Fallas telúricas cerca del Canal
Publicado 1999/10/19 23:00:00
- Tomado de Internet
Desde hace cuatro años se está desarrollando un programa de evaluación de todas las estructuras del Canal, lo que incluye un plan permanente de mantenimiento preventivo para mantenerlas en un nivel óptimo, explicó el ingeniero Antonio Abrego, del Departamento de Geotecnia de la Comisión del Canal.
Sostuvo que los estudios geológicos realizados en el área del Canal señalan la existencia de pequeñas fallas locales, de las cuales muchas se encuentran inactivas, pero que la más importante es el Cinturón del Norte de Panamá, que cruza a 50 kilómetros de la ciudad de Colón.
Los movimientos en esta región se producen debido a que la Placa del Caribe choca e intenta meterse debajo de la de Panamá y eso provoca pequeños temblores en áreas de la Comarca Kuna Yala sentidos con cierta frecuencia.
En las esclusas hay sistemas alternativos para manejar situaciones de crisis, ya sea por el aumento inusitado del volumen de agua o por daños que puedan impedir la apertura de válvulas o compuertas en un momento determinado.
Afirmó que en el caso del Corte Culebra existe un proceso de monitoreo permanente en toda su extensión ante posibles deslizamientos y que con los trabajos de ensanche los diseños de los taludes han tomado en cuenta movimientos imprevistos en condiciones críticas.
Planteó que en este sector, además de los posible temblores, se toman en cuenta los posibles deslizamientos a raíz de las constantes lluvias que se registran en el área, especialmente en los meses de la estación lluviosa.
Reveló que las lluvias intensas reblandecen las laderas del Corte Culebra y producen la caída de importantes cantidades de tierra en la ruta que deben seguir las embarcaciones que lo cruzan en ambos sentidos.
Aseguró que el 8 de octubre de 1913, durante la construcción de la franja canalera, se registró un sismo que afectó el Canal y ninguna de la estructuras sufrió daños. Esto demuestra un margen de seguridad para enfrentar situaciones críticas.
Sostuvo que en el reporte enviado por el Coronel George W. Goethals al entonces Presidente de los Estados Unidos, Theodoro Roosevelt, se dejó sentado que las estructuras del Canal habían pasado con éxito el sismo, sin registrar ningún daño.
Panamá fue el primer país del Hemisferio Occidental en contar con un simógrafo, que fue instalado por la Compañía Universal del Canal en el año de 1882 y que registró el terremoto suscitado en la Comarca Kuna Yala el 7 de septiembre de ese mismo año.
Según documentos de la Comisión del Canal, a comienzos de siglo la Compañía del Canal de Panamá instaló en el edificio de la Administración, en Balboa, una estación sismológica que funcionó de manera ininterrumpida hasta el año de 1976, que fue cerrada por problemas presupuestarios del gobierno norteamericano.
Para el año de 1983, la Universidad de Panamá recibió, en calidad de donación, los antiguos equipos de la estación de Balboa y los reinstaló con la ayuda del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) en la Colina Universitaria.
En la actualidad, la red sismológica cuenta con 11 estaciones distribuidas en la Universidad de Panamá, en la presa de Fortuna, otra en David, Chiriquí; en Changuinola, Bocas del Toro; Puerto Armuelles, Chiriquí; Las Tablas, Los Santos; Campana, Panamá; Lagartería, Panamá, Sierra Llorona, Colón; Bayano, Panamá e Ipetí, Panamá.
Sin embargo, el director del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, Eduardo Camacho, sostuvo que la cobertura de la red es bastante precaria debido a la escasez de recursos económicos para poder extender las labores de monitoreo a todo el territorio nacional.
Estimó que, desafortunadamente, la cobertura de la red sismológica es muy pobre. Aseguró que se puede determinar la latitud, longitud, profundidad y lugar de origen de los sismos, pero que cuando se necesita realizar trabajos más sofisticados no existen los aparatos necesarios para ejecutarlos.
Para Camacho, es necesario extender el número de estaciones a por lo menos 22 o 25 y que la inversión sería por el orden de unos B/. 200,000 a B/. 300,000, pero que no existe conciencia por parte de las autoridades para atender esta necesidad.
Consideró que existe una percepción en la comunidad y en las autoridades de que no hay peligro de la ocurrencia de un terremoto de gran magnitud, si bien los estudios señalan que esto es cada vez más posible.
"Aquí no estamos acostumbrados a sentir o hablar de temblores fuertes; casi siempre vemos en las noticias reportes sobre desastres en otros países y se piensa que aquí eso no es posible, pero existe un gran riesgo que un evento serio ocurra en los próximos años", planteó.
MEJORAS EN EL CANAL
La Comisión del Canal adelanta un programa de inversiones de aproximadamente unos B/.100 millones para mejorar y modernizar el Canal y garantizar que la vía acuática esté preparada para atender la demanda del tráfico y la calidad del servicio a largo plazo.
El programa de modernización y mejoramiento se fundamenta en el trabajo de un comité binacional de ingenieros, con el apoyo de la administración del Canal, para realizar un estudio de las necesidades.
Para el año 2,005 se espera la terminación del programa de modernización y mejoras con el aumento de la capacidad de tránsito en un 20% y aumento sustancial en sus niveles de seguridad para las naves que utilizan la vía.
Entre estas mejoras se incluyen la instalación de nuevos sistemas hidráulicos para operar la maquinaria móvil de las compuertas de las esclusas.
Los nuevos sistemas reemplazarán las unidades mecánicas que actualmente abren y cierran la compuertas de las esclusas e incluirían la instalación de motor doble dentro del sistema que permitiría que si uno falla, el otro motor es suficiente para operar las compuertas de manera temporal.
La Comisión del Canal también analiza la posibilidad de realizar nuevos proyectos de embalses en áreas de la provincias de Panamá, Colón y Coclé, las que requerirían la ejecución de nuevos estudios de la sismicidad de los suelos en donde se vayan a efectuar y de la resistencia que las nuevas presas deban tener.
También se incluye la instalación de un moderno sistema de comunicación por fibra óptica, que puede transportar mayor cantidad de información y no se ve afectado por la acción de relámpagos durante las tormentas tropicales.
Estos proyectos se enmarcan dentro de la ampliación de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá para aumentar el suministro de agua a la vía interoceánica y que debe ponerse en ejecución para mantener su competitividad.
Las mejoras abarcan el ensanche del Corte Culebra de sus actuales 152 metros a mínimo de 692 metros en las rectas y 222.5 metros en las curvas. Es en esta área del Canal en donde ocurre la mayor parte de los derrumbes por causa de las lluvias y eventuales movimientos del terreno.
Para la construcción del Corte Culebra fue necesario rebanar el Cerrro Contratista, que originalmente tenía una altura de 123 metros, pero se redujo a 111 metros y con el nuevo ensanche se reducirá a 29 metros.
Estos trabajos incluyen el monitoreo permanente de posibles movimientos telúricos en la zona que puedan provocar eventuales derrumbes.
El programa de ensanche se inició en enero de 1992 y se calcula que será necesario remover 22.3 millones de metros cúbicos de material y que deberán ser realizados mediante la adjudicación de 18 contratos por separado.
Los tramos en el Corte Culebra tienen la intención de permitir la circulación de barcos tamaño Panamax en ambos sentidos y con ello se espera aumentar en un cuarta parte el número de tránsitos.
ESTIMACIONES EN CASO DE SISMO
Miles de víctimas, y entre 10 y 200 millones de balboas en pérdidas económicas podría ocasionar un terremoto que está pronosticado para ocurrir en Panamá en los siguientes 50 años, reveló un estudio realizado en noviembre del año pasado por científicos de Centroamérica, China y Suecia.
Según el estudio, las ciudades de Panamá, David y Puerto Armuelles sufrirían más destrozos con el terremoto, que podría alcanzar entre 6.5 y 7.5 grados en la escala Richter.
El Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá confirmaron la existencia del estudio que señala como posible área del terremoto la región fronteriza entre Panamá y Costa Rica y cuya magnitud afectaría gravemente la ciudad de Panamá.
El ingeniero Jaime Toral del Instituto de Geociencias y quien participó en el estudio, explicó, durante entrevista que le hiciera
Sostuvo que los estudios geológicos realizados en el área del Canal señalan la existencia de pequeñas fallas locales, de las cuales muchas se encuentran inactivas, pero que la más importante es el Cinturón del Norte de Panamá, que cruza a 50 kilómetros de la ciudad de Colón.
Los movimientos en esta región se producen debido a que la Placa del Caribe choca e intenta meterse debajo de la de Panamá y eso provoca pequeños temblores en áreas de la Comarca Kuna Yala sentidos con cierta frecuencia.
En las esclusas hay sistemas alternativos para manejar situaciones de crisis, ya sea por el aumento inusitado del volumen de agua o por daños que puedan impedir la apertura de válvulas o compuertas en un momento determinado.
Afirmó que en el caso del Corte Culebra existe un proceso de monitoreo permanente en toda su extensión ante posibles deslizamientos y que con los trabajos de ensanche los diseños de los taludes han tomado en cuenta movimientos imprevistos en condiciones críticas.
Planteó que en este sector, además de los posible temblores, se toman en cuenta los posibles deslizamientos a raíz de las constantes lluvias que se registran en el área, especialmente en los meses de la estación lluviosa.
Reveló que las lluvias intensas reblandecen las laderas del Corte Culebra y producen la caída de importantes cantidades de tierra en la ruta que deben seguir las embarcaciones que lo cruzan en ambos sentidos.
Aseguró que el 8 de octubre de 1913, durante la construcción de la franja canalera, se registró un sismo que afectó el Canal y ninguna de la estructuras sufrió daños. Esto demuestra un margen de seguridad para enfrentar situaciones críticas.
Sostuvo que en el reporte enviado por el Coronel George W. Goethals al entonces Presidente de los Estados Unidos, Theodoro Roosevelt, se dejó sentado que las estructuras del Canal habían pasado con éxito el sismo, sin registrar ningún daño.
Panamá fue el primer país del Hemisferio Occidental en contar con un simógrafo, que fue instalado por la Compañía Universal del Canal en el año de 1882 y que registró el terremoto suscitado en la Comarca Kuna Yala el 7 de septiembre de ese mismo año.
Según documentos de la Comisión del Canal, a comienzos de siglo la Compañía del Canal de Panamá instaló en el edificio de la Administración, en Balboa, una estación sismológica que funcionó de manera ininterrumpida hasta el año de 1976, que fue cerrada por problemas presupuestarios del gobierno norteamericano.
Para el año de 1983, la Universidad de Panamá recibió, en calidad de donación, los antiguos equipos de la estación de Balboa y los reinstaló con la ayuda del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) en la Colina Universitaria.
En la actualidad, la red sismológica cuenta con 11 estaciones distribuidas en la Universidad de Panamá, en la presa de Fortuna, otra en David, Chiriquí; en Changuinola, Bocas del Toro; Puerto Armuelles, Chiriquí; Las Tablas, Los Santos; Campana, Panamá; Lagartería, Panamá, Sierra Llorona, Colón; Bayano, Panamá e Ipetí, Panamá.
Sin embargo, el director del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, Eduardo Camacho, sostuvo que la cobertura de la red es bastante precaria debido a la escasez de recursos económicos para poder extender las labores de monitoreo a todo el territorio nacional.
Estimó que, desafortunadamente, la cobertura de la red sismológica es muy pobre. Aseguró que se puede determinar la latitud, longitud, profundidad y lugar de origen de los sismos, pero que cuando se necesita realizar trabajos más sofisticados no existen los aparatos necesarios para ejecutarlos.
Para Camacho, es necesario extender el número de estaciones a por lo menos 22 o 25 y que la inversión sería por el orden de unos B/. 200,000 a B/. 300,000, pero que no existe conciencia por parte de las autoridades para atender esta necesidad.
Consideró que existe una percepción en la comunidad y en las autoridades de que no hay peligro de la ocurrencia de un terremoto de gran magnitud, si bien los estudios señalan que esto es cada vez más posible.
"Aquí no estamos acostumbrados a sentir o hablar de temblores fuertes; casi siempre vemos en las noticias reportes sobre desastres en otros países y se piensa que aquí eso no es posible, pero existe un gran riesgo que un evento serio ocurra en los próximos años", planteó.
MEJORAS EN EL CANAL
La Comisión del Canal adelanta un programa de inversiones de aproximadamente unos B/.100 millones para mejorar y modernizar el Canal y garantizar que la vía acuática esté preparada para atender la demanda del tráfico y la calidad del servicio a largo plazo.
El programa de modernización y mejoramiento se fundamenta en el trabajo de un comité binacional de ingenieros, con el apoyo de la administración del Canal, para realizar un estudio de las necesidades.
Para el año 2,005 se espera la terminación del programa de modernización y mejoras con el aumento de la capacidad de tránsito en un 20% y aumento sustancial en sus niveles de seguridad para las naves que utilizan la vía.
Entre estas mejoras se incluyen la instalación de nuevos sistemas hidráulicos para operar la maquinaria móvil de las compuertas de las esclusas.
Los nuevos sistemas reemplazarán las unidades mecánicas que actualmente abren y cierran la compuertas de las esclusas e incluirían la instalación de motor doble dentro del sistema que permitiría que si uno falla, el otro motor es suficiente para operar las compuertas de manera temporal.
La Comisión del Canal también analiza la posibilidad de realizar nuevos proyectos de embalses en áreas de la provincias de Panamá, Colón y Coclé, las que requerirían la ejecución de nuevos estudios de la sismicidad de los suelos en donde se vayan a efectuar y de la resistencia que las nuevas presas deban tener.
También se incluye la instalación de un moderno sistema de comunicación por fibra óptica, que puede transportar mayor cantidad de información y no se ve afectado por la acción de relámpagos durante las tormentas tropicales.
Estos proyectos se enmarcan dentro de la ampliación de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá para aumentar el suministro de agua a la vía interoceánica y que debe ponerse en ejecución para mantener su competitividad.
Las mejoras abarcan el ensanche del Corte Culebra de sus actuales 152 metros a mínimo de 692 metros en las rectas y 222.5 metros en las curvas. Es en esta área del Canal en donde ocurre la mayor parte de los derrumbes por causa de las lluvias y eventuales movimientos del terreno.
Para la construcción del Corte Culebra fue necesario rebanar el Cerrro Contratista, que originalmente tenía una altura de 123 metros, pero se redujo a 111 metros y con el nuevo ensanche se reducirá a 29 metros.
Estos trabajos incluyen el monitoreo permanente de posibles movimientos telúricos en la zona que puedan provocar eventuales derrumbes.
El programa de ensanche se inició en enero de 1992 y se calcula que será necesario remover 22.3 millones de metros cúbicos de material y que deberán ser realizados mediante la adjudicación de 18 contratos por separado.
Los tramos en el Corte Culebra tienen la intención de permitir la circulación de barcos tamaño Panamax en ambos sentidos y con ello se espera aumentar en un cuarta parte el número de tránsitos.
ESTIMACIONES EN CASO DE SISMO
Miles de víctimas, y entre 10 y 200 millones de balboas en pérdidas económicas podría ocasionar un terremoto que está pronosticado para ocurrir en Panamá en los siguientes 50 años, reveló un estudio realizado en noviembre del año pasado por científicos de Centroamérica, China y Suecia.
Según el estudio, las ciudades de Panamá, David y Puerto Armuelles sufrirían más destrozos con el terremoto, que podría alcanzar entre 6.5 y 7.5 grados en la escala Richter.
El Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá confirmaron la existencia del estudio que señala como posible área del terremoto la región fronteriza entre Panamá y Costa Rica y cuya magnitud afectaría gravemente la ciudad de Panamá.
El ingeniero Jaime Toral del Instituto de Geociencias y quien participó en el estudio, explicó, durante entrevista que le hiciera
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