Panamá
Importancia de un gran embajador en Francia 2024-2029
- Virgilio Correa
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Conocemos las relaciones bilaterales franco-panameña desde noviembre de 1970, cuando tuvimos la dicha de asistir al entierro del general Charles De Gaulle.
Conocemos las relaciones bilaterales franco-panameña desde noviembre de 1970, cuando tuvimos la dicha de asistir al entierro del general Charles De Gaulle en Colombey-les-Deux-églises junto al ex ministro de De Gaulle, Maurice Herzog y héroe de l'Annapurna 1951.
Herzog fue nuestro maestro y mecenas en Francia de 1970 hasta su muerte, hará una década.
Nos gustaría ir a Colombey-les-Deux Églises en noviembre 2025 para la celebración del 55avo aniversario del fallecimiento del general De Gaulle, acompañando al nuevo embajador panameño del gobierno MULINO 2024-2029 en París, y así pedirle que nos ilumine para tener un mejor Panamá siempre, como lo hicimos en 1970. Él que tanto quiso a la América Latina y dejó la OTAN en 1966, después que Panamá rompió relaciones diplomáticas con los EE.UU. Hasta en eso tenemos coincidencias históricas en común con Francia.
En esa ocasión el embajador de Panamá, era el "cura" Pérez Herrera (qepd), que tenía su sede diplomática en Trípoli, Libia, cercano a Gadafi y era aparentemente embajador alterno en París. Casi no visitaba Francia. Fue un embajador ausente.
Un absurdismo inaudito que muestra el error y que tal vez terminó con la decapitacion del general Omar Torrijos Herrera por nadar en aguas turbulentas como las de Trípoli, La Habana y Moscú, en el siglo pasado.
El cónsul de 1970, el señor Marco Tulio Royo tío del primer Presidente PRD, estaba sin llaves de las oficinas del consulado, "porque el gobierno panameño no pagaba la cuenta desde 1968", según versión del mismo cónsul durante un almuerzo que sostuvimos en la Coupole de París, meses después del entierro de De Gaulle.
Por ironía del destino fuimos el único panameño en asistir en forma casi oficial al entierro del general de Gaulle, gracias al alcalde gaullista de Chamonix, diputado y ex ministro de estado francés en esos años de la muerte del Ch. De Gaulle.
Cincuenta y cuatro años más tarde es muy poco lo que ha cambiado en esas relaciones bilaterales entre Francia y Panamá por culpa de los gobiernos PRD y el de Varela en los últimos 30 años.
De 1973 a 1984 ocupó la embajada de Panama en Francia, Confederación Helvética y Mónaco el embajador Guillermo Vega Trejos. A raíz del referéndum Constituyente de 1972, que Francia ponía como condición para intercambiar embajadores. Campana en 1972 (primera mujer embajadora de la historia de Francia fue en Panamá) y Vega en 1973, a raíz de la guerra entre árabes e israelíes y la visita de Torrijos Herrera al Sinai.
De 1984 a 1989 el Noriegato utilizó a Francia para lavar dinero del narcotráfico. Por ello Noriega fue confinado en la cárcel de "La Santé", en la misma celda que Carlos el Chacal, el criminal venezolano de izquierda que acabó con muchas vidas inocentes en Europa.
En 1994 a Royo Sánchez del PRD como embajador en París no le fue muy bien.
La embajada PRD de Omar Jaen Suárez fue estéril y más de lo mismo. Sin gloria ni pena. Una embajada más del PRD.
En el 2009 Panamá tuvo uno de lo mejores embajadores en Francia en la persona de Henry Faarup. Junto a los ex presidentes Martinelli y Sarkozy lograron sacar a Panamá de las listas negras de entonces y el nombre de Panamá floreció en Francia, como en los tiempos del canal francés y la famosa época de "Panamae" de finales del siglo XIX en París.
El gobierno de JC Varela ha sido el de la peor embajada panameña en París. Entre irresponsabilidad, insubsistencia y ausencias, terminamos en los "Panamá Papers" y en un repudio presidencial galo hacía el gobierno de Varela. Desde entonces estamos en las listas negras de Francia y Europa. Vamos para once años por culpa de Varela y el rosario de la aurora en Roma, que incumplió el artículo 184 de la Carta Magna.
Este punto es tan importante resolverlo bien al igual que las otras materias pendientes: gobernabilidad, deuda externa, desempleo, seguridad, salud, agua, constituyente y etc….
Si no resolvemos este nombramiento bien, la inversión extranjera europea se mantendrá alejada de nuestro territorio, dado el liderazgo galo en Europa hoy en día, toda vez que Francia es el primer país con inversión extranjera en el viejo continente desde la era Macron.
El gobierno de Cortizo fue tan ineficiente como el de Varela en las relaciones con Francia, por lo que esa ineficiencia debe ser revertida inmediatamente después de julio 2024 nombrando un embajador ideó el y con méritos suficientes para esa misión.
Después de todo este recuento para reinventar las relaciones armónicas entre Panamá y Francia, estamos obligados en tener un embajador panameño de la calidad del siguiente perfil: intelectivo y cartesiano confirmado)-]
Que hable muy bien el francés académico. Que entienda la idiosincrasia gala. Y no un francés machacado o hablar en inglés. Aunque ahora algunos hablan español.
Que sea un ex estudiante de Francia especializado en derecho público internacional. En derecho constitucional para alimentar nuestros vacíos desde 1972 y ganar la batalla legal de las listas negras, opacas y atraer la inversión al istmo.
Un candidato que haya hechos sus pruebas y sus "lettres de créances" dentro de las palmas académicas de la realpolitik franco-panameña por más de medio siglo.
Que haya alcanzado un grado esmerado de experiencia política a través de los años, habiendo coronado así su legitimidad en ser un embajador fuera de serie, que es lo que Panamá necesita después de diez años de insubsistencia diplomática entre Panamá y Francia del 2014 a nuestros días, por la culpa de Varela y Cortizo y el artículo 184 de la Constitución de 1972 reformada.
Que conozca muy bien las leyes francesas de antaño. La administración gala y desde luego la política criolla e histórica del Hexágono al igual que la nuestra.
Francia hoy en día con la decadencia económica alemana, dada la situación entre Rusia y Estados Unidos, (que demorará o empeorará) está llamada a jugar un papel mucho más importante que en el pasado, sobre todo si TRUMP es elegido este año para ocupar la Casa Blanca en los EE.UU., dada su animadversión hacia la OTAN y los pagos de facturas europeos incumplidos según él mismo, en gastos de defensa.
El Hexágono es el país más grande del continente europeo, lidera el Grupo del Átomo europeo y universal, corazón exclusivo de la Transición Energética del 2050. Futuro de la economía global en los años venideros. Epicentro de la nueva economía futura.
Es un país que tiene fronteras con 7 países europeos. Y un puente aéreo y marítimo con los países del Norte africano sin olvidar el túnel de la Mancha y el Reino Unido.
Además es la primera potencia nuclear civil por cabeza de habitante en el planeta.
Recientemente el presidente Macron en febrero pasado designó a Marsella como el puerto oficial del hidrógeno de Europa, en conexión directa con la ruta de la Seda a través de Suez, el Mar Rojo, Aden, Bombay y Cantón. Corredor económico por donde circula cerca del 40% del comercio internacional por vía marítima, y por donde la flota mercante panameña hace muchos negocios todo el año y ayudar así a paliar el cambio climático en las próximas décadas cruciales.
Al igual que Suez, Panamá tiene el derecho a participar en los negocios de ese corredor económico ("IMEC") por tener la primera flota mercante del universo. Algo que más nadie tiene en Latinoamérica incluyendo los barcos que cruzan el canal. Pero para ello requerimos de un excelente embajador y un equipo de autoridades con experiencias e imaginación creativa, conociendo los recursos y oportunidades francesas, para así engrandecer nuestra economía panameña, como lo recalca FITCH y las otras calificadoras estadounidenses: generar más divisas extranjeras con más creatividad sobre lo que ya existe. Producir más divisas para pagar la deudas externa de Varela y Cortizo. Necesitamos también economistas en la embajada en París. Un excelente equipo debe ser nombrado en la avenue de Suffren.
Según el artículo 184 de nuestra Carta Magna: Son atribuciones que ejerce el Presidente de la República con la participación del Ministro respectivo: Numeral nueve (9) Dirigir las relaciones exteriores; celebrar tratados y convenios internacionales, los cuales serán sometidos a la consideración del Órgano Legislativo y acreditar y recibir agentes diplomáticos y consulares.
Entonces el Presidente de la República tiene todos los poderes para dirigir las relaciones bilaterales franco-panameñas junto a su futuro ministro de Relaciones Exteriores. Esperamos se logre hacer esa decisión, muy diferente a los dos últimos gobiernos precedentes, donde fracasaron Varela y Cortizo, De La Guardia y Alexander versus Saint Malo y Mouynes & Tewaney.
Seguir el modelo de Martinelli (2009-14) con un embajador con las características como las citadas aquí arriba en este artículo, tal como recabado por nosotros entre políticos amigos de muchos años en Francia podría ayudar mucho a salir de las listas negras europeas e iniciar un futuro más prominente con Francia.
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