Panamá desarrolla el iris artificial
Publicado 2004/02/25 00:00:00
- José Eduardo Sánchez S.
Preocupado por las afecciones que produce la ceguera, el Dr. Delary Alberto Kahn, cirujano oftalmólogo panameño, por más de 15 años se sintió atraído por los problemas que sufren los albinos y las personas que padecen de la enfermedad conocida como colobona, un defecto congénito del iris. Y en busca de solucionarlo, desarrolla el primer iris artificial.
Este implante fue bautizado como New IRIS, marca registrada en Panamá, que consiste en un dispositivo oftálmico diseñado para eliminar las aberraciones ópticas en enfermedades como colobomas, defectos del iris debido a traumas e inclusive albinismo oculocutáneo.
Este implante bloquea las radiaciones dañinas que producen catarata, problemas de retina y otros, de tal manera que el ojo presenta menos cambios debido a las radiaciones; pero en este caso específico, protege este órgano hacia dentro. Esto representa una ventaja en materia de prevención a futuro.
Este dispositivo se puede aplicar a las personas que no tengan ninguna enfermedad, o que desde un punto de vista cosmético desean cambiar el color de sus ojos; prácticamente lo que las induce a ponerse lentes de contacto.
Aclara el especialista que este implante no sirve para que el miope deje de ser miope; porque tiene un fin cosmético, pero ayuda a eliminar las aberraciones ópticas producidas por la radiación y contribuye a que la persona sufra menos los efectos de la luz solar. Además, se trata de un bloqueador de los rayos ultravioleta.
La diferencia que ofrece el New IRIS en comparación con un lente de contacto cosmético, es que no hay que estar quitando, poniendo, cambiando y comprando regularmente el producto. Protege la córnea, porque no tienen sentido las infecciones corniales. Se ve totalmente natural.
El lente cosmético siempre se nota, en cambio el New IRIS solamente un oftalmólogo, con luz, puede detectarlo. Significa que proporciona una apariencia natural.
Otra gran ventaja que ofrece es su carácter reversible; se puede poner, quitar y cambiar a través de un proceso quirúrgico sencillo, pues no hay que destruir, cortar o romper nada dentro del ojo.
Además, los estudios desarrollados por el Dr. Kahn sobre el material con el que se fabrican los implantes (silicón oftálmico biocompatible) revelaron que éste se usa de forma similar en lentes intraoculares para cirugía de cataratas desde hace más de 25 años. Y se han diseñado para durar el resto de vida del paciente.
También es interesante conocer que en la cirugía cosmética, el proceso de recuperación regularmente es largo y los resultados no son inmediatos. Si se hace una rinoplastía, la nariz se hincha y después de dos semanas, recuperará su contextura normal.
La forma como se coloca es muy sencilla, dice el especialista. Pero aclara que actualmente este implante sólo se le recomendará a pacientes sanos que no tengan problemas oculares como glaucoma o cataratas.
Al llegar a la clínica, el paciente se somete a estudios para determinar si es compatible y descartar las enfermedades contraindicadas; luego se le lleva al quirófano, donde se le aplican gotas anestésicas. Si el paciente es aprensivo se le suministra una pastilla para relajarlo. Sin embargo, lo importante es que la persona va totalmente despierta, pues la anestesia utilizada para la intervención es tópica.
Entre 10 y 15 minutos bajo un microscopio quirúrgico, se prepara el ojo y se realiza una incisión de pocos milímetros autosellable que actualmente se usa en cataratas. Por lo que no se necesitan utilizar los molestosos puntos.
Seguidamente, se introduce el implante a través de un método también patentado, sin tener que abrir el ojo; se le coloca en posición y se lava posteriormente. Después de esto, el paciente sale inmediatamente por sus propios pies del quirófano con un nuevo color de ojos, explica el especialista.
Su costo es de aproximadamente 5,500 balboas.
El único cuidado que debe tomar en cuenta es aplicar unas gotas de antibiótico, como prevención durante una semana. Sólo hay un impedimento a este proceso y es que la persona no practique buceo o vaya a la piscina en la primera semana; por lo demás, todas las actividades son permitidas.
El invento presentado por el doctor Kahn abre también un nuevo campo, la cirugía plástica intraocular; con una tecnología que permite que el paciente pueda incorporarse a sus actividades cotidianas de inmediato o al día siguiente.
Con este descubrimiento, no sólo se pretende solucionar un problema o mejorar el aspecto cosmético de una persona, sino que se pretende desarrollar el turismo de salud, donde se espera traer gente de afuera que vengan de paseo. Y que al bajarse del avión desde el primer día, se le hagan los estudios, al segundo la cirugía y al tercero se pueda ir de compras o paseo.
Los ojos de color son un mercado con mucho potencial en todo el mundo, por lo que se aprovecharía como una manera de generar un mayor número de visitantes al país. Este segmento se ha desarrollado muy bien en muchos lugares, con gran demanda tanto de hombres como de mujeres.
Por los estudios de mercadeo, se ha detectado que existe un buen mercado en países de la región como Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil y México.
Parte del desarrollo de las investigaciones apuntan en un futuro a corregir otros problemas como la miopía, utilizando un producto como éste. Será la punta de lanza de una serie de investigaciones que podrían ser patentadas.
De hecho, ya se está en la producción de iris, para lo que se ha realizado una asociación de tipo estratégica con un grupo de Minnesota, Estados Unidos, que posee un laboratorio aprobado por la Agencia Federal de Drogas (FDA, por sus siglas en inglés). Por seguridad, se desea que éste sea un producto mundial, pero la propiedad intelectual pertenece totalmente al grupo panameño Kahn Medical Devices, Inc.
Este nuevo dispositivo rápidamente fue patentado en Estados Unidos en la Oficina de Patentes y Marcas a través de Ladas & Harry, una famosa firma de abogados dedicada exclusivamente a esta labor, quienes son los representantes legales, ya que obviamente tratándose de un producto nuevo a escala mundial, necesita protegerse mediante los recursos que brindan las normas de propiedad intelectual. Y como Estados Unidos es el país más avanzado en este sentido, se decidió hacerlo allá como una compañía nueva.
Una vez patentado se viene al Acelerador Tecnológico Empresarial de Panamá (ATEP) en la Ciudad del Saber y se presenta el proyecto que alcanza muy buena receptividad. En poco tiempo, se crea la compañía Kahn Medical Devices, Inc. y se desarrolla este implante para llegar al punto en que "nos encontramos hoy: el lanzamiento al mercado de un novedoso producto".
"No sólo hablamos de una patente y un producto", nos dice el Dr. Kahn, pues son varios hitos que dan una gran satisfacción. Se trata de la primera patente médica panameña en oftalmología; ya que en otra área existe la del doctor Adán Ríos. Pero en cuanto a dispositivos e implantes médicos es la primera.
Por otro lado, se fundó en la Ciudad del Saber la primera compañía dedicada exclusivamente al desarrollo e investigación de este tipo de implantes.
Este implante fue bautizado como New IRIS, marca registrada en Panamá, que consiste en un dispositivo oftálmico diseñado para eliminar las aberraciones ópticas en enfermedades como colobomas, defectos del iris debido a traumas e inclusive albinismo oculocutáneo.
Este implante bloquea las radiaciones dañinas que producen catarata, problemas de retina y otros, de tal manera que el ojo presenta menos cambios debido a las radiaciones; pero en este caso específico, protege este órgano hacia dentro. Esto representa una ventaja en materia de prevención a futuro.
Este dispositivo se puede aplicar a las personas que no tengan ninguna enfermedad, o que desde un punto de vista cosmético desean cambiar el color de sus ojos; prácticamente lo que las induce a ponerse lentes de contacto.
Aclara el especialista que este implante no sirve para que el miope deje de ser miope; porque tiene un fin cosmético, pero ayuda a eliminar las aberraciones ópticas producidas por la radiación y contribuye a que la persona sufra menos los efectos de la luz solar. Además, se trata de un bloqueador de los rayos ultravioleta.
La diferencia que ofrece el New IRIS en comparación con un lente de contacto cosmético, es que no hay que estar quitando, poniendo, cambiando y comprando regularmente el producto. Protege la córnea, porque no tienen sentido las infecciones corniales. Se ve totalmente natural.
El lente cosmético siempre se nota, en cambio el New IRIS solamente un oftalmólogo, con luz, puede detectarlo. Significa que proporciona una apariencia natural.
Otra gran ventaja que ofrece es su carácter reversible; se puede poner, quitar y cambiar a través de un proceso quirúrgico sencillo, pues no hay que destruir, cortar o romper nada dentro del ojo.
Además, los estudios desarrollados por el Dr. Kahn sobre el material con el que se fabrican los implantes (silicón oftálmico biocompatible) revelaron que éste se usa de forma similar en lentes intraoculares para cirugía de cataratas desde hace más de 25 años. Y se han diseñado para durar el resto de vida del paciente.
También es interesante conocer que en la cirugía cosmética, el proceso de recuperación regularmente es largo y los resultados no son inmediatos. Si se hace una rinoplastía, la nariz se hincha y después de dos semanas, recuperará su contextura normal.
La forma como se coloca es muy sencilla, dice el especialista. Pero aclara que actualmente este implante sólo se le recomendará a pacientes sanos que no tengan problemas oculares como glaucoma o cataratas.
Al llegar a la clínica, el paciente se somete a estudios para determinar si es compatible y descartar las enfermedades contraindicadas; luego se le lleva al quirófano, donde se le aplican gotas anestésicas. Si el paciente es aprensivo se le suministra una pastilla para relajarlo. Sin embargo, lo importante es que la persona va totalmente despierta, pues la anestesia utilizada para la intervención es tópica.
Entre 10 y 15 minutos bajo un microscopio quirúrgico, se prepara el ojo y se realiza una incisión de pocos milímetros autosellable que actualmente se usa en cataratas. Por lo que no se necesitan utilizar los molestosos puntos.
Seguidamente, se introduce el implante a través de un método también patentado, sin tener que abrir el ojo; se le coloca en posición y se lava posteriormente. Después de esto, el paciente sale inmediatamente por sus propios pies del quirófano con un nuevo color de ojos, explica el especialista.
Su costo es de aproximadamente 5,500 balboas.
El único cuidado que debe tomar en cuenta es aplicar unas gotas de antibiótico, como prevención durante una semana. Sólo hay un impedimento a este proceso y es que la persona no practique buceo o vaya a la piscina en la primera semana; por lo demás, todas las actividades son permitidas.
El invento presentado por el doctor Kahn abre también un nuevo campo, la cirugía plástica intraocular; con una tecnología que permite que el paciente pueda incorporarse a sus actividades cotidianas de inmediato o al día siguiente.
Con este descubrimiento, no sólo se pretende solucionar un problema o mejorar el aspecto cosmético de una persona, sino que se pretende desarrollar el turismo de salud, donde se espera traer gente de afuera que vengan de paseo. Y que al bajarse del avión desde el primer día, se le hagan los estudios, al segundo la cirugía y al tercero se pueda ir de compras o paseo.
Los ojos de color son un mercado con mucho potencial en todo el mundo, por lo que se aprovecharía como una manera de generar un mayor número de visitantes al país. Este segmento se ha desarrollado muy bien en muchos lugares, con gran demanda tanto de hombres como de mujeres.
Por los estudios de mercadeo, se ha detectado que existe un buen mercado en países de la región como Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil y México.
Parte del desarrollo de las investigaciones apuntan en un futuro a corregir otros problemas como la miopía, utilizando un producto como éste. Será la punta de lanza de una serie de investigaciones que podrían ser patentadas.
De hecho, ya se está en la producción de iris, para lo que se ha realizado una asociación de tipo estratégica con un grupo de Minnesota, Estados Unidos, que posee un laboratorio aprobado por la Agencia Federal de Drogas (FDA, por sus siglas en inglés). Por seguridad, se desea que éste sea un producto mundial, pero la propiedad intelectual pertenece totalmente al grupo panameño Kahn Medical Devices, Inc.
Este nuevo dispositivo rápidamente fue patentado en Estados Unidos en la Oficina de Patentes y Marcas a través de Ladas & Harry, una famosa firma de abogados dedicada exclusivamente a esta labor, quienes son los representantes legales, ya que obviamente tratándose de un producto nuevo a escala mundial, necesita protegerse mediante los recursos que brindan las normas de propiedad intelectual. Y como Estados Unidos es el país más avanzado en este sentido, se decidió hacerlo allá como una compañía nueva.
Una vez patentado se viene al Acelerador Tecnológico Empresarial de Panamá (ATEP) en la Ciudad del Saber y se presenta el proyecto que alcanza muy buena receptividad. En poco tiempo, se crea la compañía Kahn Medical Devices, Inc. y se desarrolla este implante para llegar al punto en que "nos encontramos hoy: el lanzamiento al mercado de un novedoso producto".
"No sólo hablamos de una patente y un producto", nos dice el Dr. Kahn, pues son varios hitos que dan una gran satisfacción. Se trata de la primera patente médica panameña en oftalmología; ya que en otra área existe la del doctor Adán Ríos. Pero en cuanto a dispositivos e implantes médicos es la primera.
Por otro lado, se fundó en la Ciudad del Saber la primera compañía dedicada exclusivamente al desarrollo e investigación de este tipo de implantes.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.