Panamá
El progreso de generaciones
- Arnulfo Arias Olivares
- /
- [email protected]
- /
Vivimos como alimentados de un pasado que no admite futuro, que trunca los progresos de la humanidad.
Las grandes obras hacen que el mundo se apropie de ellas, con apego casi infantil; nadie quiere que El David, de Leonardo Da Vinci, sea superado, o que la Capilla Sixtina, de Miguel Ángel, sea ensombrecida por cualquier otro muralista. Así, La Mona Lisa y Guernica, Las Fabulas de Esopo y Don Quijote, Las Cuatro Estaciones de Vivaldi y la Novena Sinfonía de Beethoven; todo como techo y cumbre de creación humana, que no admite competencia alguna ya como el arte más sublime y acabada. Pero la creatividad se trunca, entonces, y el arte se enmohece y se oxida, bajo un temor reverencial de lo que fue creado ya.
Vivimos como alimentados de un pasado que no admite futuro, que trunca los progresos de la humanidad. Las grandes obras del pasado, de cualquier naturaleza, están allí como peldaños hacia otras que deben necesariamente superarlas, como los hijos que superan a los padres a través de los caminos ya trazados.
Es la rueda misma del progreso, que no queda atrapado en las arenas movedizas de los dogmatismos, que se mueve siempre hacia adelante y marcha desde un punto fijo hacia otro que siempre se adelanta.
¿No es acaso lo que hemos sufrido en carne propia nosotros mismos, con la obra del Canal? Como si fuéramos nosotros, y no parte de nosotros, el Canal se enquista en las mentalidades colectivas, marcando un fin que no se debe superar jamás. Debemos aspirar a superar lo que ya ha sido, haciendo competencia sana interna de esa gran creación del hombre, construyendo puertos a lo largo y ancho de la geografía, interconectando los dos mares con las vías terrestres que hoy en día ya son posibles por la ingeniería moderna, integrarnos de frontera a otra y superar como discípulo al maestro. Esa es la finalidad de los ejemplos y las grandes experiencias del pasado; allanarle los caminos a los nuevos brotes de creatividad y superar lo que ya ha sido.
Si nos quedamos solamente como espectadores, observando un cuadro ya pintado, el sitio donde estamos quedaría hecho un museo inútil para la superación y para el nuevo artista. No puede haber progreso sin avance, porque la marcha es siempre hacia adelante, nunca hacia el pasado. Debemos superarnos a nosotros mismos, como una nación; o pagar el precio de ser espectadores en un juego que siempre se repite con los mismos resultados. Si nuestro único marco es lo que ya se hizo, no se podrá hacer nada nuevo. Hay que romper los moldes de los convencionalismos y las limitaciones que el mundo y que nosotros mismos hemos impuesto a la generación actual y, por ende, a la que ha de venir. Si pensamos que, como sociedad y como nación, hemos llegado por medio de nuestro Canal a las cumbres del servicio hacia la humanidad y hacia el progreso, así será, porque lo que los hombres- y la sociedad- piensan en su corazón queda para siempre cincelado en una roca que no se puede fragmentar sino por mano de su propio autor.
¡Mira lo que tiene nuestro canal de YouTube!
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.