Colón
Al oído del MOP
- Dorindo Jayan Cortez
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- opinion@epasa.com
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Es cierto que la ciudad de Colón merece y necesita mucha inversión. Más recursos, incluso, de lo que se ha designado para su renovación. Sin embargo, también es cierto que hay falta de visión, un descuido, al no tomarse en cuenta que el Colón de hoy no es aquel de hace dos décadas. Que ha operado una profunda transformación respecto al movimiento poblacional y lo que respecta a la ocupación de los espacios.
Hay que pegar el grito al oído del Ministerio de Obras Públicas. El tránsito vehicular de Sabanitas hacia las comunidades de Puerto Pilón, continuando hacia María Chiquita y Portobelo es un caos. Es una vía que debe incentivar el turismo, pero que no reúne las condiciones mínimas. Para colmo, se vive un tranque que mortifica. ¿Y qué hace el MOP? Nada. ¿Tiene Obras Públicas algún plan que proyecte atención a este problema? La respuesta es la de siempre: "no".
Cuando se habla de Colón y de los tantos problemas que la afectan se tiende, por lo general, a reducir la problemática a las 16 calles y avenidas. También es el caso de las soluciones que se proyectan, siempre o casi siempre, concentradas en el área urbana de la ciudad. De esta manera, si bien es cierto que "Colón ha vivido en el olvido", este abandono es mayor cuando se observa la poca, para no decir nula, atención que recibe el resto de las comunidades de la provincia.
Para constatar lo aquí señalado basta recordar el Plan Juan Demóstenes Arosemena, el de los 130 millones de 1979. Este fue promovido cuando Panamá incrementaba su patrimonio en razón del proceso de reversión del Torrijos-Carter. Años después, con las luchas del Movimiento de desempleados (Modesco) y el dinero entregado con la administración del presidente Endara, la historia fue la misma: los recursos y proyectos se concentraron en las 16 calles.
Y, ¿qué decir del Plan de Renovación puesto en ejecución por el actual gobierno? Hasta donde se sabe la citada renovación es para revivir el casco de la ciudad. Para dar soporte al Puerto Libre. Los recursos se invierten en los dos corregimientos que integran la ciudad: Barrio Norte y Barrio Sur. Los proyectos financiados con los $500 millones no toman en cuenta al resto de la provincia, es decir, 38 de los 40 corregimientos.
Es cierto que la ciudad de Colón merece y necesita mucha inversión. Más recursos, incluso, de lo que se ha designado para su renovación. Sin embargo, también es cierto que hay falta de visión, un descuido, al no tomarse en cuenta que el Colón de hoy no es aquel de hace dos décadas. Que ha operado una profunda transformación respecto al movimiento poblacional y lo que respecta a la ocupación de los espacios. El crecimiento de la población, el número de unidades habitacionales, la cantidad de comercios, todo esto se ha cuadruplicado en las dos últimas décadas. Asistimos, la urbanización acelerada de las afueras de la ciudad, pero sin que se adecuen las obras públicas exigidas. No puede hablarse de un "nuevo Colón" solo para el área citadina.
Corregimientos como Cristóbal, Cativá, Sabanitas y Puerto Pilón han evolucionado significativamente. Un sinnúmero de barriadas han aparecido y las nuevas construcciones no se detienen. Sin embargo, la red vial no responde a ese crecimiento ni al nuevo panorama de urbanización. Tampoco se observa, en la política de gobierno, la preocupación y, menos las acciones, que responda a las necesidades de estas áreas poblacionales que, buscando calidad de vida, se ven frustradas por la poca o nula actuación gubernamental.
Docente universitario
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