La gema del Pacífico
- Jaime Figueroa Navarro [email protected]
Estamos en el siglo XXI en vez de enfocarnos en castigar, debemos incentivar más y mejores alternativas para vigorosamente incrementar nuestro alicaído turismo.

Camino a la ciudad tomando el Corredor Sur, posterior a su arribo al Aeropuerto Internacional de Tocumen, al final de Costa del Este, al observar Punta Pacífica, Joe Smith, el visitante gringo, exclama en su idioma: “¡Cáspita, igualita a Nueva York!”. Le aclaro: “En todo caso, Nueva York es igualita a Panamá”.
“¿Cómo así?”, me refuta estupefacto. Le contesto: “A la derecha, entre el verdor del mangle, puedes divisar la catedral de Panamá La Vieja. Esa fue la torre más elevada del continente hasta su pillaje por el pirata Henry Morgan en 1671, como un presagio de los rascacielos que después vendrían”. Añadí: “Mientras Nueva York era un centro de trueque de pieles de castores, la ciudad de Panamá era el punto sur del Camino Real, la Ruta del Oro, donde transitó la mayor cantidad del metal en la historia de la humanidad”, para que los turistas aprendan de nuestra historia y nos guarden el respeto.
Con este abreboca de un guía istmeño que orgullosamente balbucea un cuento simpático de la historia, nos trasladamos a la reunión de la Comisión de Turismo de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa el miércoles al mediodía.
Nuestro invitado: Efraín Tapage Mora, gerente general de la empresa Metropolitana de Turismo S.A., recién creado brazo de la industria dentro de la Alcaldía de Panamá. Dotado de jovial sonrisa que asemeja la de Jimmy Carter, pocos enemigos puede contar este dinámico joven con una titánica tarea a hombros.
Su estirpe: Master in International Management con doble especialización en International Business/Travel, Tourism Sales & Marketing del Instituto de Empresas IE Business School de Madrid.
Sus pininos: Copa Airlines, primero como ejecutivo regional Mayorista para Sudamérica y Panamá, después como gerente de Autoridades de Turismo y Socios Estratégicos. Experiencias previas en el sector privado y en el Ministerio de Comercio e Industrias, amalgaman su impresionante prontuario.
Su presentación: Nuevos Planteamientos de la Alcaldía en el rubro Turismo. Dieciséis comisionados presentes, algunos que podrían pasar por su abuelo o abuela, canas y sapiencias, escudriñan detalladamente al pasar de las láminas. No solo nos gustó, nos arrebató los corazones, haciéndoles latir en crescendo. ¿Cómo tomamos lo que es y lo convertimos en lo que debe ser? Con una fusión creativa, consulta permanente y acciones inmediatas. ¡Hacía tanta falta esa fórmula! ¿Cómo es que se pretendían aumentar las anémicas cifras de ocupación hotelera, a pesar de que quiéranle o no, por más multas que emitan, Airbnb viene como alternativa de hospedaje, así como Uber aportó para quedarse como la opción decente en transporte? ¡Creando focos de interés turístico!
Estamos en el siglo XXI en vez de enfocarnos en castigar, debemos incentivar más y mejores alternativas para vigorosamente incrementar nuestro alicaído turismo. Tenemos que estimular la inversión, como bien lo hace la poco conocida Resolución de Gabinete 14 del 7 de febrero de 2017, que declara constituidas 8 regiones y 26 destinos turísticos a nivel nacional, proporcionando sendos incentivos fiscales al que se atreva a invertir.
Interrumpimos la dinámica presentación para entablar nuevamente nuestra quijotesca visión de un Panamá Viejo reconstruido, fastuosa ciudadela que convierta las ruinas en vigoroso imán al turismo mundial. ¡Qué manera de celebrar sus 500 años! La ciudad colonial más preciosa del orbe, con su icónico galeón Balboa, símbolo de la época, que sirva como el mejor restaurante del Istmo y su Camino Real para que lo peregrinen millones hasta Portobelo. ¡Eso sí atiborra hoteles, crea empleos y mucho más! Nuestro interlocutor, sonrisa amable, tomó nota. Le auguramos el mayor de los éxitos, o mejor aún, ¡le acompañamos en él!
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