Del nepotismo o enchufismo
Publicado 2002/04/24 23:00:00
- Eloy Grimaldos Méndez
Son muchos los políticos que han dejado conocer su sentir sobre el nepotismo o enchufismo, revelando ignorancia crasa sobre el tema. Por ello hemos querido hablar un poco sobre su origen etimológico, no sin antes dar a conocer su acepción de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española y la Ley.
Dice así el Diccionario de la Real Academia Española sobre el nepotismo: "Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos".
La Ley 9 del 20 de junio de 1994, que reglamenta la Carrera Administrativa en Panamá, prohíbe a los servidores públicos incurrir en nepotismo y para que no haya lugar a dudas ni ambigüedades, el artículo 2 de dicha ley define al nepotismo como "la falta administrativa en que incurre la autoridad nominadora que beneficia con nombramientos en puestos públicos, a su cónyuge, pareja de unión consensual y otros parientes dentro del tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad". Obsérvese que para que opere el nepotismo, de acuerdo con la Ley, es quien nombra a quien le está vedado designar en puestos públicos a las personas que se encuentran bajo los rangos descritos. Así, pues, no existirá nepotismo si los parientes de un Ministro de Estado son nombrados en un ministerio diferente al que éste ejerce la correspondiente cartera. No obstante, la Comisión Presidencial Anti Corrupción recomendó al Ejecutivo "establecer controles para evitar el nepotismo, en todas sus formas, en las instituciones públicas, incluyendo el nombramiento de grupos familiares que ejercen un poder decisorio institucional".
Con el propósito de obtener una concepción cabal del término nepotismo nos permitimos transcribir algunas consideraciones sobre el origen filológico del mismo: "Nepotismo proviene del latín nepotem, que en principio significa nieto. Pero no debió tener una historia muy sosegada en Roma la palabra nepotem, puesto que muy pronto pasó a significar también disipador, perdido, pródigo de sus bienes, libertino. Algún misterio tiene esta palabra que no nació con buen pie y nunca ha conseguido tener buena prensa. Es, por empezar, un término negativo: nepotem. El término potere está muy claro. Por consiguiente ne-potem sería el que no puede. En su forma plural, nepotes, tiene el siguiente significado: los descendientes, la posteridad, renuevos, vástagos nuevos y se usa tanto para animales como para plantas".
"El fenómeno del nepotismo se originó justamente en el contexto de una institución que ponía especial cuidado en que el patrimonio institucional no pudiera considerarse al mismo tiempo familiar (como ocurre, p. ej. en la monarquía), de manera que se evitarían las crisis que se plantean en cada transmisión. Y efectivamente así era. Mientras durante toda la Edad Media los reinos y señoríos sufrieron constantes conflictos sucesorios, saldados con guerras y asesinatos, muy a menudo la Iglesia transmitía pacíficamente sus posesiones sin que ello diese lugar a la crudeza de las luchas dinásticas. Los enfrentamientos y tensiones que hubo, tuvieron su origen en el nepotismo, que era el sucedáneo de la paternidad, y como tal menos virulento. La primera definición de nepotismo es, en efecto, la práctica de favorecer los dignatarios eclesiásticos a sus sobrinos. De ahí se ensanchó la definición al vicio de la Administración Pública de repartir los cargos no en razón de la valía, sino en razón del parentesco o de la afinidad de cualquier tipo. Se suele llamar hoy a esto "enchufismo".
Es de notar que para poder hablar de nepotismo es preciso que se trate de cargos públicos, de los que no son transmisibles por herencia. Es una incorrección de lenguaje y de concepto acusar a un empresario de practicar el nepotismo en su empresa, porque él sí que puede hacer lo que le dé la gana, porque la empresa es suya. Es lógico que él les dé cargos a sus hijos, o a quien quiera, en la empresa prescindiendo de si son los más aptos para ocuparlos, porque para él tiene prioridad absoluta de transferir la empresa a su hijo o a su sobrino.
El presente gobierno, además de practicar el nepotismo, tal como lo ha confesado y pretende justificar la Primera Mandataria, engañó al electorado pues durante el proceso electoral se manifestó en contra del nepotismo y ahora, en función de gobierno, es un entusiasta practicante. Un gobierno que no cumple con las promesas a sus electores es un gobierno ilegítimo.
Dice así el Diccionario de la Real Academia Española sobre el nepotismo: "Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos".
La Ley 9 del 20 de junio de 1994, que reglamenta la Carrera Administrativa en Panamá, prohíbe a los servidores públicos incurrir en nepotismo y para que no haya lugar a dudas ni ambigüedades, el artículo 2 de dicha ley define al nepotismo como "la falta administrativa en que incurre la autoridad nominadora que beneficia con nombramientos en puestos públicos, a su cónyuge, pareja de unión consensual y otros parientes dentro del tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad". Obsérvese que para que opere el nepotismo, de acuerdo con la Ley, es quien nombra a quien le está vedado designar en puestos públicos a las personas que se encuentran bajo los rangos descritos. Así, pues, no existirá nepotismo si los parientes de un Ministro de Estado son nombrados en un ministerio diferente al que éste ejerce la correspondiente cartera. No obstante, la Comisión Presidencial Anti Corrupción recomendó al Ejecutivo "establecer controles para evitar el nepotismo, en todas sus formas, en las instituciones públicas, incluyendo el nombramiento de grupos familiares que ejercen un poder decisorio institucional".
Con el propósito de obtener una concepción cabal del término nepotismo nos permitimos transcribir algunas consideraciones sobre el origen filológico del mismo: "Nepotismo proviene del latín nepotem, que en principio significa nieto. Pero no debió tener una historia muy sosegada en Roma la palabra nepotem, puesto que muy pronto pasó a significar también disipador, perdido, pródigo de sus bienes, libertino. Algún misterio tiene esta palabra que no nació con buen pie y nunca ha conseguido tener buena prensa. Es, por empezar, un término negativo: nepotem. El término potere está muy claro. Por consiguiente ne-potem sería el que no puede. En su forma plural, nepotes, tiene el siguiente significado: los descendientes, la posteridad, renuevos, vástagos nuevos y se usa tanto para animales como para plantas".
"El fenómeno del nepotismo se originó justamente en el contexto de una institución que ponía especial cuidado en que el patrimonio institucional no pudiera considerarse al mismo tiempo familiar (como ocurre, p. ej. en la monarquía), de manera que se evitarían las crisis que se plantean en cada transmisión. Y efectivamente así era. Mientras durante toda la Edad Media los reinos y señoríos sufrieron constantes conflictos sucesorios, saldados con guerras y asesinatos, muy a menudo la Iglesia transmitía pacíficamente sus posesiones sin que ello diese lugar a la crudeza de las luchas dinásticas. Los enfrentamientos y tensiones que hubo, tuvieron su origen en el nepotismo, que era el sucedáneo de la paternidad, y como tal menos virulento. La primera definición de nepotismo es, en efecto, la práctica de favorecer los dignatarios eclesiásticos a sus sobrinos. De ahí se ensanchó la definición al vicio de la Administración Pública de repartir los cargos no en razón de la valía, sino en razón del parentesco o de la afinidad de cualquier tipo. Se suele llamar hoy a esto "enchufismo".
Es de notar que para poder hablar de nepotismo es preciso que se trate de cargos públicos, de los que no son transmisibles por herencia. Es una incorrección de lenguaje y de concepto acusar a un empresario de practicar el nepotismo en su empresa, porque él sí que puede hacer lo que le dé la gana, porque la empresa es suya. Es lógico que él les dé cargos a sus hijos, o a quien quiera, en la empresa prescindiendo de si son los más aptos para ocuparlos, porque para él tiene prioridad absoluta de transferir la empresa a su hijo o a su sobrino.
El presente gobierno, además de practicar el nepotismo, tal como lo ha confesado y pretende justificar la Primera Mandataria, engañó al electorado pues durante el proceso electoral se manifestó en contra del nepotismo y ahora, en función de gobierno, es un entusiasta practicante. Un gobierno que no cumple con las promesas a sus electores es un gobierno ilegítimo.
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