Panamá
La sostenibilidad empieza con una buena planificación
- Elías Tuñón
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- Gerente General de Redeprosa
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En un mundo en el cual el desarrollo económico debe ir de la mano con la protección del medio ambiente, la planificación operativa y la sostenibilidad empresarial se convierten en pilares esenciales.
Un ejemplo claro de esta sinergia entre eficiencia y responsabilidad es el de las empresas que transforman desechos en productos de valor agregado. Este tipo de negocio no solo combate el desperdicio, sino que también promueve la economía circular y genera nuevas oportunidades en sectores clave del país.
No obstante, el éxito de estas iniciativas no puede depender solo del entusiasmo o la buena voluntad de sus promotores. Requiere de una planificación operativa precisa y una visión sostenible a largo plazo.
Desde el acopio de los residuos, transformación y almacenamiento del producto es fundamental definir una estrategia de producción que garantice una mayor productividad sin perder de vista el mínimo impacto ambiental.
Sin esta base operativa robusta, el riesgo de fallos técnicos, contaminación y pérdidas económicas se multiplica.
La planificación, además, debe estar orientada a garantizar la trazabilidad y calidad del producto final. Es aquí donde la sostenibilidad se entrelaza con la rentabilidad: operar con estándares ambientales y de inocuidad no es solo una responsabilidad ética, es también una estrategia de negocios inteligente.
Por otro lado, es importante que las empresas que reutilizan residuos orgánicos informen a la comunidad de que estas operaciones no representan un riesgo, sino una solución sostenible a un problema de manejo de residuos. La experiencia de Redeprosa demuestra que, con procesos responsables y monitoreados, es posible transformar estos residuos en un insumo útil para otras industrias, con total trazabilidad.
No debemos olvidar que a través de la economía circular se impulsa la generación de empleo. Al generar empleos, fomentar la innovación tecnológica y reducir la carga ambiental en determinada actividad industrial también se fortalece la economía verde. Y al hacerlo con una visión de país, desde un sector tan relevante como el agroindustrial, se demuestra que el desarrollo económico y la protección ambiental no son opuestos, sino complementarios.
Pero para que esto sea posible, la sostenibilidad debe estar en el centro de cada decisión, y la planificación operativa debe ser rigurosa, adaptable y orientada al futuro.
Transformar desechos en recursos es una idea poderosa que aporta grandes beneficios al país. Sin embargo, hacerlo bien es una responsabilidad que requiere visión, estrategia y compromiso
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