Basura: ¿De quién es la responsabilidad?
Dagoberto Franco | Presidente de la Fundación Guardianes del Ambiente
Hace aproximadamente un mes, una televisora local realizó una investigación bastante completa sobre la crisis de la basura que vive el país, y como parte de la investigación preguntaron: ¿De quién es la responsabilidad de la basura? Es obvio que para la mayoría de los ciudadanos, la responsabilidad de la basura es de las autoridades, llámese presidente de la República, director de la Autoridad de Aseo, gobernadores, alcaldes, representantes y corregidores.
La responsabilidad de la basura es de todos los ciudadanos y de todas las autoridades. El comportamiento de la población en general en cuanto a los residuos sólidos obedece en gran medida a una percepción errónea sobre quién es el responsable de reducir su generación, de asegurar su manejo ambientalmente adecuado, y de asumir los costos que derivan de su manejo integral, al suponer que son las autoridades municipales a quienes corresponde únicamente estas tareas.
Como política de Estado no se está haciendo nada para resolver la crisis de la basura que afecta a la mayoría de los municipios del país, a pesar de que mediante Decreto Ejecutivo N.° 34 de 26 de febrero de 2007 se aprobó la Política Nacional de Gestión Integral de Residuos No Peligrosos. Durante la administración pasada se expidió la Ley N.° 51 de 29 de septiembre de 2010, que crea la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario y adopta disposiciones para la eficacia de su gestión.
También se reglamentó la Ley 34 de 2007 a través del Decreto Ejecutivo N.° 1445 de 13 de diciembre de 2011, que crea las bases legales que permite sancionar por la quema de desechos sólidos a cielo abierto, arrojar desperdicios de cualquier tipo en áreas no autorizadas y utilizar bolsas o recipientes inapropiados para depositar basura. La ineficacia de estas normas, y de muchas otras, es una demostración de que si bien es cierto que las normas legales son necesarias, la realidad es que por sí solas no solucionan el problema de la basura.
Es patético ver todos los días en los noticieros a los alcaldes, los representantes y los directivos de la Autoridad de Aseo quejándose de que los ciudadanos no pagan el servicio de basura y que tiran la basura en donde les da la gana. Y para completar el estribillo, terminan amenazando con sancionar a los cochinos. Es lamentable que todavía nuestras autoridades piensen que sancionando a los cochinos van a resolver la crisis de la basura.
En lo primero que tienen que mentalizarse los alcaldes es que ellos de manera aislada no van a solucionar el problema de la basura en sus respectivos municipios mientras los órganos Ejecutivo y Legislativo no tomen la decisión de establecer una Estrategia Nacional para la Gestión Integral de Residuos Sólidos, de la que es parte esencial una ley por el cual se crea el Programa Nacional de Manejo de Residuos Sólidos, cuya reglamentación debe tomar en cuenta todas las aristas en cuanto a la trazabilidad, comenzando en las casas y terminando en el lugar de sus disposición final.
Hay que estar claro que resolver la crisis de la basura lleva muchos años, porque el mayor obstáculo es la falta de conocimiento. No es que la gente quiera destruir su medioambiente, es simplemente que no comprenden en qué forma sus acciones afectan al mundo. Por ello, para hacerle frente a esta crisis se requiere: educación ambiental; buscar una fórmula efectiva para obligar a los ciudadanos a que paguen por la recolección de la basura; se debe implementarse un Programa Nacional de Manejo de Residuos Sólidos que sea eficaz y no una norma que quede en el papel y sancionar a los cochinos y que haya certeza del castigo.
La realidad es que las autoridades no se están enfocando en la raíz del problema, sino en los síntomas. Por lo que se hace necesario que los alcaldes, que en principio son los llamados a garantizar un buen servicio de recolección de basura (con más razón ahora que se apruebe la descentralización municipal), deben asumir el liderazgo de enfrentar la crisis de la basura de manera integral, convocando tanto al Ejecutivo como al Legislativo, para diseñar una Estrategia Nacional para la Gestión Integral de Residuos Sólidos. De lo contrario, las calles, quebradas y ríos seguirán inundados en basura por sécula seculórum.
Es lamentable que las inundaciones de las que son víctimas miles de panameños se hayan producido en parte porque los mismos afectados de manera consuetudinaria irrespetan la naturaleza, tirando a las quebradas y ríos, desde hojas de papel hasta refrigeradoras. Ciertamente que los fenómenos naturales no se pueden evitar. Pero las inundaciones pudieran minimizarse si los panameños fueran más amigables con el ambiente.
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