Olas de tsunami no causan afectaciones en Panamá
- Esther Ortega
Las olas que impactaron desde las seis de la tarde hasta pasadas las nueve de la noche de ayer las costas panameñas alcanzaron una altura máxima de 50 centímetros similares a la del mes de septiembre.
Las olas del tsunami, que se originó tras el terremoto de 8.8 grados que azotó a Japón, llegaron con menor fuerza de lo esperado a las costas del Pacífico panameño.
El oleaje impactó en el Istmo a las 5:54 p.m. en Punta Burica, en la provincia de Chiriquí, sin mayor fuerza, lo que sirvió para que el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), ubicado en Howard, levantara la alerta verde que se decretó a las 5:00 a.m. de ayer.
Mediante un comunicado el director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), Arturo Alvarado, informó “que las costas del Pacífico panameño se encontraban fuera de peligro eventual de sufrir un tsunami y que de inmediato se levantó la alerte verde de vigilancia”.
De acuerdo con el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá (IGCUP), las olas que se registraron en las costas panameñas se mantuvieron hasta pasadas las nueve de la noche y las mismas llegaron a alcanzar una altura máxima de 50 centímetros.
Eric Camacho, director del IGCUP, dijo que las olas que se presenciaron en Panamá fueron similares a las que se presentan en el mes de septiembre cuando se da en el océano Pacífico la temporada de mareas altas.
Preocupación.
La noticia de un posible tsunami que impactaría a Panamá en horas de la tarde, mantuvo con intranquilidad y preocupación a la población panameña que nunca había amanecido con una alerta sobre desastres naturales de gran magnitud.
Las famosas cadenas de mensajes vía celular y de las redes sociales como Facebook y Twitter todo el día se mantuvieron activas, pues no faltaron personas inescrupulosas que buscaban intranquilizar a la población.
Pese a que voceros del Gobierno informaron que los horarios de las oficinas públicas se mantenían de forma normal, la falta de información y la duda se apoderaron de muchas personas.
En las escuelas ubicadas en el sector del Pacífico, el Ministerio de Educación decidió suspender las clases a las cuatro de la tarde por precaución; no obstante, el ausentismo en varias escuelas de la ciudad capital como la Isabel Herrera Obaldía, el Instituto Fermín Naudeau, Instituto Remón Cantera en el turno vespertino, se hizo sentir.
Se activa emergencia.
La activación desde tempranas horas de la madrugada del COE y los llamados a la población a mantener la calma y desarrollar con tranquilidad sus actividades fue la nota característica que se presentó en los medios de comunicación.
Fueron 41 personas de estamentos de seguridad que se activaron y desde Howard monitoreaban el paso del oleaje que impactó a la isla de Hawái con olas de tres metros de altura.
Hasta el propio presidente, Ricardo Martinelli hizo su presencia en la base del Sinaproc para hacer un llamado a la calma y la tranquilidad, pues los primeros informes que recibió el COE detallaban que las olas perderían fuerza durante su trayecto a Panamá.
Martinelli informó en conferencia de prensa que mantenía constante comunicación con el embajador de Panamá en Japón, Jorge Kosmas, quien le aseguró que los 88 panameños que se encuentran en Tokio estaban fuera de peligro.
Al mismo tiempo el mandatario aprovechó para enviar un mensaje de solidaridad al pueblo japonés por las pérdidas económicas y de vidas humanas por el terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter que los azotó ayer.
Uno de los que estuvo presente en Tokio cuando se suscito el terremoto fue el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, quienrealizaba una gira privada por varios países de Asia.
El ministro, quien estaba en el elevador del hotel Imperial donde está hospedado, dijo que ha sido una experiencia desagradable que jamás quiero volver a vivir ni se la desea a nadie.
Explicó que se dirigía a una cita, pero nunca llegó al registrarse este sismo que nunca antes había experimentado. “Después del terremoto no ha dejado de temblar”, dijo.
Provincias en alerta
Pese a que las autoridades locales de la provincia de Chiriquí recomendaron a los lugareños no acudir a las playas o esteros, 15 pescadores hicieron caso omiso a la alerta amarilla decretada por el Sistema Nacional de Protección Civil y salieron al mar a realizar sus faenas de todos los días.Osvaldo Grenald, presidente de la Asociación de Pescadores del Puerto de Pedregal, en Chiriquí, confirmó que las embarcaciones artesanales salieron sin precaución frente a las amenazas de oleajes en el océano Pacífico.Mientras que los residentes del distrito de Barú se mostraron nerviosos y preocupados por la cercanía de sus residencias al mar.
En el caso de la provincia de Los Santos los estamentos de seguridad se reunieron desde temprano y coordinaron planes de emergencia, específicamente para la región de Tonosí, en donde el territorio de Isla Caña está casi a nivel del mar.De igual manera Guánico, Punta Mala y la región de Búcaro, que se encuentra a un pie y medio sobre el nivel del mar, fueron calificadas como áreas críticas en caso que se diera un tsunami.
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