Cristiandad oriental
Publicado 2001/07/28 23:00:00
- José Pineda
Con la incursión efectuada con estos escritos siguiendo la ruta del Pontífice, descubro cuán poco sabemos nosotros de esa gran masa de hermanos en la fe cristiana que viven según el Rito Oriental. En la Iglesia Oriental, no siguen el rito latino sino el ritmo bizantino. ¿Por qué esa diferencia? Curioso, los que siguen el ritmo bizantino, unos están en comunión con el Papa de Roma, y otros no, la gran mayoría. Todo esto tiene su explicación histórica que nos lleva a ver la trascendencia de estos viajes papales.
Usamos la palabra ortodoxo. Según el diccionario: Calificativo que sus adeptos dan a ciertos religiosos de la Europa Oriental que niegan que el Espíritu Santo procede del Hijo, como la iglesia griega y rumana.
Si ellos son ortodoxos, entonces los demás, heterodoxos. Es decir que no se ajustan ni se están conforme con el dogma.
Sin embargo, no pensamos así. Creo que con humildad podemos decir que nosotros nos consideramos los ortodoxos, aunque no nos llamemos tales. Todos nos creemos ortodoxos, ellos y nosotros.
Las visitas del Papa a estas tierras del Este Europeo y del Medio Oriente se caracterizan por su índole ecuménica. En sus declaraciones se deja en claro que no tienen fines proselitistas. Es el gesto de la mano tendida para acercarnos. Alguien tiene que dar el primer paso.
"¡Unidad y concordia! Este es el secreto de la paz" -afirmó el Pontífice en su despedida en el aeropuerto internacional de Lvov, el 27 de junio de 2001. "Es el secreto de la paz y la condición de un progreso social auténtico y estable. Gracias a esta sinergia de intenciones y acciones, Ucrania, patria de fe y de diálogo, podrá ver reconocida su dignidad en la asamblea de naciones".
En la audiencia general del miércoles 4 de julio renovó el Papa su agradecimiento al presidente Leonid Kuchma, y a las demás autoridades de Estado que lo acogieron con gran cordialidad y lo dispusieron todo para el buen fin de su viaje.
"Es en Kiev, la cuna del cristianismo en la Europa Oriental, desde la cual hace más de mil años se difundió la fe y la civilización cristianas por el Oriente Europeo. Es para el Papa, esa situación como un significativo "taller" en el que coexisten la tradición cristiana oriental y la latina".
Y sigue comentando: "Fue para mí una experiencia inolvidable presidir en Kiev y en Lvov solemnes celebraciones eucarísticas en rito latino y en rito bizantino -ucraniano. Ha sido como vivir la liturgia "con dos pulmones". Así era a finales del primer milenio, tras al bautismo de Rus" y antes de la infausta división entre Oriente y Occidente. Juntos hemos orado para que la diversidad de las tradiciones no impida la comunión en la fe y en la vida eclesial. Ut unum sint: las palabras de la emocionada oración de Cristo han resonado elocuentes en esa "tierra de frontera", cuya historia lleva escrita en la sangre la llamada a ser "puente" entre hermanos divididos.
He señalado tan peculiar vocación ecuménica de Ucrania al reunirme con el Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas. De él forman parte representantes de las iglesias cristianas, de las comunidades musulmana y judía y de otras confesiones religiosas. Se trata de una institución que promueve los valores espirituales, fomentando un clima de entendimiento entre comunidades religiosas diferentes. Y ello resulta aún más importante en un país que ha sufrido de manera gravísima la constricción de la libertad religiosa. ¿Cómo no recordar que junto a muchos cristianos, también un número consistente de judíos fueron víctimas del fanatismo nazi y que muchos musulmanes fueron duramente perseguidos por el régimen soviético? Todos los creyentes en Dios, rechazando toda forma de violencia, están llamados a alimentar las imprescindibles raíces religiosas de todo humanismo auténtico".
Los nuevos beatos (30) hijos de Ucrania, tanto latinos como greco-católicos, son: Mykola Carneckyi y sus 24 compañeros mártires, entre los cuales figuran 7 obispos, trece sacerdotes, tres monjas y un laico, heroicos testigos de la fe durante el régimen comunista, Omeljan Kovc, sacerdote mártir bajo la ocupación nazi; el obispo Teodoro Romza, celoso pastor que pagó con la vida su fidelidad inquebrantable a la Sede de Pedro; José Bilczewski, docente de teología y ejemplar obispo Lvov de los latinos; Segismundo Gorazdowski, sacerdote, incansable apóstol de la caridad y de la misericordia; Josaphata Hordashevska, religiosa, fundadora de las monjas Esclavas de María Inmaculada.
El ecumenismo nació de los grandes cismas que han dividido a los cristianos, multiplicando a las iglesias, los dogmas y los ritos. Las primeras fracturas se dieron desde el segundo siglo después de Cristo. Con la expansión del cristianismo luego del Edicto de Milán a través del Oriente, los países del Mediterráneo y del Occidente, los cristianos particularmente los estudiosos, van a desarrollar progresivamente corrientes de pensamiento sobre el cristianismo y su dogma. De esto resultan, algunas divergencias que engendran varios cismas profundos. Fracturas, heridas en el Cuerpo de Cristo que se tratan de cicatrizar a través de estos edificantes esfuerzos.
Usamos la palabra ortodoxo. Según el diccionario: Calificativo que sus adeptos dan a ciertos religiosos de la Europa Oriental que niegan que el Espíritu Santo procede del Hijo, como la iglesia griega y rumana.
Si ellos son ortodoxos, entonces los demás, heterodoxos. Es decir que no se ajustan ni se están conforme con el dogma.
Sin embargo, no pensamos así. Creo que con humildad podemos decir que nosotros nos consideramos los ortodoxos, aunque no nos llamemos tales. Todos nos creemos ortodoxos, ellos y nosotros.
Las visitas del Papa a estas tierras del Este Europeo y del Medio Oriente se caracterizan por su índole ecuménica. En sus declaraciones se deja en claro que no tienen fines proselitistas. Es el gesto de la mano tendida para acercarnos. Alguien tiene que dar el primer paso.
"¡Unidad y concordia! Este es el secreto de la paz" -afirmó el Pontífice en su despedida en el aeropuerto internacional de Lvov, el 27 de junio de 2001. "Es el secreto de la paz y la condición de un progreso social auténtico y estable. Gracias a esta sinergia de intenciones y acciones, Ucrania, patria de fe y de diálogo, podrá ver reconocida su dignidad en la asamblea de naciones".
En la audiencia general del miércoles 4 de julio renovó el Papa su agradecimiento al presidente Leonid Kuchma, y a las demás autoridades de Estado que lo acogieron con gran cordialidad y lo dispusieron todo para el buen fin de su viaje.
"Es en Kiev, la cuna del cristianismo en la Europa Oriental, desde la cual hace más de mil años se difundió la fe y la civilización cristianas por el Oriente Europeo. Es para el Papa, esa situación como un significativo "taller" en el que coexisten la tradición cristiana oriental y la latina".
Y sigue comentando: "Fue para mí una experiencia inolvidable presidir en Kiev y en Lvov solemnes celebraciones eucarísticas en rito latino y en rito bizantino -ucraniano. Ha sido como vivir la liturgia "con dos pulmones". Así era a finales del primer milenio, tras al bautismo de Rus" y antes de la infausta división entre Oriente y Occidente. Juntos hemos orado para que la diversidad de las tradiciones no impida la comunión en la fe y en la vida eclesial. Ut unum sint: las palabras de la emocionada oración de Cristo han resonado elocuentes en esa "tierra de frontera", cuya historia lleva escrita en la sangre la llamada a ser "puente" entre hermanos divididos.
He señalado tan peculiar vocación ecuménica de Ucrania al reunirme con el Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas. De él forman parte representantes de las iglesias cristianas, de las comunidades musulmana y judía y de otras confesiones religiosas. Se trata de una institución que promueve los valores espirituales, fomentando un clima de entendimiento entre comunidades religiosas diferentes. Y ello resulta aún más importante en un país que ha sufrido de manera gravísima la constricción de la libertad religiosa. ¿Cómo no recordar que junto a muchos cristianos, también un número consistente de judíos fueron víctimas del fanatismo nazi y que muchos musulmanes fueron duramente perseguidos por el régimen soviético? Todos los creyentes en Dios, rechazando toda forma de violencia, están llamados a alimentar las imprescindibles raíces religiosas de todo humanismo auténtico".
Los nuevos beatos (30) hijos de Ucrania, tanto latinos como greco-católicos, son: Mykola Carneckyi y sus 24 compañeros mártires, entre los cuales figuran 7 obispos, trece sacerdotes, tres monjas y un laico, heroicos testigos de la fe durante el régimen comunista, Omeljan Kovc, sacerdote mártir bajo la ocupación nazi; el obispo Teodoro Romza, celoso pastor que pagó con la vida su fidelidad inquebrantable a la Sede de Pedro; José Bilczewski, docente de teología y ejemplar obispo Lvov de los latinos; Segismundo Gorazdowski, sacerdote, incansable apóstol de la caridad y de la misericordia; Josaphata Hordashevska, religiosa, fundadora de las monjas Esclavas de María Inmaculada.
El ecumenismo nació de los grandes cismas que han dividido a los cristianos, multiplicando a las iglesias, los dogmas y los ritos. Las primeras fracturas se dieron desde el segundo siglo después de Cristo. Con la expansión del cristianismo luego del Edicto de Milán a través del Oriente, los países del Mediterráneo y del Occidente, los cristianos particularmente los estudiosos, van a desarrollar progresivamente corrientes de pensamiento sobre el cristianismo y su dogma. De esto resultan, algunas divergencias que engendran varios cismas profundos. Fracturas, heridas en el Cuerpo de Cristo que se tratan de cicatrizar a través de estos edificantes esfuerzos.
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