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Pacientes de cáncer sufren por falta de apoyo y recursos en el Onocológico
La falta de recursos y el incremento de casos de pacientes con cáncer ha complicado la situación en el Instituto Oncológico Nacional (ION), pero su personal lucha por seguir adelante.
José Chacón - Actualizado:
Imagen de la sala de corta estancia del ION / Cortesía.
Mientras altos funcionarios de gobierno son intervenidos quirúrgicamente en hospitales privados y otros son operados en el extranjero, con recursos del Estado, muchos panameños padecen situaciones bastante penosas. Solo basta con asomarse a la sala de corta estancia y algunos pasillos del Instituto Oncológico Nacional (ION), para ver en carne propia el sufrimiento de pacientes que no tienen la oportunidad o el privilegio de ser allegados a la cúpula presidencial. En el ION, que en los últimos años ha sufrido, literalmente hablando, mutilaciones en su presupuesto, hacen todo lo posible a su alcance para no dilatar el dolor de quienes allí acuden para recibir atención por padecimiento de cáncer. La capacidad de recuros de este centro médico público es limitada, pero aún así su personal médico y administrativo tiene la disposición de ayudar a sus compatriotas. Se podría decir que el dolor se personifica en los rostros de la gente que allí permanece; caras tristes, cuerpos que se arrecochinan a las camas y gritos que a uno lo enmudecen. Hay personas que llegan por casos de urgencias de zonas del país muy lejanas, muchas de ellas con días soportando el sufrimiento de una enfermedad como el cáncer porque no conocían los síntomas. Según datos estadísticos del Ministerio de Salud (Minsa), entre seis y siete personas mueren cada día a causa de algún tipo de cáncer en Panamá. Y se diagnostican el doble. Debido al incremento de los casos, el complejo que una vez fue exclusivo para ciudadanos de Estados Unidos, pareciera haber quedado rezagado en cuanto a infraestructura. Y la esperanza de miles de pacientes con cáncer en Panamá, es que el actual gobierno termine el proyecto de Ciudad de la Salud, donde también debería construirse el nuevo ION; no obstante, el atraso de esa obra iniciada por el gobierno anterior, padece el síndrome gubernamental, lentitud.