Cristianismo y panameñidad
- Diego Domínguez Caballero
Este presente nuestro es una duración en que se aunan y rehunden lo que fuimos, lo que somos y lo que anhelamos ser. Esta es nuestra responsabilidad con la Patria. Y la Patria no es algo que está frente a nosotros como un objeto material o ideal. La Patria es algo de lo cual todos nosotros formamos parte y a la cual sólo podemos referirnos, individualmente, a partir de nuestra mismidad, como personas y, colectivamente, de nuestro ser como nación. Ciudadano y nación.
Se trata de la responsabilidad de nuestra conducta. Con nuestras acciones y determinaciones y como hombres y como ciudadanos, individual y colectivamente, originamos y conformamos el ser panameño.
222 Panameñidad es la lucha agónica que libramos los hombres de este país istmeño por hacernos nación. Una nación democrática.
En relación con el señalamiento de Monseñor Cedeño, personalmente, lo considero en la forma siguiente: Cristianismo, ya lo hemos expresado, es el esfuerzo por sacar al hombre de su animalidad y llevarlo a la humanidad y, si es posible, a través de Cristo, a la santidad.
Panameñidad es la lucha agónica que libramos los hombres de este país istmeño por hacernos nación. Una nación democrática.
El cristianismo puede ayudarnos a los panameños en este esfuerzo de forjar una auténtica nacionalidad.
En el fondo estoy apuntando a un intento moral, una empresa moral: Se trata, por una parte, de hacernos personas y, a la vez, ciudadanos conscientes que ayuden a Panamá a cumplir su destino.
Reitero: El cristianismo, además de religión, se caracteriza por ser un esfuerzo denodado para lograr, a través de la razón y del sentimiento, que el hombre surja y logre humanidad. Es aquí, a mi ver, donde está la universalidad del cristianismo.
Y es así como nuestra religión se presenta en este mundo de gran adelanto tecnológico y confusión espiritual, como paradigma y guía de una ética universal.
Pero, para poder cumplir la misión que acabamos de señalar, los cristianos y me dirijo especialmente, en esta oportunidad, a los católicos, debemos profundizar en el aspecto metafísico, ético y gnoseológico del cristianismo.
Se trata de captar lo esencial del talante humano, del mensaje cristiano, hacerlo parte de nuestra existencia cotidiana y mostrar, en la realidad de nuestro hacer, que la difícil lucha del creyente por conseguir la fe en Dios, se logra al llevar a la práctica esta afirmación fundamental: todo hombre es mi hermano. A través del amor a los hombres. Es camino seguro para lograr esa gracia que es la fe en Dios.
Y por, ese mismo camino del amor fraternal, sin prejuicios ni discriminaciones, lograremos los panameños consolidar nuestra nacionalidad.
-
Juan Pablo II, Christifideles Laici. Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo. Imprenta Ricaldone, El Salvador, 1987.
-
Juan Pablo II. Cruzando el Umbral de la Esperanza.Grupo Editorial, Norma, Barcelona 1994.
-
Karol Wojtyla, Max Scheler y la Etica Cristiana. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid MCMLXXXII.
-
Fides Et Ratio. Carta Encíclica. Juan Pablo II.
-
Abbé Pierre, Testamento. Editorial Lumen, Buenos Aires, Argentina.
-
Mons. José Dimás Cedeño Delgado. "La Iglesia Católica y las Independencias de Panamá. "Panorama Católico", 26 Nov. de 2000.
-
Diego Domínguez Caballero. Lo Panameño, Motivo y sentido de su Investigación. Etica para nuestro tiempo. Unesco, 1997.
-
Diego Domínguez Caballero. ¿Qué es lo panameño? El Panamá América, 27 de noviembre del 2002. Panamá, R.P.
(Ultima de dos entregas)
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.