Opinión
Conociendo Londres en un fin de semana
- Jaime Figueroa Navarro
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- - Publicado: 05/8/2024 - 12:00 am
Planificando nuestras vacaciones anuales, a mediados del año pasado ojeamos una escapatoria de 10 noches a bordo del crucero Norwegian Dawn, zarpando desde Southampton, puerto a 2 horas en tren que sirve a la capital británica el lunes 26 de agosto, es decir, dentro de 3 semanas.
Escogimos Norwegian por su informalidad: se puede echar un bocado en el horario que más convenga, en el restaurante que le plazca y con la compañía de su deleite. Su programa todo incluido incluye bebidas (nos place tomar una copita de vino con la cena sin que nos sorprenda el cuenton al final del viaje) y su zarandeo por vestimenta relajada (optamos por prendas ligeras, tipo Columbia o Patagonia, de rápido secado, que podemos lavar en el camarote al final de la jornada, ahorrando el carísimo costo del servicio de lavandería y evitando que nuestra ropa se restriegue con la de otros pasajeros de posible dudosa higiene).
Seleccionamos el buque Norwegian Dawn por su tamaño mediano pequeño, ideal para agilizar el tiempo de desembarque en cada escala europea porque así nos permite ampliar el olfateo del destino, aboliendo las infernales filas de sus herculeos homólogos.
Es así como visitaremos Dublín y Cork, Irlanda; Corfe y Portland, Inglaterra; Rouen, Francia; Bruselas, Bélgica; Zaandam y Edam, Holanda y Copenhague, Dinamarca en pleno verano septentrional gozando del frescor primaveral de Boquete, relevando la sedosidad del mediodía istmeño.
Conversando sobre el tema con mi hija Patricia Mercedes y su consorte Mateo, realzamos su entusiasmo en acompañarnos, colaborándoles con el enganche. Siendo su primera visita a Londres, optamos por extender nuestra estancia de viernes en la tarde a lunes en la mañana.
Escudriñando las opciones de hospedaje, seleccionamos el hotel Premier Inn Paddington Basin, alojamiento de 4 estrellas incluyendo generosos desayunos, ubicándose el aposento cercano a la estación de tren Paddington, primera escala del expreso que origina en el aeropuerto de Heathrow, en 26 minutos, la formula más expedita, económica y práctica de transporte.
Para aquellos primerizos en Londres resulta importante subrayar que afamada marca de abrigos London Fog realza el "fog" (neblina) por su clima bien húmedo, preñado de inesperados bajareques por lo que el paraguas es de rigor.
Recuerdo durante nuestra primera visita que mi esposa Mayin señalaba a las damas haciendo hincapié sobre sus alborotados cabellos. Para su sorpresa, de retorno al hotel al echar una mirada al espejo se dio cuenta de que su pelambre estaba igual de "horroroso". La próxima jornada le procure mi gorra de béisbol.
La mejor forma de conocer Londres es optando por la modalidad de autobuses de dos niveles, cuyo costo por 48 horas es de 50 libras esterlinas, incluyendo un crucero por el río Támesis, guía de audio disponible en 11 idiomas, WiFi gratuito y 39 paradas cercanas a atracciones turísticas, con la opción de subir y bajar del autobús a su conveniencia. Sin duda, optaremos por esta alternativa.
Como se cruza el charco una vez en Cuaresma y porque el cambio de horario provoca agobios las primeras jornadas, posterior al enganche optamos por extender nuestra travesía en lo que se conoce como modalidad "back to back" en la jerga de cruceros. Es decir, desde nuestro puerto final de Copenhague en la primera fase, continuaremos nuestro quijotear en el mismo buque por 10 jornadas adicionales visitando destinos del Mar Báltico, con escalas en Oslo, Noruega; Berlín, Alemania; Gdansk, Polonia; Klaipeda, Lituania; Riga, Latvia; Tallinn, Estonia; Helsinki, Finlandia, desembarcando finalmente en Estocolmo, Suecia.
Así exprimimos el jugo a nuestro mecer incluyendo 14 países a los narrativos que compartiremos con familiares, amistades y nietos porque la vida es una y nuestro bregar es limitado. ¡Y no olvide al visitar la capital británica, empacar su gorra para evitar sobresaltos!
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