Aspectos de una obra
Publicado 2003/02/14 00:00:00
- Milagro B. de Calvo
La interpretación correcta de una obra literaria ofrece problemas al estudioso que desee transitar por esas áreas, ya que se hace necesario el conocimiento de nociones elementales que permiten lograr el objetivo. El significado de los conceptos elementales y su adecuado manejo corresponden a aspectos especiales de la obra y se consideran nociones elementales analíticas. Los conceptos elementales no son sólo parte del lenguaje técnico de la ciencia de la literatura, sino del lenguaje común y cotidiano. Para el aprendiz, los obstáculos se encuentran en el hecho de que la expresión científica se diferencia, generalmente, del significado vulgar. La obra consta de dos aspectos primordiales: el contenido y la forma.
Igualmente, los conceptos elementales se agruparan en conceptos referentes al contenido y los relacionados a la forma. Si la obra indicara que existe una fuente que compruebe su verdad histórica, a ésta se le otorgaría, posteriormente, un mayor valor. Este hecho es notorio durante la Edad Media cuando algunos autores de novelas cortesanas hacían referencia al origen e iniciadores de las mismas. El hecho de admitirlo obedecía a que en aquella época el público concedía escaso mérito a una obra cuyos contenidos y personajes fueron consecuencia de la invención del autor. La originalidad la valoraban en la adaptación que hacía el autor del contenido de la obra. Por ejemplo: la mayoría de las tragedias griegas dramatizan mitos familiares de pueblo. Los dramas históricos de Shakespeare tienen un fuerte contenido vivo fuera de la obra, y también los otros que no lo son.
En las obras dramáticas son escasos los ejemplos en donde el poeta invierte el tema; se ha llegado a la conclusión de que la mayoría de los dramas tratan de asuntos existentes. En la epopeya parece ser necesario hacer alusión a hechos que existen fuera de la obra.
La novela en cambio, pareciera requerir que su contenido sea obra de la imaginación del autor. Estudios críticos nos hacen comprender que el contenido de la narración es de poca importancia en la clasificación artística de una obra.
Igualmente, los conceptos elementales se agruparan en conceptos referentes al contenido y los relacionados a la forma. Si la obra indicara que existe una fuente que compruebe su verdad histórica, a ésta se le otorgaría, posteriormente, un mayor valor. Este hecho es notorio durante la Edad Media cuando algunos autores de novelas cortesanas hacían referencia al origen e iniciadores de las mismas. El hecho de admitirlo obedecía a que en aquella época el público concedía escaso mérito a una obra cuyos contenidos y personajes fueron consecuencia de la invención del autor. La originalidad la valoraban en la adaptación que hacía el autor del contenido de la obra. Por ejemplo: la mayoría de las tragedias griegas dramatizan mitos familiares de pueblo. Los dramas históricos de Shakespeare tienen un fuerte contenido vivo fuera de la obra, y también los otros que no lo son.
En las obras dramáticas son escasos los ejemplos en donde el poeta invierte el tema; se ha llegado a la conclusión de que la mayoría de los dramas tratan de asuntos existentes. En la epopeya parece ser necesario hacer alusión a hechos que existen fuera de la obra.
La novela en cambio, pareciera requerir que su contenido sea obra de la imaginación del autor. Estudios críticos nos hacen comprender que el contenido de la narración es de poca importancia en la clasificación artística de una obra.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.