La Historia no los absuelve
Publicado 2006/12/04 00:00:00
- Enrique Manuel Illueca
No obstante los esfuerzos dialécticos para persuadir a la ciudadanía de que el referéndum ha sido un Jordán para la exaltación de los "Tratados 3 en 1 de 1967", la historia patria no da margen para esas elucubraciones.
EL MARTES 21 de noviembre de 2006, en la página de Opinión del diario "La Prensa", bajo el colgado "Historia Patria", apareció publicado un artículo titulado "Fernando, Dicky y Diógenes", que sin duda despertaba la curiosidad del lector común. El autor, un conocido abogado panameño, se refería a los negociadores que rubricaron en 1967 los anteproyectos de Tratados entre la República de Panamá y los Estados Unidos de América, concernientes: a) Al Canal de Panamá; b) a un Canal a nivel del mar; y c) a la "Defensa del Canal de Panamá, y de su Neutralidad"; que el mismo autor acepta que fueron bautizados con el nombre de "Tratados 3 en 1" de 1967.
Treinta y nueve años después, en el artículo que motiva estas reflexiones, su autor se esfuerza por hilvanar la tesis de que en el referéndum del 22 de octubre de 2006 sus "conciudadanos ratificaban, por gran margen", el apoyo a los negociadores de los 3 en 1.
No obstante los esfuerzos dialécticos para persuadir a la ciudadanía de que el referéndum ha sido un Jordán para la exaltación de los "Tratados 3 en 1 de 1967", la historia patria no da margen para esas elucubraciones.
En el ámbito de la historia nacional hay enseñanzas que ningún compatriota debería desconocer. Las lecciones de la historia deben tener singular impacto para quienes inusitadamente quieren invocar el referéndum del 22 de octubre para inyectarle vigencia a "los Tratados 3 en 1 de 1967", pero la historia no los absuelve. De ello dan cuenta los siguientes antecedentes:
-La presidencia del Colegio Nacional de Abogados, ejercida entonces por el Dr. Jorge E. Illueca, nombró el día 27 de julio de 1967 una Comisión para que estudiase los proyectos de tratados entre Panamá y los Estados Unidos, conocidos como "Tratados 3 en 1 de 1967", integrada por los abogados Rodrigo Arosemena, Erasmo de la Guardia, Presidente de dicha Comisión, conocido también por su desempeño como Magistrado Presidente de la Corte Suprema de Justicia; Guillermo Endara Galimani, más tarde Presidente de la República; Rómulo Escobar Bethancourt, Secretario de la Comisión; Jorge Fábrega, Mario Galindo, Julio E. Linares, José Antonio Molino y César A. Quintero, Catedrático de Derecho Constitucional, Vicepresidente de la Comisión.
Las conclusiones de la Comisión consignadas en su informe rendido el 28 de diciembre de 1967, constituyen un juicio negativo de los Tratados 3 en 1 y dejan en claro, entre otros estigmas, que los mismos contienen estipulaciones incompatibles con la Constitución Nacional; que consagraban la ocupación militar del país por las fuerzas armadas norteamericanas; que la fecha de terminación de los "3 en 1" era indefinida, por lo que podría prolongarse a perpetuidad, y en síntesis, que "los proyectos de tratados conducen a la perpetuación del colonialismo existente en la antigua Zona del Canal y otorgaban nuevas concesiones a los Estados Unidos, en detrimento de la soberanía y de la integridad territorial de la nación panameña".
-La Universidad de Panamá ha protagonizado otra lección histórica. El Rector de la alta casa de estudios, Dr. Bernardo Lombardo, designó al igual que la presidencia del Colegio Nacional de Abogados, una Comisión para que hiciese un estudio de los tres proyectos de Tratados, conocidos comúnmente como se ha dicho con el nombre de los "3 en 1". La Comisión de la Universidad quedó integrada por el Decano de la Facultad de Derecho, Dr. Dulio Arroyo C., elegido como su Presidente, y los profesores César A. Quintero, Julio E. Linares, Alberto De Saint Malo, Emilio Clare y Secundino Torres Gudiño. Asesoraron a la Comisión sobre puntos específicos el Dr. Víctor F. Goytía, el Dr. Carlos Iván Zúñiga y el Dr. Carlos Bolívar Pedreschi.
La Comisión de la Universidad de Panamá presentó su informe el 28 de febrero de 1968 y coincidió en lo fundamental con número plural de conclusiones de la Comisión del Colegio Nacional de Abogados. La opinión de la Universidad fue concluyente al impugnar como inconstitucionales todas las fórmulas de los "3 en 1" tendientes a legalizar limitaciones jurisdiccionales. Su dictamen fue terminante y categórico al señalar que Panamá contraía "obligaciones que afectan en forma directa la totalidad del territorio de la República, lo cual resulta inadmisible".
Los graves, concluyentes y patrióticos pronunciamientos, tanto del Colegio Nacional de Abogados como de la Universidad de Panamá, tuvieron su eco en los más altos niveles del gobierno panameño y culminaron con los fundamentos de la posición de la Cancillería panameña en relación con el rechazo por parte de Panamá de los tres proyectos de Tratados de 1967, según comunicado oficial de 30 de marzo de 1970. El gobierno hizo constar que los tres proyectos de Tratados no cumplen con la finalidad de "procurar la pronta eliminación de las causas de conflictos entre los dos países" y que "Panamá estima que los Proyectos de Tratados en cuestión no son utilizables ni siquiera como base de futuras negociaciones". Esta posición oficial fue comunicada formalmente al secretario de Estado norteamericano, William P. Rogers, el 5 de agosto de 1970 por el canciller Juan Antonio Tack.
Estas son lecciones históricas que ningún compatriota debería desconocer, ya que las ejemplares enseñanzas inscritas en los anales de la historia patria, no absuelven a quienes aspiran a que el referéndum del 22 de octubre de 2006 restaure y redima las cláusulas negativas de los Tratados 3 en 1 de 1967.
Treinta y nueve años después, en el artículo que motiva estas reflexiones, su autor se esfuerza por hilvanar la tesis de que en el referéndum del 22 de octubre de 2006 sus "conciudadanos ratificaban, por gran margen", el apoyo a los negociadores de los 3 en 1.
No obstante los esfuerzos dialécticos para persuadir a la ciudadanía de que el referéndum ha sido un Jordán para la exaltación de los "Tratados 3 en 1 de 1967", la historia patria no da margen para esas elucubraciones.
En el ámbito de la historia nacional hay enseñanzas que ningún compatriota debería desconocer. Las lecciones de la historia deben tener singular impacto para quienes inusitadamente quieren invocar el referéndum del 22 de octubre para inyectarle vigencia a "los Tratados 3 en 1 de 1967", pero la historia no los absuelve. De ello dan cuenta los siguientes antecedentes:
-La presidencia del Colegio Nacional de Abogados, ejercida entonces por el Dr. Jorge E. Illueca, nombró el día 27 de julio de 1967 una Comisión para que estudiase los proyectos de tratados entre Panamá y los Estados Unidos, conocidos como "Tratados 3 en 1 de 1967", integrada por los abogados Rodrigo Arosemena, Erasmo de la Guardia, Presidente de dicha Comisión, conocido también por su desempeño como Magistrado Presidente de la Corte Suprema de Justicia; Guillermo Endara Galimani, más tarde Presidente de la República; Rómulo Escobar Bethancourt, Secretario de la Comisión; Jorge Fábrega, Mario Galindo, Julio E. Linares, José Antonio Molino y César A. Quintero, Catedrático de Derecho Constitucional, Vicepresidente de la Comisión.
Las conclusiones de la Comisión consignadas en su informe rendido el 28 de diciembre de 1967, constituyen un juicio negativo de los Tratados 3 en 1 y dejan en claro, entre otros estigmas, que los mismos contienen estipulaciones incompatibles con la Constitución Nacional; que consagraban la ocupación militar del país por las fuerzas armadas norteamericanas; que la fecha de terminación de los "3 en 1" era indefinida, por lo que podría prolongarse a perpetuidad, y en síntesis, que "los proyectos de tratados conducen a la perpetuación del colonialismo existente en la antigua Zona del Canal y otorgaban nuevas concesiones a los Estados Unidos, en detrimento de la soberanía y de la integridad territorial de la nación panameña".
-La Universidad de Panamá ha protagonizado otra lección histórica. El Rector de la alta casa de estudios, Dr. Bernardo Lombardo, designó al igual que la presidencia del Colegio Nacional de Abogados, una Comisión para que hiciese un estudio de los tres proyectos de Tratados, conocidos comúnmente como se ha dicho con el nombre de los "3 en 1". La Comisión de la Universidad quedó integrada por el Decano de la Facultad de Derecho, Dr. Dulio Arroyo C., elegido como su Presidente, y los profesores César A. Quintero, Julio E. Linares, Alberto De Saint Malo, Emilio Clare y Secundino Torres Gudiño. Asesoraron a la Comisión sobre puntos específicos el Dr. Víctor F. Goytía, el Dr. Carlos Iván Zúñiga y el Dr. Carlos Bolívar Pedreschi.
La Comisión de la Universidad de Panamá presentó su informe el 28 de febrero de 1968 y coincidió en lo fundamental con número plural de conclusiones de la Comisión del Colegio Nacional de Abogados. La opinión de la Universidad fue concluyente al impugnar como inconstitucionales todas las fórmulas de los "3 en 1" tendientes a legalizar limitaciones jurisdiccionales. Su dictamen fue terminante y categórico al señalar que Panamá contraía "obligaciones que afectan en forma directa la totalidad del territorio de la República, lo cual resulta inadmisible".
Los graves, concluyentes y patrióticos pronunciamientos, tanto del Colegio Nacional de Abogados como de la Universidad de Panamá, tuvieron su eco en los más altos niveles del gobierno panameño y culminaron con los fundamentos de la posición de la Cancillería panameña en relación con el rechazo por parte de Panamá de los tres proyectos de Tratados de 1967, según comunicado oficial de 30 de marzo de 1970. El gobierno hizo constar que los tres proyectos de Tratados no cumplen con la finalidad de "procurar la pronta eliminación de las causas de conflictos entre los dos países" y que "Panamá estima que los Proyectos de Tratados en cuestión no son utilizables ni siquiera como base de futuras negociaciones". Esta posición oficial fue comunicada formalmente al secretario de Estado norteamericano, William P. Rogers, el 5 de agosto de 1970 por el canciller Juan Antonio Tack.
Estas son lecciones históricas que ningún compatriota debería desconocer, ya que las ejemplares enseñanzas inscritas en los anales de la historia patria, no absuelven a quienes aspiran a que el referéndum del 22 de octubre de 2006 restaure y redima las cláusulas negativas de los Tratados 3 en 1 de 1967.
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