Nueva casa para el dominó
Publicado 2007/04/06 23:00:00
- Maritza Bonilla
La historia y el deseo de aprender nuevas tácticas llevan a muchos a pasar allí muchas horas.
LOS LONGEVOS inquilinos del "Parque de los Aburridos", en el corregimiento de el Chorrillo, tendrán un lugar más adecuado para entretenerse con el popular juego de dominó.
Desde hace algunos días el Ministerio de Vivienda (MIVI) está realizándo las reparaciones del parque.
Según el arquitecto Ricardo A. Chen, gerente de proyectos del MIVI, la iniciativa surgió luego de que un grupo de adultos mayores conversó con el presidente de la República, Martín Torrijos; mientras éste pasaba por el área y le solicitaran la reparación del sitio. Es por eso que contarán con nuevas infraestructuras.
Las remodelaciones en el parque incluyen cambio de techo e instalación de mosaicos en el piso.
También se colocarán luminarias y se construirá un baño para beneficio de los adultos mayores.
En este parque la mayoría de sus ocupantes son ancianos que buscan un lugar para pasar sus últimos días de vida.
Sin embargo, también es visitado por jóvenes que desean compartir un rato agradable y aprender de las experiencias de estos señores.
Desde hace 65 años los amantes del dominó se reúnen allí a "debatir" sobre un juego que requiere agilidad y destreza.
La historia del sitio es bastante informal.
Los chorrilleros cuentan que el nombre nació cuando los jubilados de la Guardia Nacional y los trabajadores panameños de la antigua Zona del Canal llegaban allí para jugar dominó y barajas, en los tiempos en los que El Chorrillo era centro de grandes fiestas y bailes.
Para entonces se dijo que allí llegaban los "ociosos". Antes en este sitio habían hasta 10 tableros. Hoy su número ha disminuido.
Estar en el parque más de 10 minutos es suficiente para que la adrenalina fluya.
Se colocan cuatro mesas con ocho participantes que integran esta pequeña plaza al aire libre, dando la impresión de estar en uno de los bares del barrio.
Unos observan detenidamente, otros duermen, mientras que otros deciden comer sus almuerzos en grandes vasijas que traen de sus casas.
La mayoría de sus ocupantes son ancianos que buscan un lugar para pasar sus últimos días de vida, pero algunos son jóvenes que también desean compartir un rato agradable y aprender de las experiencias de estos señores.
El sexo femenino tampoco escapa a este sano esparcimiento, ellas también están en algunas de las mesas.
Como toda historia, ésta tiene un lado triste. Muchos de los jugadores cuentan con tristeza que han tenido que observar y ser testigos de las muertes de algunos compañeros "de juego", que mueren "por enfermedades propias de la edad".
El tradicional juego de dominó consiste en acumular 75 puntos, el primero que logra este porcentaje resulta ganador, sin apostar nada, sólo por distracción.
Los jugadores permanecen desde las 8 00 a.m. hasta las 8:00 p.m. alquilando, por cada jugada, una mesa que le cuesta la ínfima suma de 10 centésimos.
Desde hace algunos días el Ministerio de Vivienda (MIVI) está realizándo las reparaciones del parque.
Según el arquitecto Ricardo A. Chen, gerente de proyectos del MIVI, la iniciativa surgió luego de que un grupo de adultos mayores conversó con el presidente de la República, Martín Torrijos; mientras éste pasaba por el área y le solicitaran la reparación del sitio. Es por eso que contarán con nuevas infraestructuras.
Las remodelaciones en el parque incluyen cambio de techo e instalación de mosaicos en el piso.
También se colocarán luminarias y se construirá un baño para beneficio de los adultos mayores.
En este parque la mayoría de sus ocupantes son ancianos que buscan un lugar para pasar sus últimos días de vida.
Sin embargo, también es visitado por jóvenes que desean compartir un rato agradable y aprender de las experiencias de estos señores.
Desde hace 65 años los amantes del dominó se reúnen allí a "debatir" sobre un juego que requiere agilidad y destreza.
La historia del sitio es bastante informal.
Los chorrilleros cuentan que el nombre nació cuando los jubilados de la Guardia Nacional y los trabajadores panameños de la antigua Zona del Canal llegaban allí para jugar dominó y barajas, en los tiempos en los que El Chorrillo era centro de grandes fiestas y bailes.
Para entonces se dijo que allí llegaban los "ociosos". Antes en este sitio habían hasta 10 tableros. Hoy su número ha disminuido.
Estar en el parque más de 10 minutos es suficiente para que la adrenalina fluya.
Se colocan cuatro mesas con ocho participantes que integran esta pequeña plaza al aire libre, dando la impresión de estar en uno de los bares del barrio.
Unos observan detenidamente, otros duermen, mientras que otros deciden comer sus almuerzos en grandes vasijas que traen de sus casas.
La mayoría de sus ocupantes son ancianos que buscan un lugar para pasar sus últimos días de vida, pero algunos son jóvenes que también desean compartir un rato agradable y aprender de las experiencias de estos señores.
El sexo femenino tampoco escapa a este sano esparcimiento, ellas también están en algunas de las mesas.
Como toda historia, ésta tiene un lado triste. Muchos de los jugadores cuentan con tristeza que han tenido que observar y ser testigos de las muertes de algunos compañeros "de juego", que mueren "por enfermedades propias de la edad".
El tradicional juego de dominó consiste en acumular 75 puntos, el primero que logra este porcentaje resulta ganador, sin apostar nada, sólo por distracción.
Los jugadores permanecen desde las 8 00 a.m. hasta las 8:00 p.m. alquilando, por cada jugada, una mesa que le cuesta la ínfima suma de 10 centésimos.
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