Guernica
Publicado 2007/04/25 23:00:00
- Fernando Gómez Arbeláez
Setenta años de debates sobre la tragedia de esta localidad vasca no han aminorado su simbolismo frente a los horrores de la guerra.
La Guerra Civil española (1936-39) produjo centenares de miles de víctimas entre combatientes y civiles, crímenes atroces, masacres incontables. Siete décadas después, una masacre en particular se mantiene en la memoria universal como la más irracional de todas, el ataque aéreo al pueblo vasco de Guernica, efectuado por aviones alemanes e italianos en la tarde del 26 de abril de 1937.
Guernica - Gernika-Lumo en el idioma local, el euskera- es un pueblo de enorme importancia cultural, capital histórica de Vizcaya y por ende de todo el País Vasco. En 1476, bajo un viejo roble, el venerado "Arbol de Guernica", el Rey Fernando el Católico juró respetar los fueros de la población vasca. Estos derechos regionales han sido defendidos tenazmente a lo largo de los siglos, siendo solo una pequeña minoría la que los esgrime de manera radical como justificación al terrorismo desatado en el último tercio del siglo pasado.
Entre julio y septiembre de 1936, al inicio de la rebelión militar que daría paso a la Guerra Civil en España, las regiones vascas quedaron divididas entre simpatizantes del bando nacional, liderado por el General Francisco Franco -Alava y Navarra- y aquellas que permanecieron de alguna forma bajo el régimen de la República española -Guipúzcoa y Vizcaya. Guernica, localidad de varios miles de habitantes incluyendo a numerosos refugiados de guerra, quedaba así en el camino de las fuerzas nacionales en su ofensiva contra los republicanos en el norte de España.
La Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini apoyaron militarmente al bando nacional; el gobierno nazi despachó escuadrillas de aviones caza y bombarderos bajo el nombre de "Legión Cóndor", la que rápidamente consiguió superioridad numérica en los diversos frentes de batalla.
Es imposible entrar a discutir en pocos párrafos las diferentes versiones que detallan la destrucción de Guernica, sus responsables y el número de víctimas, pero aún así es innegable que los aviones de la "Legión Cóndor" atacaron a la indefensa población civil con la intención de masacrarla. Guernica tenía un puente de cierta importancia estratégica, así como tres fábricas de armas, pero ninguno de esos objetivos militares fue afectado por la bombas incendiarias lanzadas, ni por las ametralladoras emplazadas en los aviones. Tampoco lo fue el "Arbol de Guernica", de alto valor psicológico para la resistencia vasca republicana, del cual los aviadores nazis no tendrían siquiera conocimiento al momento de su ataque.
Probablemente el bombardeo de Guernica fue planeado y ejecutado por la "Legión Cóndor" en represalia por diversas acciones tomadas en contra de aviadores alemanes que días atrás habían caído prisioneros del bando republicano. Cualquiera que sea su origen, la destrucción deliberada de una comunidad sin ningún fin militar como lo fue el caso de Guernica ha venido a representar la tragedia de la población civil en medio del combate, una que ni bombardeos posteriores causantes de mayor ruina como los de Rótterdam, Varsovia, Hamburgo y Dresde, entre tantos otros, han podido suplantar en la conciencia universal.
Pablo Picasso, artista simpatizante de la causa republicana, quiso simbolizar con sus pinceles la brutalidad del ataque a Guernica en un gran lienzo. Su monumental obra, al óleo, sería mostrada en el pabellón de la República española en la Exposición Internacional a ser inaugurada ese mismo año de 1937 en París. Sencillamente titulada "Guernica", con su dramatización de los horrores de la guerra y de la catástrofe que significa para toda población, este cuadro se convirtió en su obra maestra, uno que hasta el General Franco quiso que fuera exhibido en España durante su régimen, algo que el pintor expresamente prohibió hasta en su testamento. Picasso siempre terminaba sus cuadros con su firma y el año de realización, pero no hizo lo mismo con "Guernica", denotando así que todos, sea por comisión u omisión, somos responsables a través de la historia de los horrores de la guerra.
No es un hecho aislado que para recordar a sus miembros de los desastres bélicos, una copia en tapiz de "Guernica" cuelga de la pared en la sala de reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York. Al recordar a las inocentes víctimas de Guernica a 70 años de su siniestro crimen, resulta irónico que en 2003, durante los debates del Consejo de Seguridad sobre la más reciente guerra condonada por la ONU - la guerra de Irak - el tapiz de "Guernica" fue escondido detrás de una cortina.
Esto ocurre comunmente en el río Matías Hernández, Matasnillo, Tapia, Abajo, Curundú, Tocumen y el Juan Díaz, que desembocan directamente en la bahía de Panamá, contibuyendo a un círculo de contaminación ambiental y atmosférica.
Guernica - Gernika-Lumo en el idioma local, el euskera- es un pueblo de enorme importancia cultural, capital histórica de Vizcaya y por ende de todo el País Vasco. En 1476, bajo un viejo roble, el venerado "Arbol de Guernica", el Rey Fernando el Católico juró respetar los fueros de la población vasca. Estos derechos regionales han sido defendidos tenazmente a lo largo de los siglos, siendo solo una pequeña minoría la que los esgrime de manera radical como justificación al terrorismo desatado en el último tercio del siglo pasado.
Entre julio y septiembre de 1936, al inicio de la rebelión militar que daría paso a la Guerra Civil en España, las regiones vascas quedaron divididas entre simpatizantes del bando nacional, liderado por el General Francisco Franco -Alava y Navarra- y aquellas que permanecieron de alguna forma bajo el régimen de la República española -Guipúzcoa y Vizcaya. Guernica, localidad de varios miles de habitantes incluyendo a numerosos refugiados de guerra, quedaba así en el camino de las fuerzas nacionales en su ofensiva contra los republicanos en el norte de España.
La Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini apoyaron militarmente al bando nacional; el gobierno nazi despachó escuadrillas de aviones caza y bombarderos bajo el nombre de "Legión Cóndor", la que rápidamente consiguió superioridad numérica en los diversos frentes de batalla.
Es imposible entrar a discutir en pocos párrafos las diferentes versiones que detallan la destrucción de Guernica, sus responsables y el número de víctimas, pero aún así es innegable que los aviones de la "Legión Cóndor" atacaron a la indefensa población civil con la intención de masacrarla. Guernica tenía un puente de cierta importancia estratégica, así como tres fábricas de armas, pero ninguno de esos objetivos militares fue afectado por la bombas incendiarias lanzadas, ni por las ametralladoras emplazadas en los aviones. Tampoco lo fue el "Arbol de Guernica", de alto valor psicológico para la resistencia vasca republicana, del cual los aviadores nazis no tendrían siquiera conocimiento al momento de su ataque.
Probablemente el bombardeo de Guernica fue planeado y ejecutado por la "Legión Cóndor" en represalia por diversas acciones tomadas en contra de aviadores alemanes que días atrás habían caído prisioneros del bando republicano. Cualquiera que sea su origen, la destrucción deliberada de una comunidad sin ningún fin militar como lo fue el caso de Guernica ha venido a representar la tragedia de la población civil en medio del combate, una que ni bombardeos posteriores causantes de mayor ruina como los de Rótterdam, Varsovia, Hamburgo y Dresde, entre tantos otros, han podido suplantar en la conciencia universal.
Pablo Picasso, artista simpatizante de la causa republicana, quiso simbolizar con sus pinceles la brutalidad del ataque a Guernica en un gran lienzo. Su monumental obra, al óleo, sería mostrada en el pabellón de la República española en la Exposición Internacional a ser inaugurada ese mismo año de 1937 en París. Sencillamente titulada "Guernica", con su dramatización de los horrores de la guerra y de la catástrofe que significa para toda población, este cuadro se convirtió en su obra maestra, uno que hasta el General Franco quiso que fuera exhibido en España durante su régimen, algo que el pintor expresamente prohibió hasta en su testamento. Picasso siempre terminaba sus cuadros con su firma y el año de realización, pero no hizo lo mismo con "Guernica", denotando así que todos, sea por comisión u omisión, somos responsables a través de la historia de los horrores de la guerra.
No es un hecho aislado que para recordar a sus miembros de los desastres bélicos, una copia en tapiz de "Guernica" cuelga de la pared en la sala de reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York. Al recordar a las inocentes víctimas de Guernica a 70 años de su siniestro crimen, resulta irónico que en 2003, durante los debates del Consejo de Seguridad sobre la más reciente guerra condonada por la ONU - la guerra de Irak - el tapiz de "Guernica" fue escondido detrás de una cortina.
Esto ocurre comunmente en el río Matías Hernández, Matasnillo, Tapia, Abajo, Curundú, Tocumen y el Juan Díaz, que desembocan directamente en la bahía de Panamá, contibuyendo a un círculo de contaminación ambiental y atmosférica.
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