Movimiento popular llama al abstencionismo
Publicado 2004/02/27 00:00:00
- Argentina/
Dirigentes estudiantiles, obreros y docentes universitarios, aglutinados en el Movimiento Popular Unificado (MPU) hicieron ayer un llamado a la población del país para que el próximo 2 de mayo se abstengan de ir a votar o emitan un voto en blanco o nulo, tras considerar que ninguno de los candidatos presidenciales representa el cambio que el país requiere.
El MPU cuestionó también a la propia dirigencia popular del país, por haber perdido el momento preciso para crear una nueva fuerza antineoliberal, guardando silencio y dejando a los políticos corruptos engañar al pueblo con promesas.
A juicio del movimiento cuyo coordinador nacional es el docente universitario Olmedo Beluche, catorce años de experiencia "democrática" han enseñado al pueblo panameño que, con las actuales reglas del juego, es imposible cambiar los males que aquejan a nuestra sociedad.
Aseguró que nuestra democracia no es sinónimo de "gobierno del pueblo", sino simple ejercicio del sufragio una vez cada cinco años, en que el menú de los elegibles siempre es el mismo, luego de lo cual el pueblo se convierte en mero convidado de piedra, donde sus opiniones no cuentan para nada.
Beluche cuestionó a las cuatro candidaturas presidenciales, asegurando que todos ya han gobernado. "¿Qué nos pueden prometer los cuatro candidatos a la Presidencia, si todos han sido parte de los desastrosos gobiernos de la última década?", recordó.
Explicó que Guillermo Endara subió al poder gracias a la invasión norteamericana, con su secuela de muertos y fue obediente servidor del embajador de Estados Unidos, Deane Hinton, iniciando las reformas neoliberales.
Por su parte Martín Torrijos, sostuvo Beluche, fue viceministro de Gobierno y Justicia de Pérez Balladares (1994-99), y por ende partícipe de las privatizaciones del IRHE y el INTEL, de la reforma laboral de 1995 (con sus cuatro muertos), los ataques a las conquistas de los docentes y otras medidas antipopulares.
El movimiento también puso en duda la candidatura de Ricardo Martinelli, ya que a su juicio éste tuvo el "privilegio" de ser parte de los gobiernos de Balladares y de Mireya Moscoso, por lo que es corresponsable de sus decisiones, además de su propia y cuestionable gestión empresarial.
En tanto que José Miguel Alemán, aseveró Beluche, es el heredero político de la actual presidenta y su gestión, con su secuela de escándalos, su reforma tributaria, sus ataques a la Caja de Seguro Social, entre otras.
Según Beluche, la culpa de estas situaciones no es exclusiva de los partidos empresariales, sino también de la dirigencia del movimiento sindical y popular, que tiene una responsabilidad principalísima al no presentar alternativas, haciendo el juego al sistema.
Indicó que algunos dirigentes populares dejaron pasar la oportunidad de crear una verdadera alternativa para el país, porque participan de los partidos y gobiernos que les "dejan caer algunas migajas de la mesa", mientras que otros no lo hicieron porque se presentan como "archirrevolucionarios" para los cuales supuestamente toda participación electoral les "hiede a traición", destacó.
Indicó que en Panamá hasta ahora, el movimiento popular no ha logrado capitalizar sus fortalezas, haciendo discreto mutis durante los procesos electorales, a pesar de que se dirigen grandes luchas por la defensa de las conquistas obreras.
Frente a esta situación y que no existen alternativas verdaderas y que los cuatro candidatos no representan ningún cambio; "no queda otra que abstenerse de ir a votar, votar en blanco o votar nulo", recalcó.
El MPU cuestionó también a la propia dirigencia popular del país, por haber perdido el momento preciso para crear una nueva fuerza antineoliberal, guardando silencio y dejando a los políticos corruptos engañar al pueblo con promesas.
A juicio del movimiento cuyo coordinador nacional es el docente universitario Olmedo Beluche, catorce años de experiencia "democrática" han enseñado al pueblo panameño que, con las actuales reglas del juego, es imposible cambiar los males que aquejan a nuestra sociedad.
Aseguró que nuestra democracia no es sinónimo de "gobierno del pueblo", sino simple ejercicio del sufragio una vez cada cinco años, en que el menú de los elegibles siempre es el mismo, luego de lo cual el pueblo se convierte en mero convidado de piedra, donde sus opiniones no cuentan para nada.
Beluche cuestionó a las cuatro candidaturas presidenciales, asegurando que todos ya han gobernado. "¿Qué nos pueden prometer los cuatro candidatos a la Presidencia, si todos han sido parte de los desastrosos gobiernos de la última década?", recordó.
Explicó que Guillermo Endara subió al poder gracias a la invasión norteamericana, con su secuela de muertos y fue obediente servidor del embajador de Estados Unidos, Deane Hinton, iniciando las reformas neoliberales.
Por su parte Martín Torrijos, sostuvo Beluche, fue viceministro de Gobierno y Justicia de Pérez Balladares (1994-99), y por ende partícipe de las privatizaciones del IRHE y el INTEL, de la reforma laboral de 1995 (con sus cuatro muertos), los ataques a las conquistas de los docentes y otras medidas antipopulares.
El movimiento también puso en duda la candidatura de Ricardo Martinelli, ya que a su juicio éste tuvo el "privilegio" de ser parte de los gobiernos de Balladares y de Mireya Moscoso, por lo que es corresponsable de sus decisiones, además de su propia y cuestionable gestión empresarial.
En tanto que José Miguel Alemán, aseveró Beluche, es el heredero político de la actual presidenta y su gestión, con su secuela de escándalos, su reforma tributaria, sus ataques a la Caja de Seguro Social, entre otras.
Según Beluche, la culpa de estas situaciones no es exclusiva de los partidos empresariales, sino también de la dirigencia del movimiento sindical y popular, que tiene una responsabilidad principalísima al no presentar alternativas, haciendo el juego al sistema.
Indicó que algunos dirigentes populares dejaron pasar la oportunidad de crear una verdadera alternativa para el país, porque participan de los partidos y gobiernos que les "dejan caer algunas migajas de la mesa", mientras que otros no lo hicieron porque se presentan como "archirrevolucionarios" para los cuales supuestamente toda participación electoral les "hiede a traición", destacó.
Indicó que en Panamá hasta ahora, el movimiento popular no ha logrado capitalizar sus fortalezas, haciendo discreto mutis durante los procesos electorales, a pesar de que se dirigen grandes luchas por la defensa de las conquistas obreras.
Frente a esta situación y que no existen alternativas verdaderas y que los cuatro candidatos no representan ningún cambio; "no queda otra que abstenerse de ir a votar, votar en blanco o votar nulo", recalcó.

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