Restos de Tocumen tienen suficiente ADN para saber si pertenecen a Gallego

El director administrativo del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, Félix Luciani, confirmó que en las dos osamentas desenterradas en Tocumen se encontraron residuos de ADN y que dentro de dos semanas se podrá determinar si se trata del cadáver del padre Héctor Gallego, ya que las pruebas se compararán con las de Nubia y Edilma Gallego.
Luciani dijo que las cantidades obtenidas son pequeñas, pero suficientes para realizar los análisis comparativos. No obstante, explicó que para lograr mejores resultados los huesos serán pulverizados para obtener más ADN.
Dijo que la principal dificultad es el tiempo en que los restos han permanecido expuestos a la acción de los elementos de la naturaleza, pero sostuvo que lo alcanzado constituye un paso importante en su posible identificación.
Por otro lado, el secretario general del Partido Revolucionario Democrático, Martín Torrijos, rechazó la campaña de "especulaciones" en el caso Gallego y en las que se quiere vincular a su padre, el extinto general Omar Torrijos.
El excandidato presidencial por el PRD aseguró que hay una pretensión de utilizar los restos encontrados para manchar la memoria de su padre.
"El general Torrijos está ausente y no puede defenderse de algunas insinuaciones calumniosas", manifestó, al tiempo que agregó que la táctica de culpar a otros puede servir para encubrir a los verdaderos responsables.
En tanto, el jefe del cuartel de Los Pumas de Tocumen en 1971, el entonces capitán Ricardo Garibaldo, dijo que "nunca se enteró que hubieran cuerpos sepultados en el área del Motor Poll y que ninguna de las 300 unidades bajo su mando le hizo nunca una insinuación sobre esto".
"Nunca jamás me he enterado de cosa parecida, nadie entre las 300 unidades... oficiales, clases ni tropas dieron insinuación de cosa parecida, y con franqueza no se lo que ocurrió allí", aseguró.
En una entrevista dada a TVN afirmó que "esas cosas que se platican y las osamentas sacadas parecen que no fueran de ese cuartel".
El militar se resistió a señalar posibles responsables, pero aseguró que "hay quienes saben a quién se le debe preguntar sobre esto". Agregó que el supuesto testigo que habló a la Iglesia y que dijo haber observado cuando sepultaban los cuerpos, puede estar equivocado.
Explicó que "en 20 años esta es la primera vez que ha escuchado algo parecido" y aseguró que esas "novedades (noticias) eran muy delicadas para estárselas guardando", con lo cual dejó entrever que si esto hubiera ocurrido él se hubiera enterado. "Esas cosas siempre reventaban por algún punto", sostuvo.
"Uno como jefe siempre tiene su contacto fuerte para conocer estas cosas, eso era muy delicado y no me concibo a ninguno de mis oficiales en cuadro de esos, pero yo no conozca nada de eso y me es imposible decir si fueron antes o después de 1971", estableció.