Panamá
1950, 1960, 1980 y 2020: 4 presidentes Demócratas y 4 conflictos armados en el mundo.
A esta parábola, los relatos bíblicos le adhieren a un pastor como la síntesis de la buena moraleja y para hacerla más creyente, le agregan al malvado lobo. Así integran el castigo a la moral cristiana, para imponer la síntesis.
- Virgilio Correa/[email protected]
- - Actualizado: 27/10/2022 - 02:25 pm
Inicio este artículo con una parábola cristiana.
La oveja (o “carnero”) es un icono milenario en la historia judía-cristiana. La Biblia prefiere a la oveja por ser femenina y repliega al carnero…. Es un icono de bien, de amor, de justicia, de recompensa, etc: la oveja, el carnero, corderos o borregos (las crías) en el ganado ovino, para respetar la igualdad de género en vigor y aquella bíblica.
A esta parábola, los relatos bíblicos le adhieren a un pastor como la síntesis de la buena moraleja y para hacerla más creyente, le agregan al malvado lobo. Así integran el castigo a la moral cristiana, para imponer la síntesis.
Su origen tal vez, según madame Françoise Chandernagor, miembro de la Academia Goncourt y autora del libro: “Vida de Juda, hermano de Jesús”, es que esa parábola de la oveja es una cápsula de mercadeo cristiano, que ha convertido a la humanidad en borregos, como herederos de la oveja y el carnero a través de las eras.
En verdad, el hombre ha diezmado al lobo. Le ha echado el cuento a la humanidad que el lobo es el malo, pero al final el malo es tal vez, el pastor (el hombre disque amigo de la oveja, el carnero, el borrego y el cordero), pues es este último, el animal de dos patas que parece que piensa, es quien cautiva, maneja, manipula, acaricia y maltrata a los ovinos, al final es él (el buen samaritano), quien lo envía al matadero y se lo harta en gran festín. Al final solo lo cuida para él.
Entre menos el hombre piensa, a través de los siglos, más entonces el gran Pastor es el bueno. Igual ocurre entre los Demócratas y los Republicanos en Estados Unidos, y en la mayoría de los países del mundo. Los Repúblicanos son el lobo y los Demócratas son el pastor. El pueblo americano son los “borrego” o carne ovina. Como todos los pueblos de este planeta. Veamos la historia real de 1950 al 2022:
En 1950, los EE.UU. es dirigido por Harry Truman, un Demócrata, que se había vendido como el buen Pastor de la Tierra, después de haber participado a lanzar la primera bomba nuclear sobre la Tierra. No contento con eso y por odio visceral a todo lo extraño a su mundo, inició la guerra de Corea.
Entonces vino el lobo Republicano en 1953 y firmó la paz, de la guerra iniciada por el pastor. Irónico mundo en el que vivimos. ¿Ocurrirá lo mismo en el 2025 entre Rusia y Estados Unidos, setenta y dos años después?
Durante Eisenhower (el lobo) y todo un general, no hubo guerra, hubo siempre paz. Nos creó en Panamá (23 de julio 1956) el banco de la paz latinoamericana: el BID.
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En 1960 regresó al poder otro pastor Demócrata, esta vez primer católico en la Casa Blanca y al igual que Truman, en dos años ya estábamos al borde de otra guerra Nuclear. (“Cuba y los famosos cohetes nucleares”).
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10/4/2022 - 11:01 pm
Los pastores Demócratas se las arreglan muy bien para pasarse de Corea a Cuba, manejan muy bien el abecedario de la guerra. Pero reciben los premios Nobel de la Paz. Son fantásticos pastores bíblicos, pero les encanta la guerra. Otra contradicción occidental obsoleta y malsana.
En 1980, otro pastor Demócrata llega al poder y por sus manejos histriónicos en Irán, estuvo al borde de crear otro conflicto mundial. Lo salvó la campaña porque nos había devuelto el Canal. No obstante seguimos pagando el cambio del orden mundial, desde su llegada a la Casa Blanca. Y ahora en el 2020, el último pastor de la catedral Demócrata asciende a la Casa Blanca.
Es el de mayor edad de todos los pastores Demócratas de la iglesia católica americana. Es el genuino pastor de la biblia pre Romana y de la parábola de marras de este escrito, se trata de Joe Biden, octogenario, imagen y semejanza de los Caballeros de San Jorge del siglo XVI, durante los tiempos de Soliman el Magnífico, el “Aïeul” de Erdogan.
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Biden es un personaje bíblico y el que mejor ha encarnado la parábola del Pastor y los borregos frente al pobre lobo despiadado de las estepas de Europa oriental. Encarna al pastor de Nostradamus, al de San Pedro y al de Moisés, y pensamos también que al de “Allahaukbar”.
No obstante, ha surgido un lobo desde las estepas del Más Allá, y esta vez nadie sabe muy bien y a ciencia exacta, cuál será el final de esta parábola milenaria, que cuenta la vida de la humanidad, a través de los borregos, el pastor y el lobo.
¿Quién vencerá? ¿El Pastor o el Lobo? porque los ovinos no pueden vencer, según la leyenda milenaria.
Amigo lector, los invitamos a usar únicamente sus neuronas y a tratar de proyectar, que va a ocurrir en el futuro con la parábola bíblica de estos tres personajes milenarios: los ovinos, el pastor y el lobo.
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