La hormiga y el grillo (Versión de “La hormiga y la cigarra”)
Publicado 2003/09/27 23:00:00
- Martín Isaac Donderis
Resumiendo la narración del fabulista (Fábula de Fedro: La Hormiga y la Cigarra), vemos que una hormiga y un grillo viven en el mismo campo. Durante el verano, la hormiga trabaja diariamente recogiendo alimento y preparando su casa para estar abrigada y bien alimentada durante los meses fríos que se aproximan. Mientras tanto, el grillo canta y revolotea, come toda la hierba que desea y tiene crías y más crías.
Llega el invierno, el pasto se muere y hace mucho frío. La hormiga está en su casa, bien alimentada y abrigada; pero el grillo, que no se preparó para la estación fría, muere dejando un montón de crías, sin alimento ni refugio, condenándolas a pasar situaciones que sólo Dios sabe y comprende que si no mueren, es debido a su directa intervención al respecto.
Una de las principales moralejas de esta historia es que hay que prepararse y trabajar duro para enfrentar el futuro, ya que éste depende, la mayoría de las veces, de lo que se ha hecho en el pasado y de lo que se hace en el presente.
La primera parte es igual, pero como la cosa ocurre en nuestro continente y sin ofender, surgen algunas complicaciones muy folklóricas. Los descendientes del grillo, muriéndose de hambre y de frío, quieren saber por qué se permite que la hormiga esté abrigada y bien alimentada mientras ellos, que viven al lado, lo hacen en condiciones terribles, sin comida y sin suficientes bienes para sobrevivir.
Casi de la nada, aparece el equipo de noticias de una estación de TV, de origen norteamericano, o inglés o mexicano o nacional -realmente no importa su origen- que graba y proyecta la situación de los pobres grillos, en contraste con la hormiga en su confortable hogar y con la despensa llena de comida. El público queda estupefacto. ¿Cómo puede ser posible que en este hermoso campo se permita que sufran tanto los pobres grillos, mientras la hormiga vive con tanto lujo?
En menos de lo que canta un gallo, se forma la UNG (Unión Nacional de Grillos), acusan a la hormiga de tener “protección especial” y declaran a los grillos víctimas de treinta millones de siglos de opresión “hormiguística”. Se realiza una manifestación de protesta frente a la casa de la hormiga, y le llenan la casa y la calle de basura al regar el contenido de los tinacos de las inmediaciones. El personal de noticias de la TV los entrevista y los miembros de la familia de grillos declaran que si sus exigencias no son satisfechas, se verán obligados a vivir una vida de criminales porque “hay que vivir.” Sólo por práctica, asaltan al personal de la cadena competidora del canal de TV que los entrevistó y le roban todo, inclusive el busito o panel de transporte.
La CESBR (Comisión de Emergencia para el Secuestro de Bienes y Repartidera) y los que dicen que defienden al pueblo, justifican esa conducta diciendo que “es legal sobre la base de la discriminación y opresión a que han sido sometidos los grillos por parte de las hormigas”. Exigen que la hormiga se disculpe con los grillos por lo que les ha hecho y que los compense por todas las hormigas que han existido y que han hecho lo mismo en contra de los grillos a través de la historia.
Se genera el PAUCAYMG (Pueblo Altamente Unido Contra el Abuso y Maltrato a los Grillos) y declara que va a comenzar los movimientos de masas oprimidas, una revolución reivindicativa y una Guerra Santa en contra de las hormigas.
El vocero del gobierno aparece en el telediario de la noche y establece que hará todo lo que esté al alcance a favor de los grillos, a los que se les ha negado la prosperidad que se merecen por quienes se han beneficiado injustamente durante todo el verano; promete una investigación exhaustiva, más aún que las del sector eléctrico y telefónico, y se forma una comisión-ad hoc para que la emprenda.
El gobierno emite un decreto retroactivo al comienzo del verano por el cual se multa a la hormiga por no haber empleado una cantidad proporcional de grillos y como a ésta no le queda nada para pagar la multa ni sus impuestos vencidos, el gobierno le confisca sus bienes para repartirlos entre los desamparados grillos.
A continuación observamos a los grillos comiéndose lo que queda de la comida de la hormiga, mientras que la nueva casa que ellos ocupan -que es la antigua casa de la hormiga- se les cae encima, porque no supieron o no quisieron darle el mantenimiento adecuado.
En la TV continuamente aparecen grupos de grillos que cantan y bailan frenéticamente, anunciando que una nueva era de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” ha amanecido en el campo. Mientras tanto, a la hormiga no se le permite trabajar en el campo porque, históricamente, se ha aprovechado del mismo. En su lugar, batallones de grillos trabajan tan sólo dos horas diarias, comiéndose más de la mitad de lo que llegan a cosechar.
Cuando llega nuevamente el invierno y no se ha guardado suficiente alimento, los batallones de grillos se declaran en huelga y exigen un aumento de salario del 250% para poder comprar más comida, la cual ahora, tiene que ser importada, ya que los grillos no son lo suficientemente productivos para generar la cantidad de alimentos necesaria.
Ante esta situación, la hormiga, que ha sido humillada, escarnecida y desvalijada, empaca las pocas cosas que le han dejado y emigra a otro campo, donde monta con su trabajo y sacrificio una exitosa compañía de alimentos y se hace multimillonaria vendiendo sus productos al campo de donde salió.
En fin, esto pasa en muchos lugares pero, gracias a Dios, no aquí, no en Panamá, en donde reina el orden, la disciplina y el amor al trabajo; donde tenemos un sistema educativo, jurídico y social que no tiene parangón; donde existe una preclara visión de futuro, una misión altamente definida y para abreviar, en donde los jubilados reciben pensiones muy acordes con los tiempos que vivimos y comen casi gratis en todos los restaurantes del país... ¿ O no es así..?
Llega el invierno, el pasto se muere y hace mucho frío. La hormiga está en su casa, bien alimentada y abrigada; pero el grillo, que no se preparó para la estación fría, muere dejando un montón de crías, sin alimento ni refugio, condenándolas a pasar situaciones que sólo Dios sabe y comprende que si no mueren, es debido a su directa intervención al respecto.
Una de las principales moralejas de esta historia es que hay que prepararse y trabajar duro para enfrentar el futuro, ya que éste depende, la mayoría de las veces, de lo que se ha hecho en el pasado y de lo que se hace en el presente.
La primera parte es igual, pero como la cosa ocurre en nuestro continente y sin ofender, surgen algunas complicaciones muy folklóricas. Los descendientes del grillo, muriéndose de hambre y de frío, quieren saber por qué se permite que la hormiga esté abrigada y bien alimentada mientras ellos, que viven al lado, lo hacen en condiciones terribles, sin comida y sin suficientes bienes para sobrevivir.
Casi de la nada, aparece el equipo de noticias de una estación de TV, de origen norteamericano, o inglés o mexicano o nacional -realmente no importa su origen- que graba y proyecta la situación de los pobres grillos, en contraste con la hormiga en su confortable hogar y con la despensa llena de comida. El público queda estupefacto. ¿Cómo puede ser posible que en este hermoso campo se permita que sufran tanto los pobres grillos, mientras la hormiga vive con tanto lujo?
En menos de lo que canta un gallo, se forma la UNG (Unión Nacional de Grillos), acusan a la hormiga de tener “protección especial” y declaran a los grillos víctimas de treinta millones de siglos de opresión “hormiguística”. Se realiza una manifestación de protesta frente a la casa de la hormiga, y le llenan la casa y la calle de basura al regar el contenido de los tinacos de las inmediaciones. El personal de noticias de la TV los entrevista y los miembros de la familia de grillos declaran que si sus exigencias no son satisfechas, se verán obligados a vivir una vida de criminales porque “hay que vivir.” Sólo por práctica, asaltan al personal de la cadena competidora del canal de TV que los entrevistó y le roban todo, inclusive el busito o panel de transporte.
La CESBR (Comisión de Emergencia para el Secuestro de Bienes y Repartidera) y los que dicen que defienden al pueblo, justifican esa conducta diciendo que “es legal sobre la base de la discriminación y opresión a que han sido sometidos los grillos por parte de las hormigas”. Exigen que la hormiga se disculpe con los grillos por lo que les ha hecho y que los compense por todas las hormigas que han existido y que han hecho lo mismo en contra de los grillos a través de la historia.
Se genera el PAUCAYMG (Pueblo Altamente Unido Contra el Abuso y Maltrato a los Grillos) y declara que va a comenzar los movimientos de masas oprimidas, una revolución reivindicativa y una Guerra Santa en contra de las hormigas.
El vocero del gobierno aparece en el telediario de la noche y establece que hará todo lo que esté al alcance a favor de los grillos, a los que se les ha negado la prosperidad que se merecen por quienes se han beneficiado injustamente durante todo el verano; promete una investigación exhaustiva, más aún que las del sector eléctrico y telefónico, y se forma una comisión-ad hoc para que la emprenda.
El gobierno emite un decreto retroactivo al comienzo del verano por el cual se multa a la hormiga por no haber empleado una cantidad proporcional de grillos y como a ésta no le queda nada para pagar la multa ni sus impuestos vencidos, el gobierno le confisca sus bienes para repartirlos entre los desamparados grillos.
A continuación observamos a los grillos comiéndose lo que queda de la comida de la hormiga, mientras que la nueva casa que ellos ocupan -que es la antigua casa de la hormiga- se les cae encima, porque no supieron o no quisieron darle el mantenimiento adecuado.
En la TV continuamente aparecen grupos de grillos que cantan y bailan frenéticamente, anunciando que una nueva era de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” ha amanecido en el campo. Mientras tanto, a la hormiga no se le permite trabajar en el campo porque, históricamente, se ha aprovechado del mismo. En su lugar, batallones de grillos trabajan tan sólo dos horas diarias, comiéndose más de la mitad de lo que llegan a cosechar.
Cuando llega nuevamente el invierno y no se ha guardado suficiente alimento, los batallones de grillos se declaran en huelga y exigen un aumento de salario del 250% para poder comprar más comida, la cual ahora, tiene que ser importada, ya que los grillos no son lo suficientemente productivos para generar la cantidad de alimentos necesaria.
Ante esta situación, la hormiga, que ha sido humillada, escarnecida y desvalijada, empaca las pocas cosas que le han dejado y emigra a otro campo, donde monta con su trabajo y sacrificio una exitosa compañía de alimentos y se hace multimillonaria vendiendo sus productos al campo de donde salió.
En fin, esto pasa en muchos lugares pero, gracias a Dios, no aquí, no en Panamá, en donde reina el orden, la disciplina y el amor al trabajo; donde tenemos un sistema educativo, jurídico y social que no tiene parangón; donde existe una preclara visión de futuro, una misión altamente definida y para abreviar, en donde los jubilados reciben pensiones muy acordes con los tiempos que vivimos y comen casi gratis en todos los restaurantes del país... ¿ O no es así..?
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