CSS, una caja de paradojas
Publicado 2002/11/23 00:00:00
- Julio Berguido
Los acontecimientos de los últimos meses han precipitado nuevas revelaciones de "la caja de paradojas que es la Institución de Seguridad Social". Sólo unos cuantos dudan de la pérdida de credibilidad en la administración actual. Efecto éste producido por los continuos señalamientos de aumento de la planilla, el tráfico de influencia de la dirigencia sindical que, conyunturalmente, apoya a los directores circunstanciales. La política de adquisición de hospitales que no opera por la mala planificación de los que se creen gurúes de las ciencias económicas, y de planificación estratégica. La retórica gastada de la privatización en ciernes; el apologismo por una solidaridad de fantasías, que lejos de garantizar mejores beneficios, servicios de salud, un mejor abastecimiento de medicamentos, está creando las bases de un escepticismo a todos los niveles, con el riesgo de conducirnos eventualmente a no contar con garantía alguna de poder disfrutar nuestras jubilaciones.
Actualmente, nadie puede negar que los cotizantes activos, hemos sido solidarios con otros panameños que por la naturaleza del sistema, no pueden aportar. La actual situación económica que atraviesa el mundo más depauperado, y el nuestro, es uno de éstos, ha dado lugar a que éstos con todo derecho exijan atención de salud, medicamentos, el mejor uso y fiscalización de los recursos económicos, instalaciones adecuadas, y que el Estado asuma responsablemente su deber de ofrecer salud a los no cotizantes.
Los burócratas médicos y no médicos que hacen corro a las autoridades coyunturales de la Caja de Seguro Social (CSS), han demostrado su incapacidad de administración y gestión de la institución. No son sistemáticos en la política de revelar el incumplimiento en las aportaciones obrero patronales. Denunciarlos ante las instituciones del Estado para que se haga justicia por el daño ocasionado. Operan con métodos stalinistas, usando a empleados de menor remuneración económica, en sus marchas de apoyo en horas laborables por una causa, que todo indica ser un verdadero fracaso, o una idea delirante.
Los opositores a la privatización, vemos con preocupación el paso de vencendores de los apologistas encubiertos de la privatización. Recuerdan épocas históricas para olvidar, como fue el ascenso del nacional socialismo, uno de los episodios más negros de la historia alemana.
Los médicos de la CSS, gremio tradicionalmente conservador, paradójicamente vienen asumiendo posiciones de denunciar y exigir mejores condiciones de atención, medicamentos, etc. Estoicamente han resistido ataques, amenazas etc., por compañeros que asumen que sus posiciones administrativas de hoy son eternas.
Los administrativos y otros empleados no comprometidos con la política de sus dirigentes, permanecen en un silencio militante opositor a la línea emanada de los administradores. Observan el paso de improvisados coronados como asesores. De los jubilados médicos y no médicos vueltos a nombrar. Hastiados de escuchar discursos en contra de estas políticas, que emanan de figuras de la máxima jerarquía de la administración, y que demuestran ser auténticos " discursos de la mentira", que se han encarnado en la institución.
Los usuarios, desencantados y frustrados por las promesas que en su momento les vendieron los administradores. Las madrugadas por obtener cupos perduran.. . Siguen las farmacias y hospitales desabastecidos de medicamentos. La explicación más próxima a la realidad es el caos en planificación y organización. Los programas que por su naturaleza son fundamentales, no operan, debido a la incapacidad técnica de aquellos ungidos para su implementación.
A manera de mimetizar experiencias de otros confines, los llamados comités comunitarios, instalados por la actual administración, son un fracaso. Por su naturaleza no democrática, sino oportunista y ventajista, apostando por el llamado "juega vivo" panameño.
Esta situación no puede seguir el curso que tiene. Los riesgos son innumerables y exige rectificaciones inmediatas y nuevos enfoques alternativos, en aras de evitar lo que parece ser "el colapso de la Caja de Seguro Social".
Actualmente, nadie puede negar que los cotizantes activos, hemos sido solidarios con otros panameños que por la naturaleza del sistema, no pueden aportar. La actual situación económica que atraviesa el mundo más depauperado, y el nuestro, es uno de éstos, ha dado lugar a que éstos con todo derecho exijan atención de salud, medicamentos, el mejor uso y fiscalización de los recursos económicos, instalaciones adecuadas, y que el Estado asuma responsablemente su deber de ofrecer salud a los no cotizantes.
Los burócratas médicos y no médicos que hacen corro a las autoridades coyunturales de la Caja de Seguro Social (CSS), han demostrado su incapacidad de administración y gestión de la institución. No son sistemáticos en la política de revelar el incumplimiento en las aportaciones obrero patronales. Denunciarlos ante las instituciones del Estado para que se haga justicia por el daño ocasionado. Operan con métodos stalinistas, usando a empleados de menor remuneración económica, en sus marchas de apoyo en horas laborables por una causa, que todo indica ser un verdadero fracaso, o una idea delirante.
Los opositores a la privatización, vemos con preocupación el paso de vencendores de los apologistas encubiertos de la privatización. Recuerdan épocas históricas para olvidar, como fue el ascenso del nacional socialismo, uno de los episodios más negros de la historia alemana.
Los médicos de la CSS, gremio tradicionalmente conservador, paradójicamente vienen asumiendo posiciones de denunciar y exigir mejores condiciones de atención, medicamentos, etc. Estoicamente han resistido ataques, amenazas etc., por compañeros que asumen que sus posiciones administrativas de hoy son eternas.
Los administrativos y otros empleados no comprometidos con la política de sus dirigentes, permanecen en un silencio militante opositor a la línea emanada de los administradores. Observan el paso de improvisados coronados como asesores. De los jubilados médicos y no médicos vueltos a nombrar. Hastiados de escuchar discursos en contra de estas políticas, que emanan de figuras de la máxima jerarquía de la administración, y que demuestran ser auténticos " discursos de la mentira", que se han encarnado en la institución.
Los usuarios, desencantados y frustrados por las promesas que en su momento les vendieron los administradores. Las madrugadas por obtener cupos perduran.. . Siguen las farmacias y hospitales desabastecidos de medicamentos. La explicación más próxima a la realidad es el caos en planificación y organización. Los programas que por su naturaleza son fundamentales, no operan, debido a la incapacidad técnica de aquellos ungidos para su implementación.
A manera de mimetizar experiencias de otros confines, los llamados comités comunitarios, instalados por la actual administración, son un fracaso. Por su naturaleza no democrática, sino oportunista y ventajista, apostando por el llamado "juega vivo" panameño.
Esta situación no puede seguir el curso que tiene. Los riesgos son innumerables y exige rectificaciones inmediatas y nuevos enfoques alternativos, en aras de evitar lo que parece ser "el colapso de la Caja de Seguro Social".
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