Argelia califica de "inaceptables" las declaraciones de Aisha Al Gadafi

El ministro argelino de Asuntos Exteriores, Murad Medelci, ha calificado hoy de "inaceptables" las declaraciones efectuadas ayer por Aisha, la hija del coronel Muamar al Gadafi, a la cadena de televisión siria Arrai.

Medelci, manifestó a la agencia de prensa oficial argelina (APS) desde Nueva York, donde se encuentra para asistir las sesiones de la Asamblea General de la ONU, que estaba "sorprendido" por las palabras de Aisha.

Aisha, refugiada en Argelia junto con varios miembros de su familia tras la caída del régimen de su padre, llamó, en una declaración telefónica difundida por Arrai, a sus compatriotas a sublevarse contra el Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de los rebeldes libios que han depuesto a Gadafi, y calificó a sus miembros de "traidores".

"Estad tranquilos, vuestro gran líder está bien, él lleva las armas y combate en todos los frentes", arengó Aicha.

El responsable de la diplomacia argelina reaccionó diciendo: "no puedo mas que expresar mi sorpresa ante tal declaración procedente de una persona que Argelia ha acogido con el resto de su familia por razones humanitarias y que transgrede sus deberes con el país" que le dio amparo.

Medelci precisó que esta "salida mediática es inaceptable" y que se tomarán decisiones para que "no se repitan este tipo de comportamientos" en el futuro.

El ministro argelino de Exteriores reiteró "el compromiso" de su país para trabajar con el nuevo régimen libio y "consolidar nuestras relaciones".

Aisha al Gadafi, su madre Safia, y dos hijos del depuesto líder, Aníbal y Mohamed, entraron en Argelia el pasado 29 de agosto, tras la caída de Trípoli en manos rebeldes y las autoridades argelinas decidieron acogerles en su territorio por "razones estrictamente humanitarias".

La decisión del Gobierno argelino fue muy mal vista por los dirigentes rebeldes y las relaciones entre las dos partes, ya mal desde el comienzo de la revuelta en Libia, empeoraron.

Los insurgentes libios, acusaron en numerosas ocasiones a las autoridades argelinas de apoyar al régimen de Gadafi, lo que Argel, que rehusaba a reconocer al CNT, siempre desmintió.

Mientras, la situación parece normalizarse después de que ayer el jefe de la diplomacia argelina anunciara durante su asistencia a la sede de la ONU, que su país había decidido "trabajar con las nuevas autoridades libias", para normalizar y reforzar la cooperación de los dos países "en todos los dominios".