En las entrañas del Canal de Panamá

Pareciera un camino hecho para que transitaran gigantes. Una barcaza parece un "barquito de papel" en las esclusas del Canal de Panamá, donde el paso regular lo realizan buques enormes como los Panamax.
Pero qué hay debajo de toda esa agua que corre entre canales y a través de las compuertas. Sin lugar a dudas es una aventura fascinante visitar las entrañas de una de las 7 Maravillas de la Ingeniería del Mundo Moderno.
Y es que mover de 457 a 800 toneladas no es tarea fácil, y esta es la labor que realiza el Departamento de Reacondicionamiento de las esclusas del Canal de Panamá cuando tienen que d-arle mantenimiento a las enormes compuertas.
Parece exagerado, pero todo inicia con un período de preparación que puede durar dos años. Esto, con el propósito de avisarle a los clientes sobre los trabajos que se realizarán en el Canal y no interferir en sus funciones.
Cada año, entre cuatro y seis compuertas de las diferentes esclusas son removidas por grúas coordinadas por un grupo de 300 trabajadores.
Aquí la dedicación y disciplina juegan un papel muy importante. Estas son transportadas por agua hasta la división de Astilleros ubicada en Punta Esperanza, Colón.
De acuerdo con el ingeniero Fernando Sucre, encargado del reacondicionamiento de las esclusas, uno de los objetivos que persiguen es mitigar la corrosión causada por el agua (dulce o salada); así como determinar las áreas estructurales que serán reemplazadas junto con otras partes vitales.
Estos trabajos pueden durar siete días, mientras los barcos continúan su travesía por las vías adyacentes.
Colocadas debajo de toldas se da inicio a la primera etapa que consiste en la apertura de huecos de ventilación y remoción de pintura, así como de la rótula superior, los sellos laterales, las defensas de madera y los sellos de caucho omega.
Después se procede a los trabajos de alineamiento y medición de las compuertas.
Una vez completado el 90% de la aplicación interior de pintura se sueldan 52 aberturas de ventilación por compuerta, que antes son cortadas.
Al terminar los trabajos de pintura, se instalan los nuevos sellos de caucho, las defensas de madera, la protección catódica externa e interna y se sella completamente la compuerta.
Pero, el mantenimiento no sólo se da a las compuertas. En la Cámara Seca, debajo de la lluvia o de los intensos rayos solares, se realizan reparaciones de filtraciones en las paredes y se ajustan las medidas de los platos, para finalmente instalar la compuerta.
Según el ingeniero Fernando Sucre, encargado del reacondicionamiento de las esclusas, las compuertas tienen diferentes alturas dependiendo del sitio donde están localizadas.
En el Canal hay un total de 90 compuertas. Las más altas son la de Miraflores que son de 82 pies de alto, después siguen las de 79 pies que su mayoría están en las esclusas de Pedro Miguel.
Las de 77 pies 10 pulgadas se encuentran en las esclusas de Gatún en el nivel inferior. Le siguen las de 77 pies de alto ubicadas en diferentes lugares en Miraflores y en el nivel superior de Gatún.
También hay de 54 pies 8 pulgadas que se encuentran en las entradas que están protegiendo el lado Gatún, en la entrada Norte de las esclusas de Pedro Miguel y en la entrada sur de las esclusas de Gatún.
Las de 47 pies se encuentran en el lago de Miraflores, en el extremo sur y norte de Pedro Miguel.
Algunos componentes de la compuerta son rótula inferior, platos, bolas de 24 pulgadas de diámetro, umbral, punto de inglete, yugo.
En el 2005, los costos del programa de reacondicionamiento fueron de 5 millones.
Los trabajos de mantenimiento de una de las compuertas se hacen cada 20 años.
Los materiales de los que se componen las compuertas fueron traídos y ensamblados en el mismo lugar.
La grúa Titán, que tiene una capacidad de levantamiento de 350 toneladas, puede mover estas pesadas estructuras gracias a que tienen compartimientos en la parte inferior que les permite flotar en el agua para ser transportadas por vía acuática.