Tras los socios de Rayo
Publicado 2006/05/21 23:00:00
- Juan Manuel Díaz C. y Elio Núñez
LAS pesquisas para determinar el alcance local de la red manejada por el narcotraficante Pablo Rayo Montaño, se encaminan ahora a sus socios en la compra de bienes inmuebles y quienes sostenían la movilidad de sus cuentas bancarias.
Las ramificaciones parecen extenderse hacia un banco en Guatemala y las sociedades abiertas con otras personas para la compra de yates de lujo.
También se investiga una empresa dedicada a la fabricación de embarcaciones, cuyo dueño mantuvo algún tipo de relación con Rayo.
Las autoridades antidrogas de la región conocieron del origen del narcotraficantes colombiano, Pablo Joaquín Rayo Montano en marzo del 2002, cuando la Oficina del Secretario de Justicia de Estados Unidos anunció una estrategia de seis países para identificar narcotraficantes internacionales y confiscar sus empresas.
Autoridades colombianas dijeron que este hombre de apellidos Rayo Montaño había empezado como un colaborador para transporte de drogas en Buenaventura, Colombia, hacía casi dos décadas.
Panamá América tuvo acceso a un informe de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) del 2003, en donde informa a la Fiscalía de Drogas de Panamá de las actividades de Rayo Montaño.
El documento también señala la existencia de algunos socios del colombiano entre los que se incluyen: José Eduardo Arango, Edwin Arce, Juvenal Barona Marulanda, Mauricio Gómez, Arturo de Jesús Herrera Saldarriaga, Roberto Rayo Motaño, Orlando Sánchez Cristancho, Jesús Sarría y José Nelson Urrego Cárdenas.
Según el informe, para 1996 las autoridades colombianas los buscaban y en 1997 ya se le consideraba cabecilla de una red de lavadores de dinero.
En esa época se tenía información que señalaba de la posible relación de la empresa Giros Ya, ubicada en Houston, Texas, para facilitar actividades de lavado de dinero, relacionada con Rayo Montaño.
Sin embargo, a pesar de la alerta las autoridades colombianas le perdieron la pista por espacio de tres años, cuando nuevamente su rastro apareció en Panamá, vinculado con la compra de terrenos.
La oficina antidrogas menciona en su informe al hermano de Rayo, Pedro Pablo, como sospechoso de mantener vínculos con el narcotráfico.
Rayo según se desprende de informes colombianos, con el tiempo construyó un cartel criminal a escala mundial que incluía producción, contrabando internacional, distribución mayorista y lavado de dinero.
El arresto de los integrantes de esta organización se constituye en el golpe más importante dado este año al narcotráfico internacional.
Además, se logró ubicar la parte de las propiedades y bienes en que se invirtió el dinero de la venta de drogas.
Rayo tenía muchos testaferros en Panamá que se encargaban de sus negocios. Esta semana declararán en la Fiscalía de Drogas más personas relacionadas al caso.
Las ramificaciones parecen extenderse hacia un banco en Guatemala y las sociedades abiertas con otras personas para la compra de yates de lujo.
También se investiga una empresa dedicada a la fabricación de embarcaciones, cuyo dueño mantuvo algún tipo de relación con Rayo.
Las autoridades antidrogas de la región conocieron del origen del narcotraficantes colombiano, Pablo Joaquín Rayo Montano en marzo del 2002, cuando la Oficina del Secretario de Justicia de Estados Unidos anunció una estrategia de seis países para identificar narcotraficantes internacionales y confiscar sus empresas.
Autoridades colombianas dijeron que este hombre de apellidos Rayo Montaño había empezado como un colaborador para transporte de drogas en Buenaventura, Colombia, hacía casi dos décadas.
Panamá América tuvo acceso a un informe de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) del 2003, en donde informa a la Fiscalía de Drogas de Panamá de las actividades de Rayo Montaño.
El documento también señala la existencia de algunos socios del colombiano entre los que se incluyen: José Eduardo Arango, Edwin Arce, Juvenal Barona Marulanda, Mauricio Gómez, Arturo de Jesús Herrera Saldarriaga, Roberto Rayo Motaño, Orlando Sánchez Cristancho, Jesús Sarría y José Nelson Urrego Cárdenas.
Según el informe, para 1996 las autoridades colombianas los buscaban y en 1997 ya se le consideraba cabecilla de una red de lavadores de dinero.
En esa época se tenía información que señalaba de la posible relación de la empresa Giros Ya, ubicada en Houston, Texas, para facilitar actividades de lavado de dinero, relacionada con Rayo Montaño.
Sin embargo, a pesar de la alerta las autoridades colombianas le perdieron la pista por espacio de tres años, cuando nuevamente su rastro apareció en Panamá, vinculado con la compra de terrenos.
La oficina antidrogas menciona en su informe al hermano de Rayo, Pedro Pablo, como sospechoso de mantener vínculos con el narcotráfico.
Rayo según se desprende de informes colombianos, con el tiempo construyó un cartel criminal a escala mundial que incluía producción, contrabando internacional, distribución mayorista y lavado de dinero.
El arresto de los integrantes de esta organización se constituye en el golpe más importante dado este año al narcotráfico internacional.
Además, se logró ubicar la parte de las propiedades y bienes en que se invirtió el dinero de la venta de drogas.
Rayo tenía muchos testaferros en Panamá que se encargaban de sus negocios. Esta semana declararán en la Fiscalía de Drogas más personas relacionadas al caso.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.