Panamá
Diversificar para sobrevivir
- Ing. Helmut De Puy
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- Ciudadano Construyendo futuro
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La ACP ha presentado un conjunto de iniciativas para la próxima década que van más allá de garantizar el tránsito marítimo de buques. El eje estructurante de este nuevo rumbo es la diversificación de ingresos, funciones e infraestructura del canal; dejar de ser únicamente un "paso de tránsito" de barcos entre el Atlántico y el Pacífico para transformarse en un hub logístico-energético-tecnológico, con impacto nacional. En otras palabras, el canal ya no solo compite por barcos, compite por valor agregado, servicios, logística, energía, conectividad e innovación.
Este plan contempla proyectos muy interesantes, como la creación de un corredor energético interoceánico con un gasoducto o oleoducto que conecte ambos océanos, cuyo objetivo es liberar capacidad de tránsito para cargueros de contenedores y buques grandes, al mismo tiempo que se genera un nuevo flujo de ingresos provenientes del transporte energético. Además, se desarrollarán nuevas terminales logísticas y de contenedores con conectividad de carreteras y ferroviaria, así como la modernización de la infraestructura hídrica con el Proyecto del embalse del Río Indio, con un presupuesto estimado en más de 1,500 millones de dólares para enfrentar los efectos del cambio climático. En fin, la ACP busca multiplicar sus fuentes de ingreso y reducir su dependencia exclusiva del tránsito de barcos.
Este giro estratégico tiene todo el sentido del mundo. Las sequías recientes, que obligaron a limitar el paso de buques, nos alertaron que la vulnerabilidad del Canal es real y afecta directamente la economía nacional. Además, la competencia global es cada vez más fuerte, con anuncios constantes de nuevas rutas y puertos que amenazan la posición privilegiada de Panamá. Diversificar significa anticiparse al futuro y prepararse para resistir los cambios que vendrán en el comercio mundial y en la disponibilidad de agua.
En mi opinión, la diversificación del Canal es una decisión correcta y visionaria, siempre y cuando no pierda la excelencia operativa que ha sido su sello. Lo cierto es que Panamá no puede depender eternamente de un solo modelo económico. Si esta transformación se gestiona con prudencia, eficiencia y visión de país, el Canal podrá seguir siendo no solo el motor económico del país, sino también un símbolo de innovación y resiliencia. Porque cada día que pasa sin decisiones acertadas, es un día más que retrocedamos.
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