Venezuela vuelve a sucumbir en la Libertadores pero deja señales positivas

La debacle de los equipos venezolanos en la Copa Libertadores, tras la rotunda eliminación del campeón venezolano, Caracas, a manos del Vélez Sarsfield argentino, no debe ser motivo de preocupación, o al menos, así lo piensan entrenadores de mucha experiencia en el fútbol de este país.

Venezuela, uno de los países que nunca ganó la Copa Libertadores junto a Bolivia, Perú y México (que participa desde 1998), sumó una nueva eliminación en la fase de grupos desde que debutó en la competición en 1964, pero en opinión de entrenadores consultados por Efe quedan aspectos que rescatar de la actuación de este año.

Para el entrenador Manuel Plasencia, tres veces campeón con el Caracas (1991-92, 1993-94 y 1996-97), el Caracas hizo una buena Libertadores.

"Le tocó bailar con la más fea porque Vélez es uno de los mejores de la Copa Libertadores.

Queda esa amargura de no poder seguir con esos nueve puntos", aseveró Plasencia, nacido en las Islas Canarias.

El Caracas, que este año llegó a la última jornada como líder del Grupo 4 y con la ventaja de tan sólo empatar para lograr su boleto, volvió a echar en falta los nervios de acero que requería contener al Vélez, que con lo necesario anotó tres tantos para dejar afuera de la clasificación a los capitalinos.

Los caraqueños tuvieron un torneo irregular e histórico.

Después de casi tres décadas, un conjunto de Venezuela obtuvo dos victorias a domicilio, ambos en Chile frente a Universidad Católica (1-3) y Unión Española (1-2).

Lo que logró el Caracas en la carretera, lo desperdició en casa y esa fue la clave.

Solo pudo ganar al Unión Española (2-0) y perdió contra Católica (0-2) y Vélez (0-3), para tres puntos de nueve posibles como anfitrión.

El entrenador cree que los equipos venezolanos deben inspirarse para ser "más grandes y madurar" en lo futbolístico en equipos como la Liga de Quito y el Nacional de Medellín, que proviniendo de Ecuador y Colombia, respectivamente, lograron conquistar el torneo.

"Táchira comenzó muy bien contra Santos, pero después perdió el norte, la brújula.

Anduvo mal el resto del torneo como para olvidar, lo mismo le pasó a Petare en la fase inicial", concluyó.

Por su parte, Nerio Hernández, quien dirigió a principios de los 90 al llamado 'ballet azul' del Minervén, cree que Caracas tuvo un trabajo muy bueno, pero le faltó argumentos tácticos.

"Caracas hizo un buen trabajo en la Copa, pero tácticamente los argentinos nos superaron en los dos partidos.

Esa fue la diferencia en la serie", afirmó Hernández.

Aunque Venezuela no tendrá equipos en los octavos de final de la competición, Hernández es de los que aseguran que el fútbol venezolano ha crecido en los últimos años.

"Para afirmarse ese crecimiento y ser un equipo de elite en América tenemos que tener la continuidad en el trabajo, que es lo que hay en otros países del área, por ahí pasa seguir subiendo inclusive en la propia Libertadores", aseveró el técnico hispanovenezolano.

Desde 1964, varios equipos venezolanos llegaron a una denominada fase de semifinales (se jugaba en un grupo de tres equipos), como el Portuguesa del brasileño Jairzinho en 1977, que se enfrentó a los brasileños Cruzeiro e Internacional de Porto Alegre.

En el actual formato de la Copa Libertadores solo cuatro equipos arribaron a los cuartos de final, el Minervén en 1994, Estudiantes de Mérida en 1999, Deportivo Táchira en 2004, y Caracas, en 2009.

Alex Sternberg