Carnavales de antier y de hoy
Publicado 1999/02/20 00:00:00
- Katherine Palacio P./CrÃtica
Reaparezco con mis carnavales y mis preocupaciones. Lo que sucede es que yo recuerdo, como dice alguien en un periódico, mis carnavales de antier, porque los de ayer tampoco son los mismos.
Se habla tanto de que el IPAT debe promover turísticamente nuestras fiestas y de que vienen no sé cuántos miles de seres a ver el carnaval. ¿A ver qué? A ver tarimas en donde tocan orquestas, conjuntos, cantantes famosos, y unos cientos de panameños viéndolos con caras de tontos, aunque algunos pocos bailaban solos. No se notaba alegría; son personas que ven gratuitamente las orquestas y luego se van a casa. ¿Es eso lo que presentan a los turistas?
¿A ver qué? La reina y sus princesas bailando solas, porque no tenían edecanes que las acompañaran, en las tarimas. Cuando las cámaras enfocaban al público se notaba que no tenía alegría ni mostraban atracción por su soberana que antes levantaban mística. A pesar de la belleza de la reina, no era esa la forma de presentarla al público, un público frío e indiferente.
Si los pueblos interioranos promueven sus carnavales, los visitantes van a ver indecencias, espectáculos denigrantes; carros alegóricos hermosos y costosos, pero que entran al parque de Las Tablas a la 1 de la madrugada, con una desconsideración que va hasta la malacrianza.
Este año no fui a Las Tablas y traté de ver mi carnaval en televisión. ¡Dios del alma! ¿Qué sucede con las televisoras? Tanto esplendor, tanto esfuerzo, tanto dinero gastado por ambas tunas, tanta belleza, y... lo único que muestran es lo vulgar que ralla en lo asqueroso, porque no quisieron pagarle a las tunas por la presentación. ¿Cómo son los carros alegóricos. Cómo van vestidas las reinas en los culecos? Lo único que he visto es montones de jóvenes mojados y bailando.
¿Y queremos que el IPAT promueva estas fiestas que de antaño sólo tienen el recuerdo? Sinceramente, siento tristeza por lo que sucede. ¿A dónde han quedado las carrozas hermosas que embellecían las calles de Panamá con sus desfiles? Ahora tenemos que esperar a diciembre para que Mayín nos las muestre, porque lo que es el carnaval no las veremos.
No sé quiénes forman la Junta de Carnaval; pero, así no se rinde honor al rey Momo en fecha tan importante para los panameños. Presiento que la idea de la Junta es ir acabando poco a poco con las fiestas, dejándolas morir por inanición. Realmente, si algún turista ha venido a gozar de carnavales en Panamá, ha perdido miserablemente el tiempo y su dinero.
No sé si sea la edad que me ha puesto nostálgica, pero prefiero los carnavales de antier o antes de ayer; prefiero los años en que las televisoras mostraban el verdadero carnaval tableño; en que los culecos eran alegres y podían bailarse.
Ahora el rey Momo está también triste; ahora los tableños no tenemos ni carnaval ni aliados; ahora el IPAT no puede, por más esfuerzos que haga, promover cuatro días de carnavales; ahora hemos tocado fondo y es hora de pensar en salir de él para lograr una reconversión con ideas nuevas, intereses más puestos en Panamá, y con visión de mejores panameños.
Sólo así recuperaremos las fiestas que son nuestras y sólo nuestras, y evitar perderlas del todo.
Se habla tanto de que el IPAT debe promover turísticamente nuestras fiestas y de que vienen no sé cuántos miles de seres a ver el carnaval. ¿A ver qué? A ver tarimas en donde tocan orquestas, conjuntos, cantantes famosos, y unos cientos de panameños viéndolos con caras de tontos, aunque algunos pocos bailaban solos. No se notaba alegría; son personas que ven gratuitamente las orquestas y luego se van a casa. ¿Es eso lo que presentan a los turistas?
¿A ver qué? La reina y sus princesas bailando solas, porque no tenían edecanes que las acompañaran, en las tarimas. Cuando las cámaras enfocaban al público se notaba que no tenía alegría ni mostraban atracción por su soberana que antes levantaban mística. A pesar de la belleza de la reina, no era esa la forma de presentarla al público, un público frío e indiferente.
Si los pueblos interioranos promueven sus carnavales, los visitantes van a ver indecencias, espectáculos denigrantes; carros alegóricos hermosos y costosos, pero que entran al parque de Las Tablas a la 1 de la madrugada, con una desconsideración que va hasta la malacrianza.
Este año no fui a Las Tablas y traté de ver mi carnaval en televisión. ¡Dios del alma! ¿Qué sucede con las televisoras? Tanto esplendor, tanto esfuerzo, tanto dinero gastado por ambas tunas, tanta belleza, y... lo único que muestran es lo vulgar que ralla en lo asqueroso, porque no quisieron pagarle a las tunas por la presentación. ¿Cómo son los carros alegóricos. Cómo van vestidas las reinas en los culecos? Lo único que he visto es montones de jóvenes mojados y bailando.
¿Y queremos que el IPAT promueva estas fiestas que de antaño sólo tienen el recuerdo? Sinceramente, siento tristeza por lo que sucede. ¿A dónde han quedado las carrozas hermosas que embellecían las calles de Panamá con sus desfiles? Ahora tenemos que esperar a diciembre para que Mayín nos las muestre, porque lo que es el carnaval no las veremos.
No sé quiénes forman la Junta de Carnaval; pero, así no se rinde honor al rey Momo en fecha tan importante para los panameños. Presiento que la idea de la Junta es ir acabando poco a poco con las fiestas, dejándolas morir por inanición. Realmente, si algún turista ha venido a gozar de carnavales en Panamá, ha perdido miserablemente el tiempo y su dinero.
No sé si sea la edad que me ha puesto nostálgica, pero prefiero los carnavales de antier o antes de ayer; prefiero los años en que las televisoras mostraban el verdadero carnaval tableño; en que los culecos eran alegres y podían bailarse.
Ahora el rey Momo está también triste; ahora los tableños no tenemos ni carnaval ni aliados; ahora el IPAT no puede, por más esfuerzos que haga, promover cuatro días de carnavales; ahora hemos tocado fondo y es hora de pensar en salir de él para lograr una reconversión con ideas nuevas, intereses más puestos en Panamá, y con visión de mejores panameños.
Sólo así recuperaremos las fiestas que son nuestras y sólo nuestras, y evitar perderlas del todo.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.