Los retos de la educación a distancia y los docentes
...un mismo docente podría tener cuatro o cinco modalidades por utilizar con un solo grupo. Deberá entonces, adaptarse a aquellos que estén empleando la tecnología vía computadora, WhatsApp, las televisoras, la radio o alguna otra modalidad.
- Antonio Méndez
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- - Publicado: 27/7/2020 - 12:00 am
La educación a distancia implica que el educador y el educando yacen en espacios diferentes. El docente deberá establecer diversos mecanismos de seguimiento, fiscalización y evaluación. Foto: EFE.
Como ya hemos señalado antes, el país tiene muy poca experiencia en educación a distancia.
Aquí solo contamos con las experiencias del sistema no formal en prácticas como telebásica, educación modular y otras pocas experiencias.
Es importante que recordemos que educar a distancia es llevar adelante el proceso de enseñanza aprendizaje en donde la fuente emisora y el receptor se encuentran en espacios distintos, donde se reducen considerablemente los mecanismos de fiscalización del educando.
Es lo opuesto a la educación presencial que cuenta con el apoyo del aula, espacio en que coinciden el educador y el educando en un mismo tiempo, espacio y entorno.
Este entorno es el aula, que permite el contacto auditivo y visual entre los actores principales de la educación, y permite también que se den los procesos motivacionales, fiscalizadores y evaluativos de manera directa.
Pero la educación a distancia implica que el educador y el educando yacen en espacios diferentes.
Y la pregunta que salta a la vista es: ¿Cuáles son las condiciones existentes en ambos espacios, el del docente y el del educando? Más específicamente en el caso de estos últimos debemos preguntarnos ¿cuáles, las condiciones socioeconómicas y culturales específicas de los hogares como nuevos espacios en que los estudiantes recibirán sus cursos?
Pero, además, hay otras preguntas de gran relevancia como: ¿Cuáles son los instrumentos con que se cuentan para respaldar la relación de enseñanza aprendizaje entre educadores y educandos? y ¿son suficientes y pertinentes estos instrumentos?
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Además, entre definir los instrumentos por usar y utilizarlos, está el problema del adiestramiento del responsable inmediato: el docente.
Al final, ante la sociedad, en el docente recaerá la responsabilidad del éxito de la educación a distancia.
Desde el principio, el docente, antes de definir qué medio empleará para comunicarse con sus estudiantes, deberá identificar, según los protocolos creados, qué modalidad de educación a distancia pueden o deben ser utilizados por ellos.
Y aquí surge el primer problema; el problema de la localización de los estudiantes. Hasta el momento, los docentes denuncian que gran parte de sus estudiantes no pueden siquiera ser localizados pues la información disponible en las escuelas (a la sazón casi cerradas) es insuficiente o incorrecta.
Otro problema que se tiene es que una vez definido qué modalidad de aprendizaje a distancia emplearán los diversos estudiantes, el docente deberá fiscalizar, evaluar e interactuar con los mismos, es decir, con los estudiantes, según la modalidad que estén utilizando.
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Por tanto, un mismo docente podría tener cuatro o cinco modalidades por utilizar con un solo grupo.
Deberá entonces, adaptarse a aquellos que estén empleando la tecnología vía computadora, a aquellos que empleen WhatsApp, a aquellos que estén empleando las televisoras, aquellos que estén empleando la radio o alguna otra modalidad.
Frente a ello, el docente deberá establecer diversos mecanismos de seguimiento, fiscalización y evaluación.
Sin duda, ello llevará al docente a un ahogamiento extremo, no solo por la diversidad de modalidades que deberá manejar, sino por el proceso de adaptación psicológica y el empleo de una mayor cantidad de tiempo para llevar adelante estos procesos formativos.
El docente estará ahora ante un muy complejo tablero de control que es muy diferente al mecanismo simplificado de comunicación empleado en la educación presencial.
Es el docente quien deberá adaptar la aplicación de los nuevos instrumentos.
De hecho, esta adaptación deberá llegar al plano de la individualización, modalidad muy contraria al tipo de educación unidireccional o interactiva que se presenta en el sistema presencial y su aula.
El problema está en que la individualización o el seguimiento individual de los estudiantes, se hace más complejo en el contexto de la diversidad de modalidades de comunicación que debe manejar el docente y que hemos expresado anteriormente.
Se tratará, sin duda, de una situación muy estresante. De hecho, el docente aún no tiene noción alguna de cómo podrá manejar a sus estudiantes con tal nivel de complejidad operativa del sistema a distancia, porque, además, este será masivo aun cuando no concurra la mayoría de los estudiantes a él.
Ya entendemos por qué los sistemas de educación a distancia son para ser manejados con grupos muy pequeños de estudiantes que además deben tener la capacidad de estar atentos.
Debido al nivel de complejidad, y en el contexto de la novedad e inexperiencia, podrían presentarse muchos casos en que los docentes perdieran el control de los procesos de enseñanza aprendizaje.
Aquí salta a la vista que debieron utilizarse algunos meses de prueba y no declarar el ingreso de los estudiantes el 20 de julio.
Docente. Investigador del Observatorio nacional de educación de AEVE.
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