Los radicales causan la ira de los aliados al pactar con la derecha en el Congreso chileno
- Valparaíso (Chile)
El Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) chileno causó hoy la ira de sus aliados de la Concertación por la Democracia al pactar con la derecha para dirigir la Cámara de Diputados en los próximos cuatro años.
Entre calificativos de "traidores" diputados de los partidos de la coalición que ha gobernado Chile desde 1990 pidieron a la presidenta Michelle Bachelet que "saque" de inmediato a ministros y otros altos cargos radicales de su Gobierno, "porque ya no son de la Concertación".
El acuerdo, según informaron en rueda de prensa dirigentes de los partidos involucrados, incluyó a la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), integrantes de la Coalición por el Cambio, cuyo candidato a la presidencia, Sebastián Piñera, será el próximo huésped de La Moneda tras ganar el pasado domingo al oficialista Eduardo Frei en la segunda vuelta electoral.
También al pequeño partido regionalista independiente (PRI) desgajado de la Democracia Cristiana, que tiene tres diputados y al cual le tocó la presidencia de la Cámara este año, con la diputada Alejandra Sepúlveda en la cabeza de la corporación.
En 2011 presidirá un diputado de la UDI, en 2012 uno de Renovación Nacional y en 2013 nuevamente un UDI; que con 40 escaños es el partido con mayor representación en la cámara baja.
El PRSD, que con cinco diputados es el partido más pequeño de la Concertación, asegura a través de este acuerdo ocupar alguna de las vicepresidencias de la Cámara (son dos) y la presidencia de algunas comisiones.
Pese a que el diputado y presidente del PRSD, Fernando Meza, explicó que se trata de un acuerdo administrativo y no político, las críticas fueron duras con gritos de "traidores y vendidos".
En la rueda de prensa, aseguró que su partido "sigue siendo una fuerza progresista" y recordó que en la actual legislatura la dirección de la Cámara ha funcionado sobre la base de acuerdos entre la Concertación y la derecha.
Meza, ya el miércoles había desatado críticas de sus aliados al culpar a la presidenta Michelle Bachelet de la derrota electoral de la coalición, lo que incluso fue rechazado por el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, miembro de su mismo partido.
Ahora, nuevamente Meza, que representa en la Cámara a un distrito de la sureña región de La Araucanía, encontró detractores en su propio partido, ya que el diputado Alberto Robles anunció que el acuerdo le "avergüenza", por lo que congelará su militancia.
El diputado democristiano Pablo Lorenzini pidió a la presidenta Michelle Bachelet que solicite la renuncia de los ministros radicales "antes del almuerzo".
"Esto es peor que haber perdido la elección presidencial el domingo", sentenció Lorenzini en declaraciones a periodistas.
En la Concertación, que también mantenía conversaciones con el PRI y con dos diputados independientes para controlar la Cámara, parlamentarios socialistas y del Partido por la Democracia (PPD), dijeron que aún hay tiempo para revertir la situación, ya que la nueva legislatura comenzará el 11 de marzo.
El diputado de la UDI Claudio Alvarado restó dramatismo a la polémica, al asegurar que el acuerdo sólo tiene implicaciones administrativas y que los radicales no tienen ningún compromiso de carácter político con la Alianza derechista.
La diputada Sepúlveda, en tanto, aseguró en declaraciones a periodistas que la responsabilidad de que el PRSD y el PRI pacten "con la derecha" es del presidente de la Democracia Cristiana, Juan Carlos Latorre, quien, según sostuvo, vetó su nombre para presidir la Cámara.
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