Enseñanzas
El que es fiel en lo poco…
... todos estamos sometidos a pruebas como ciudadanos y creyentes, por ello cada actividad que realizamos lo debemos hacer para la mayor gloria de Dios sin excluir ninguna.
Enseñanzas
... todos estamos sometidos a pruebas como ciudadanos y creyentes, por ello cada actividad que realizamos lo debemos hacer para la mayor gloria de Dios sin excluir ninguna.
Cada vez que cumplimos con nuestro deber con perfección, estamos alabando a Dios y contribuyendo a que nuestros hermanos lo alaben también. Foto: EFE.
Cuenta la historia de una señora que viaja muy aprisa en su automóvil.
Se le veía muy enojada con los demás conductores, les hacía gesto con la cara y las manos y, además, conducía de forma muy agresiva.
De repente, un policía la detuvo, la obligó a salir de la carretera y le pidió la licencia y los papeles del auto.
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La señora, muy sorprendida, le preguntó por qué la detuvo si tenía permiso para estar fuera de casa durante la cuarentena y el policía le respondió: “Bueno, señora, al ver su comportamiento en la calle y además observar que el vehículo que conduce tiene una calcomanía que dice: Jesús es mi Señor, otra con el símbolo del pez y finalmente una que tiene la imagen de la Virgen de Guadalupe, pensé que ese vehículo no le pertenecía y que podía ser robado.”
Esta simpática historia nos muestra el efecto que produce en los demás nuestra falta de testimonio cristiano, no solo en las cosas grandes, sino también en las cosas que consideramos pequeñas y sin importancia.
Por eso el apóstol San Pablo nos dice:
“Entonces, ya coman o beban o hagan lo que sea, háganlo todo para gloria de Dios.
No sean motivo de escándalo ni a judíos ni a griegos ni a la Iglesia de Dios.
Como yo, que intento agradar a todos, no buscando mi ventaja, sino la de todos, para que se salven.”1 Corintios 10, 30
Ahora, todos estamos sometidos a pruebas como ciudadanos y creyentes, por ello cada actividad que realizamos lo debemos hacer para la mayor gloria de Dios (AMGD) sin excluir ninguna.
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El amor a Dios y al prójimo nos debe llevar a realizar todas nuestras tareas con la mayor perfección posible.
Cada vez que cumplimos con nuestro deber con perfección, estamos alabando a Dios y contribuyendo a que nuestros hermanos lo alaben también.
Hoy en medio de la noche oscura de esta Semana Santa, mantengamos firme nuestros principios y convicciones, no permitamos que el momento presente nos haga flaquear.
Bendigamos a Dios que es padre de toda consolación como nos enseña San Pablo:
¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en toda tribulación nuestra, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios! 2Corintios 1, 3
Porque si los que decimos amar a Dios solo lo alabamos en la bonanza, ¿qué clase de amor sería ese?
Si nos sentimos asustados y desconsolados… “Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna”. Hebreos 4, 16
Tenemos una grave responsabilidad los que seguimos a Jesucristo, porque es nuestro trabajo transmitir esperanza y consuelo a los demás, no por nuestras fuerzas, sino por “el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios.”
Catequista.
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