¿Casas separadas por 97 centímetros?
Publicado 2001/02/16 00:00:00
- Grisel Bethancourt
Se imagina usted que al estacionar su auto no pueda salir porque la puerta de su carro choca con el vehículo de su vecino.
Esto es lo que le ocurre a los propietarios de las residencias G-13, G-14, G-15, G-16 y G-19, ubicadas en la urbanización Altos de La Castellana, en el corregimiento José Domingo Espinar, distrito de San Miguelito.
Cristian Alvarado, propietario de la residencia G-13 , denunció que existe una distancia entre la línea de propiedad de cada vivienda de sólo 97 centímetros, lo que contrasta con la distancia de 1.50 metros que establecían los planos originales del proyecto.
Señaló que la situación no permite que puedan entrar ni salir de sus carros, lo que es un peligro para sus vidas en caso de una emergencia.
Alvarado manifestó que en su caso particular su vecino de la G-14 tiene un auto grande, lo que dificulta más la situación al momento de estacionarse.
La propietaria de la vivienda G-15, la Profesora Yolanda de Chú, también denunció que enfrenta similar situación y peor aún porque su estacionamiento queda en una pendiente.
El propietario de la G-14, Alfonso Roy y el de la G-16 Marcelino González también tienen el mismo problema al momento de estacionarse.
"Nos sentimos estafados tanto por la bienes y raíces, Pedro porque nos hicieron una venta ilegal, y también por el Ing. Angel Muñoz del proyecto Desarrollo La Castellana y por el Municipio de San Miguelito por qué bajo que parámetros dieron el permiso de ocupación", manifestó el propietario Alvarado.
Explicó que los vecinos interpusieron una denuncia ante la Dirección de Obras Municipales y Desarrollo Urbano del Municipio de San Miguelito, cuyos funcionarios realizaron una inspección que determinó distancia de hasta 97 centímetros entre una residencia y otra.
El denunciante advirtió que los propietarios de las cuatro residencias están pidieron que los indemnice, los reubiquen o en última instancia la empresa derrumben las casas y las construya de nuevo.
"Iremos hasta la últimas consecuencias porque nos sentimos burlados con una vivienda muy costosas y además no nos merecíamos esto", aseguró Alvarado.
Manifestó que la constructora irrespetó las normas de construcción que establece obras municipales.
Cuestionó a la Dirección de Obras Municipales de San Miguelito porque no se explica cómo aprobaron el proyecto sin antes inspeccionar el área de construcción de las casas.
"Qué inspección hicieron estos funcionarios", preguntó el propietario.
Por otro lado, el propietario Marcelino González, denunció que la empresa constructora ha realizado 42 modificaciones al contrato de compra- venta sin notificar a los dueños de las casas.
Además del problema con los estacionamientos, los propietarios denunciaron que la empresa no ha cumplido con los rellenos de sus terrenos hasta el muro de contención que se construyó.
Indicaron que las residencias tienen algunas rajaduras aunque reconocieron que la constructora se ha esforzado en sellarlas, pero que han vuelto a aparecer.
Los vecinos señalaron que los acabados de las casas son diferentes a los que la empresa les presentó en la casa modelo y en los planos.
Por ejemplo citaron que la empresa prometió que todos los muebles de la cocina serían de playwood y en las viviendas entregadas no son de ese material.
Precisaron que en también establecieron que el techo de la terraza llevaría gympsum y las casas carecen de este tipo de material.
Los propietarios cuentan con residencias del modelo Segovia y Valladolid.
Por otro lado, denunciaron que sus casas de valor superior a los B/.40 mil están juntos con residencias de B/.24 mil, lo que calificaron como un "engaño" de la promotora porque les aseguraron que sería una urbanización exclusiva.
En tanto, la familia Abrego que residen en la casa A45, en La Castellana, se quejaron de los olores del tanque séptico y de la inseguridad en el área.
El jefe de la familia, Juvenal Abrego, manifestó que hace un mes fue víctima de un asalto a mano armada a pocos metros de su residencia por un grupo de mozalbetes.
Indicó que las casas quedan cerca de una caserío llamado Valle de Urracá en San Miguelito y cuyos vecinos pasan sin autorización por sus terrenos porque no hay una cerca que los divida.
Solicitó a la Policía Nacional a que custodie la barriada porque tienen que pasar las 24 horas encerrados por temor a ser asaltados.
El vecino mostró su alarma porque las casas fueron construidas cerca de una torre de transmisión eléctrica que según información que tienen desprenden radiaciones peligrosas.
En cuanto al tanque séptico, indicó que desprende malos olores por la forma abierta en que fue construido y además gran cantidad de moscas merodean por sus casas y patios.
Por otro lado, los ingenieros Angel Muñoz y Ricaurte Ruíz de la empresa Desarrollo La Castellana, negaron las denuncias de los propietarios.
Muñoz manifestó que la Dirección de Obras Municipales de San Miguelito permite una distancia hasta de un metro desde el punto de retiro lateral entre las viviendas.
"Las viviendas están ubicadas dentro de las normas de desarrollo urbano que exige ingeniería municipal y el Ministerio de Vivienda", destacó el portavoz de la empresa.
Aseguró que actualmente el Municipio de San Miguelito realiza las investigaciones para averiguar si hay violaciones a las normas de desarrollo urbano y que en caso tal que se compruebe eso, la empresa estaría dispuesta a corregir los errores.
Aunque Muñoz reiteró que las distancias entre las casas ya fueron verificadas mucho meses antes por el Municipio de San Miguelito cuando otorgó el permiso de ocupación.
"Si no se hubieran cumplido las normas de desarrollo urbano el Municipio de San Miguelito no nos hubiera aprobado la ocupación de la vivienda", advirtió el representante de Desarrollo La Castellana.
"reconocemos que puede haber una incomodidad a la hora de salir de los carros, pero no es una imposibilidad", manifestó el Ingeniero Muñoz.
Negó que haya estafa por parte de la empresa porque para que ocurra ese delito tiene que existir dolo y el interés de la compañía no es el de engañar.
La fuente destacó que la empresa nunca ha cerrado las puertas del diálogo a los propietarios y por ello no se explican por qué han acudido ante los medios de comunicación social a deslindar el caso cuando les han dado algunas prerrogativas como materiales para construir un muro de contención y otras.
Precisó que la empresa construyó el muro de contención gratis a los propietarios de la viviendas, cosa que no estaba incluido en el costo de las casas.
En ese sentido, indicó que la empresa ha sido benevolente con muchos de los propietarios que la acusan porque están morosos en el pago del abono y inicial y letras de las casas.
"Ellos ( los propietarios) deben dinero de intereses atrasados y le hemos dado plazos cómodos para que paguen", agregó.
También negó que Desarrollo La Castellana haya incumplido con el contrato de compra- venta y los diseños de interiores de las residencias.
"Ninguna casa modelo es igual a la que usted compra", expresó Muñoz al rebatir la queja de los moradores de que la casa que compraron no se asemeja en nada a la que le fue vendida a través de una modelo.
Esto es lo que le ocurre a los propietarios de las residencias G-13, G-14, G-15, G-16 y G-19, ubicadas en la urbanización Altos de La Castellana, en el corregimiento José Domingo Espinar, distrito de San Miguelito.
Cristian Alvarado, propietario de la residencia G-13 , denunció que existe una distancia entre la línea de propiedad de cada vivienda de sólo 97 centímetros, lo que contrasta con la distancia de 1.50 metros que establecían los planos originales del proyecto.
Señaló que la situación no permite que puedan entrar ni salir de sus carros, lo que es un peligro para sus vidas en caso de una emergencia.
Alvarado manifestó que en su caso particular su vecino de la G-14 tiene un auto grande, lo que dificulta más la situación al momento de estacionarse.
La propietaria de la vivienda G-15, la Profesora Yolanda de Chú, también denunció que enfrenta similar situación y peor aún porque su estacionamiento queda en una pendiente.
El propietario de la G-14, Alfonso Roy y el de la G-16 Marcelino González también tienen el mismo problema al momento de estacionarse.
"Nos sentimos estafados tanto por la bienes y raíces, Pedro porque nos hicieron una venta ilegal, y también por el Ing. Angel Muñoz del proyecto Desarrollo La Castellana y por el Municipio de San Miguelito por qué bajo que parámetros dieron el permiso de ocupación", manifestó el propietario Alvarado.
Explicó que los vecinos interpusieron una denuncia ante la Dirección de Obras Municipales y Desarrollo Urbano del Municipio de San Miguelito, cuyos funcionarios realizaron una inspección que determinó distancia de hasta 97 centímetros entre una residencia y otra.
El denunciante advirtió que los propietarios de las cuatro residencias están pidieron que los indemnice, los reubiquen o en última instancia la empresa derrumben las casas y las construya de nuevo.
"Iremos hasta la últimas consecuencias porque nos sentimos burlados con una vivienda muy costosas y además no nos merecíamos esto", aseguró Alvarado.
Manifestó que la constructora irrespetó las normas de construcción que establece obras municipales.
Cuestionó a la Dirección de Obras Municipales de San Miguelito porque no se explica cómo aprobaron el proyecto sin antes inspeccionar el área de construcción de las casas.
"Qué inspección hicieron estos funcionarios", preguntó el propietario.
Por otro lado, el propietario Marcelino González, denunció que la empresa constructora ha realizado 42 modificaciones al contrato de compra- venta sin notificar a los dueños de las casas.
Además del problema con los estacionamientos, los propietarios denunciaron que la empresa no ha cumplido con los rellenos de sus terrenos hasta el muro de contención que se construyó.
Indicaron que las residencias tienen algunas rajaduras aunque reconocieron que la constructora se ha esforzado en sellarlas, pero que han vuelto a aparecer.
Los vecinos señalaron que los acabados de las casas son diferentes a los que la empresa les presentó en la casa modelo y en los planos.
Por ejemplo citaron que la empresa prometió que todos los muebles de la cocina serían de playwood y en las viviendas entregadas no son de ese material.
Precisaron que en también establecieron que el techo de la terraza llevaría gympsum y las casas carecen de este tipo de material.
Los propietarios cuentan con residencias del modelo Segovia y Valladolid.
Por otro lado, denunciaron que sus casas de valor superior a los B/.40 mil están juntos con residencias de B/.24 mil, lo que calificaron como un "engaño" de la promotora porque les aseguraron que sería una urbanización exclusiva.
En tanto, la familia Abrego que residen en la casa A45, en La Castellana, se quejaron de los olores del tanque séptico y de la inseguridad en el área.
El jefe de la familia, Juvenal Abrego, manifestó que hace un mes fue víctima de un asalto a mano armada a pocos metros de su residencia por un grupo de mozalbetes.
Indicó que las casas quedan cerca de una caserío llamado Valle de Urracá en San Miguelito y cuyos vecinos pasan sin autorización por sus terrenos porque no hay una cerca que los divida.
Solicitó a la Policía Nacional a que custodie la barriada porque tienen que pasar las 24 horas encerrados por temor a ser asaltados.
El vecino mostró su alarma porque las casas fueron construidas cerca de una torre de transmisión eléctrica que según información que tienen desprenden radiaciones peligrosas.
En cuanto al tanque séptico, indicó que desprende malos olores por la forma abierta en que fue construido y además gran cantidad de moscas merodean por sus casas y patios.
Por otro lado, los ingenieros Angel Muñoz y Ricaurte Ruíz de la empresa Desarrollo La Castellana, negaron las denuncias de los propietarios.
Muñoz manifestó que la Dirección de Obras Municipales de San Miguelito permite una distancia hasta de un metro desde el punto de retiro lateral entre las viviendas.
"Las viviendas están ubicadas dentro de las normas de desarrollo urbano que exige ingeniería municipal y el Ministerio de Vivienda", destacó el portavoz de la empresa.
Aseguró que actualmente el Municipio de San Miguelito realiza las investigaciones para averiguar si hay violaciones a las normas de desarrollo urbano y que en caso tal que se compruebe eso, la empresa estaría dispuesta a corregir los errores.
Aunque Muñoz reiteró que las distancias entre las casas ya fueron verificadas mucho meses antes por el Municipio de San Miguelito cuando otorgó el permiso de ocupación.
"Si no se hubieran cumplido las normas de desarrollo urbano el Municipio de San Miguelito no nos hubiera aprobado la ocupación de la vivienda", advirtió el representante de Desarrollo La Castellana.
"reconocemos que puede haber una incomodidad a la hora de salir de los carros, pero no es una imposibilidad", manifestó el Ingeniero Muñoz.
Negó que haya estafa por parte de la empresa porque para que ocurra ese delito tiene que existir dolo y el interés de la compañía no es el de engañar.
La fuente destacó que la empresa nunca ha cerrado las puertas del diálogo a los propietarios y por ello no se explican por qué han acudido ante los medios de comunicación social a deslindar el caso cuando les han dado algunas prerrogativas como materiales para construir un muro de contención y otras.
Precisó que la empresa construyó el muro de contención gratis a los propietarios de la viviendas, cosa que no estaba incluido en el costo de las casas.
En ese sentido, indicó que la empresa ha sido benevolente con muchos de los propietarios que la acusan porque están morosos en el pago del abono y inicial y letras de las casas.
"Ellos ( los propietarios) deben dinero de intereses atrasados y le hemos dado plazos cómodos para que paguen", agregó.
También negó que Desarrollo La Castellana haya incumplido con el contrato de compra- venta y los diseños de interiores de las residencias.
"Ninguna casa modelo es igual a la que usted compra", expresó Muñoz al rebatir la queja de los moradores de que la casa que compraron no se asemeja en nada a la que le fue vendida a través de una modelo.
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