La muerte del Español
En una ocasión, mientras dictaba a una secretaria que, desde luego, no trabajaba para mí sino que, eventualmente, me fue posibilitada por un cliente en su empresa para redactar un memorial forense, luego de incluir en una oración la palabra "anfibológica", ésta, de modo casi irreverente, me censuró en estos términos: "¡Me extraña que un abogado como usted no sepa lo que dicta, pues no se dice anfibológica, sino anfibiológica!".
Quedé sorprendido, pues sabía, perfectamente, el significado de ese término: Son palabras "anfibológicas" aquellas que tienen o presentan doble sentido. Las palabras así catalogadas tienden a confundir, a ser imprecisas, ambiguas y, en no pocas ocasiones, enmascaran otras intenciones en el discurso, dejando en penosa incertidumbre al interlocutor o al auditorio. Recuerdo que, cuando le precisé a la joven el significado de "anfibológica", ella, con mucha o poca pena, sólo se limitó a decirme: "Disculpe, no conocía esa palabra".
Esta anécdota, y muchas más que podría contar, tiene el fin de ilustrar una situación que hemos venido advirtiendo en no pocas personas que intervienen, a diario, en los medios de comunicación, en los estrados tribunalicios, en las tribunas públicas.
El Español, nuestra lengua o idioma, está severamente golpeado y, peor aún, por nosotros mismos. No respetamos la elaboración ordenada de las ideas, su lógica intrínseca; las reglas de la sintaxis, de la gramática; los sufijos y los prefijos son soslayados y la incorrecta escritura de las palabras salta a la vista y se plasman en anuncios, en oraciones, en escritos, como si se encontraran bien escritas. Creo en una permanente depuración de nuestro hablar, en una imperiosa necesidad de pulir el intelecto a través del buen uso de la palabra, de su correcta pronunciación, de la elaboración excelente y bella de las oraciones.
¡Cuántas veces, merced al mal uso de un concepto o del incorrecto empleo del significado de una palabra, caemos en discursos estériles! En defensa de nuestra lengua, la heredada, la aprendida, el Español, hagamos de ella nuestra "majestas orationis", esto es, la grandeza y majestad de nuestra lengua.
abog27172010@hotmail.com
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.