Estrategias paupérrimas

Las diferencias políticas entre los presidentes de los poderes Ejecutivo y Legislativo son más que evidentes.

  Tanto es así que muchos se preguntan cómo fue que Martín no buscó la manera de impedir la elección del llamado diputado esclusas a la presidencia del Legislativo, cuando era de todos conocido que esta elección si no daba al traste, por lo menos posponía, la aprobación del cacareado Tratado de Promoción Comercial (TPC) que con tanto empeño y diligencia había negociado la presente administración a través del Ministro Ferrer.

Por supuesto que las especulaciones están a la orden del día:  los diputados quisieron flexionar sus músculos; los izquierdistas o ultranacionalistas quieren demostrar que pueden aplicar una evidente cuota de liderazgo dentro del PRD, a expensas de la dirigencia de Martín; y así sucesivamente.

Creo que hay un sector perredista que tiene la estrategia de reavivar la guerra fría junto con chavistas, terroristas, izquierdistoides…"You name it".

  Lo que me tiene sin cuidado porque prefiero ver un PRD con nuevos dirigentes que apliquen pesos y contrapesos, y no la monótona línea de imposición vertical, de arriba hacia abajo, que ha ejercido el partido que se enorgulleció por que lo llamaran el brazo político de la narcodictadura.

Pero en realidad no es esto lo que quiero destacar en este escrito.

  Deseo llamar la atención de la ciudadanía a la estrategia de propaganda, de publirelacionismo, que ha perseguido el gobierno para lograr la aprobación general, si acaso no absoluta, de todas sus políticas, de todo lo que hace y deshace.

El ejemplo claro para mí de esta proclividad presidencial fue cuando el mandatario medio que trató de contestar preguntas acerca de la invasión del 20 de diciembre de 1989 y después de declarar que esta fecha debía incentivar a todos los panameños a la reflexión, cuando un periodista volvió a preguntar sobre este tema, Martín le respondió que sus interrogantes eran un abuso afirmando que "Ya usted está abusando, hasta luego".

  Ver La Prensa, 21/12/07, pág.

4A.

Pienso que ya es hora de que todos los sectores de opinión exijan que el presidente informe al pueblo de todos los detalles, como en el caso de la invasión y sus diferencias con el presidente del legislativo, y que no abuse de su poder negando la total libertad de información y de expresión que nos merecemos todos los ciudadanos.

 ¿O estoy equivocado?