia una "verdadera" neutralidad, debe definir los puntos cardinales de una política exterior, para dotarnos de una personalidad internacional y de esa manera manejarnos "con una actitud digna en todo lo que se refiere a la conducción de las relaciones exteriores".
Según el jurista, Panamá tiene que "iniciar una neutralización absoluta y total de todo el territorio nacional, de manera tal que desde esa posición, podamos caminar por el sendero de la cooperación en todo sentido, con todos los países, sin favoritismos y sobretodo sin sometimiento que es a lo que nos conducen los Tratados de Montería y de San José".
¿Vulnera el Tratado de Montería lo que debiera ser una "verdadera" neutralidad (como dice Bernal) en Panamá? El doctor Carlos Bolívar Pedreschi llegó a escribir que sí. Para su concepto, tal pacto "afecta" la "institución de la neutralidad", pues como se sabe, "la neutralidad del Canal se proyecta en dos direcciones: en lo económico y en lo militar".
Según Pedreschi, "para que la neutralidad del Canal sea tal, debe serla en los dos sentidos ya expuestos, y por ello debe significar igualdad de todos los usuarios del Canal en lo económico, e igualdad de todos los usuarios también en lo militar", por lo que el Tratado de Montería es "doblemente violatorio del principio de neutralidad".
A partir del mediodía, hora de Panamá, del 31 de diciembre de este año, se activa el "Tratado de Montería" (ya vigente hace 20 años), que bajo la égida del Estado panameño, permitirá al gobierno de Colombia, transportar por el Canal de Panamá sus tropas, sus naves y materiales de guerra por el Canal sin pagar peaje.
Al mismo tiempo, la armada de EU seguirá surcando hacia los mares por intermedio de la vía acuática, como lo estipula el Tratado de Neutralidad. El derecho que se abroga Estados Unidos con al pacto de Neutralidad, incluye el tránsito "expedito" por el Canal y el derecho a situarse en la "cabeza de la fila", también sin pagar peajes.
Recientes palabras del jefe del Comando Sur confirman la supuesta preocupación en EU, por la seguridad del canal ante eventuales ataques de guerrilla. Eso lo habían anticipado fuentes del periodista Andrés Oppenheimer: "La presencia de... guerrilleros colombianos en la provincia oriental del Darién podrían exponer a éste país a ataques terroristas", escribió.
Dados los privilegios militares EU y Colombia en el Canal, los archienemigos de la guerrilla colombiana, y dadas las preocupaciones exteriorizadas por EU, ante una amenaza armada al Canal surgen preguntas: ¿Esos privilegios hacen del Canal un pasillo de agresión contra la guerrilla? ¿Quedaría Panamá beligerante en el conflicto interno colombiano?
¿PANAMA BELIGERANTE?
"Claro que quedamos en una situación beligerante", respondió el catedrático Miguel Antonio Bernal, cuando se le preguntó si al hacerse efectivo el precitado derecho que Panamá concede a Colombia con el Tratado de Montería, se sitúa a nuestra nación en una postura beligerante con respecto a la confrontación interna que acontece en ese país.
Para el crítico de los Tratados Carter Torrijos, el Tratado de Montería "nos coloca innecesaria e indebidamente a nosotros los panameños, como partícipes de un conflicto interno de Colombia, y nos convierte en un blanco de las partes en conflicto, sean éstas el Ejército colombiano, los paramilitares, o las guerrillas colombianas".
Otro jurista, el doctor Diógenes Arosemena, no considera que el tránsito de los barcos de guerra colombianos bajo los términos del Tratado de Montería, vulneren la neutralidad de Panamá ante conflictos externos a nuestro país. Pero esa postura no lo hizo aminorar sus severas críticas contra el pacto de Montería, que a su criterio debe denunciarse.
Se aclara que el doctor Diógenes Arosemena se ha erigido como un crítico del Tratado de Neutralidad vigente, por considerarlo intervencionista y pactado a perpetuidad.
A Arosemena se le preguntó si considera que las concesiones militares al gobierno colombiano a través del tránsito por el Canal, afectan a Panamá, a lo que el jurista respondió: "Yo creo que no. Panamá está en la obligación de permitir el cruce y el uso del Canal por todos los barcos del mundo estén, o no estén de guerra".
PACTO DE MONTERIA
Bernal hizo patente su oposición al pacto de Montería cuando (en 1980) recibió cortesía de sala en la Sesión de la Asamblea de Representantes de Corregimiento que entonces deliberaron y terminaron aprobando tal tratado con la presión de la Guardia Nacional. Así, la ley No. 2 del 25 de noviembre de 1980 se aprueba el Tratado de Montería.
Ya antes, el 22 de agosto de 1979 el Tratado de Montería había sido suscrito entre los gobiernos de Panamá y Colombia.
Para Miguel Antonio Bernal el Tratado de Montería fue negociado, firmado y ratificado durante la "dictadura militar" de Omar Torrijos y "a espaldas del pueblo panameño", como una "secuela funesta del Tratado de 1977". Se trata, agrega, de un pacto que nos coloca "en una situación desventajosa, riesgosa y de peligro".
Omayra Correa, Olmedo Espino y Harley Mitchell, se cuentan como los únicos tres Representantes de Corregimiento que objetaron la aprobación del pacto de Montería, mientras que los doctores Carlos Ozores, ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Ritter, secretario de la Presidencia de la República, defendieron la entrada en vigencia del mismo.
Tras la aprobación forzada del pacto en una Asamblea de Representantes acordonada por los militares, noticias de la época registraron las palabras del entonces coronel Rubén Darío Paredes, quien dijo que la Guardia salió de su "repliegue" para lograr la aprobación del Tratado de Montería y salvar la imagen internacional del general Omar Torrijos.
Según el entonces coronel Paredes, Omar Torrijos Herrera había empeñado su palabra con el entonces presidente colombiano Alfonso López Michelsen, en el sentido de garantizar los derechos que la República de Colombia recibiera, décadas atrás, en base al Tratado Thompson-Urrutia firmado en 1914.
DEUDA DE EU
Tratadistas develan que el pacto de Montería es resultante de "una deuda" que EU mantenía con Colombia, en razón del Tratado Thompson-Urrutia. Diógenes Arosemena reveló que con el propósito de poner término a las controversias de los acontecimientos relativos a la independencia de Panamá (1903) se firmó el Thompson-Urrutia.
Según Diógenes Arosemena entre Colombia y Estados Unidos se produjeron malas relaciones por la separación panameña de 1903, y por tanto, la potencia norteña quería acallar esa discordia. Por ello, en 1914 aprobó el Tratado Thompson Urrutia, en el que no participó Panamá, "para resolver esa lesión política que le había causado a Colombia".
Con ese pacto, se dictaminó que Colombia gozaría de derechos con respecto al Canal y el ferrocarril, tales como "transportar en todo tiempo por el Canal Interoceánico sus tropas, material de guerra y buques de guerra, aún en caso de guerra entre Colombia y otro país sin pagar ningún derecho a los Estados Unidos".
Carlos B. Pedreschi, escribió hace años que el "Tratado de Montería constituye más una concesión del Gobierno panameño al gobierno norteamericano, que una concesión del gobierno panameño al colombiano", pues Panamá no estaba obligada a otorgar a Colombia los derechos de tránsito sobre el Canal que EU les concedió con el Thompson-Urrutia.
PRIVILEGIOS MILITARES
El artículo III del Tratado de Neutralidad es taxativo en lo relativo al tránsito de las naves de guerra del mundo: "Las naves de guerra y naves auxiliares de todas las naciones tendrán en todo tiempo el derecho de transitar por el Canal, independientemente de su funcionamiento interno...".
Pero otro artículo otorga ventajas a Colombia en el tránsito de su marina armada, como a ningún otro país del mundo, a excepción de EU. En el artículo VI se dispuso que mientras EU tuviese la responsabilidad por el funcionamiento del Canal, podría continuar otorgando a Colombia, libre de peajes, el tránsito por el Canal de sus tropas, naves y materiales de guerra.
Pero el mismo artículo agrega: "Posteriormente la República de Panamá podrá otorgar a las Repúblicas de Colombia y Costa Rica el derecho de tránsito libre de peajes", y así lo hizo cuando se firmó el 22 de agosto de 1979 con Colombia el Tratado de Montería, y con Costa Rica firmó el 2 de febrero de 1980 el Pacto de San José.
De acuerdo al Tratado de Montería, como a partir del 31 de diciembre de 1999, "la regulación del tránsito de buques a través del Canal de Panamá" corresponderá a la República de Panamá, Colombia y Panamá han convenido que a partir de esa fecha Colombia podrá transportar por el Canal sus tropas, sus naves y materiales de guerra sin pagar peajes.
EU INTERVENDRIA
Al jefe del Comando Sur, general Charles Wilhmelm se le atribuye una declaración similar a la que por años han venido haciendo representantes diplomáticos de EU en Panamá, sobre su derecho de intervención militar para salvaguardar la seguridad del Canal. A tal presunto derecho se le suman privilegios de tránsito militar expedito por el Canal.
¿Los privilegios militares concedidos a EU y a Colombia ponen en peligro a la vía acuática con respecto a fuerzas guerrilleras colombianas? En recientes declaraciones ante el sub comité de relaciones del Senados, el Jefe del Comando Sur, Cahrles E. Wilhelm elogió los esfuerzos represivos de Colombia contra las guerrillas.
El general se mostró optimista de que las Fuerzas Armadas colombianas, que han sido criticadas por su incapacidad de controlar a las guerrillas, puedan prevalecer en el conflicto, y en tal dirección citó planes de Colombia de alistar 15 mil militares adicionales por año durante un periodo de tres años.
Recientemente, y tras hacer notar la incapacidad de las fuerzas locales panameñas para repeler la amenaza que representan las FARC, y el notable aumento del narcotráfico en las "áreas alrededor del canal", el general Charles Wilhelm, jefe del Comando Sur habló de las responsabilidades que tienen Panamá y EU, de conformidad con el Tratado de Neutralidad.
"...es nuestra responsabilidad de acuerdo con el Tratado de Neutralidad y sabemos que tenemos la obligación de intervenir, lo mismo en cooperación con los panameños, o unilateralmente, si las condiciones así lo dictan, de modo que estamos dirigiendo planes de contingencia con tal fin", fueron las retumbantes declaraciones del general.
EU CONTRA LAS FARC
El líder de las FARC, Raúl Reyes, dijo en recientes declaraciones a TVN, que "es completamente falso que las FARC vayan a intervenir con acciones armadas en un territorio como la hermana República de Panamá" y a la vez culpó al Pentágono por las versiones de que las FARC haya estado incursionando por la frontera de Panamá.
Tales versiones, a su criterio, son una "campaña perversa y muy peligrosa estimulada por agentes de la inteligencia norteamericana particularmente del Pentágono donde buscan vincular a los pueblos vecinos de Colombia a una guerra que no les pertenece porque lo que hay en Colombia es un conflicto interno que debemos resolver los colombianos".
Pero esa no es una postura compartida por el jefe del Comando Sur, quien habló de "una de las primeras manifestaciones que hemos visto de la incapacidad de Panamá para proteger la soberanía de sus fronteras han sido las repetidas incursiones de las guerrillas de las FARC en la provincia sureña de Darién".
EU Y COLOMBIA
Un connotado torrijista, Marcel Salamín, propuso al gobierno de Colombia, (que ejercerá sus privilegios militares en el Canal con el Tratado de Montería) que se adhiera al pacto de Neutralidad, para garantizar que ninguno de los actores del conflicto interno que vive ese país, desarrolle acciones bélicas en territorio panameño.
Esta postura fue criticada por el especialista en temas del canal, Diógenes Arosemena, quien refutó que tal propuesta puede interesar al doctor Salamín por "su vinculación personal con Torrijos", e hizo notar que tal idea de sugerir a Colombia que se suscriba al protocolo de ese Tratado "a perpetuidad e intervencionista" es un "desatino".
Quedan preguntas: ¿Si Colombia se adhiere al Protocolo de Neutralidad, avalaría el uso de la fuerza militar de EU en Panamá, como está escrito en el pacto de Neutralidad? ¿Avalaría la posibilidad de que EU y Panamá concertaran acuerdos o arreglos para establecer bases militares después del 2000, como también está escrito en el Tratado de Neutralidad?
En recientes declaraciones el canciller colombiano, Guillermo Fernández, dejó en la sombra a los dos Tratados donde se incluyen privilegios militares a Colombia en el Canal (Tratados de Neutralidad y de Montería), pero sí optó por defender la "integridad" del Tratado Torrijos Carter en lo que al término de la presencia militar en Panamá se refiere.
"En lo que tiene que ver con la presencia militar de los Estados Unidos en un tema que está definido en un Tratado, el Torrijos Carter, y lo que el gobierno de Colombia desea es que la integridad de este tratado se preserve", manifestó el titular de la cancillería colombiana, en declaraciones a la agencia Reuters.
Implícitamente, la integridad de ese Tratado también fue exaltada en 1996 por el canciller panameño, Ricardo Alberto Arias, cuando dijo en Bogotá que "las bases militares saldrán de Panamá" y que esa era una "determinación del gobierno". Pero el canciller también habló de los "derechos" de Colombia en "la Zona del Canal".
"El gobierno de Panamá aseguró que los derechos de Colombia en la Zona del Canal están garantizados", fue lo que citó un despacho de AFP, cuando recogía las declaraciones de Ricardo Alberto Arias, en Bogotá. En el despacho se mencionaba que "los antecedentes de este reconocimiento a Colombia están en el Tratado de Montería".
MONTERIA CONTRA NEUTRALIDAD
Según Miguel Antonio Bernal, éste Tratado de Montería debe ser "denunciado por nulo, y debe ser objeto de una urgente negociación con el gobierno colombiano para nulificarlo porque de otra manera esto va a ser causa de muchos conflictos". En esa dirección también habló Diógenes Arosemena: "El Tratado de Montería debe eventualmente denunciarse".
Según Bernal, para que Panamá se encamine hacia una "verdadera" neutralidad, debe definir los puntos cardinales de una política exterior, para dotarnos de una personalidad internacional y de esa manera manejarnos "con una actitud digna en todo lo que se refiere a la conducción de las relaciones exteriores".
Según el jurista, Panamá tiene que "iniciar una neutralización absoluta y total de todo el territorio nacional, de manera tal que desde esa posición, podamos caminar por el sendero de la cooperación en todo sentido, con todos los países, sin favoritismos y sobretodo sin sometimiento que es a lo que nos conducen los Tratados de Montería y de San José".
¿Vulnera el Tratado de Montería lo que debiera ser una "verdadera" neutralidad (como dice Bernal) en Panamá? El doctor Carlos Bolívar Pedreschi llegó a escribir que sí. Para su concepto, tal pacto "afecta" la "institución de la neutralidad", pues como se sabe, "la neutralidad del Canal se proyecta en dos direcciones: en lo económico y en lo militar".
Según Pedreschi, "para que la neutralidad del Canal sea tal, debe serla en los dos sentidos ya expuestos, y por ello debe significar igualdad de todos los usuarios del Canal en lo económico, e igualdad de todos los usuarios también en lo militar", por lo que el Tratado de Montería es "doblemente violatorio del principio de neutralidad".
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