María Ossa de Amador
Publicado 2005/11/05 00:00:00
Para aquellos jóvenes, lamentablemente muy pocos, que aprenden la historia patria en las escuelas, María Ossa de Amador es presentada en la historiografía oficial como una venerable matrona, cuya única contribución fue la de coser las dos primeras banderas nacionales. Esta subvaloración de una verdadera prócer de la República debe ser corregida, y esperamos poder contribuir para ello.
La señora de Amador no sólo era joven, hermosa y hacendosa, también fue una mujer valiente y visionaria, sin cuya intervención oportuna seguramente hubiera fracasado la separación de Colombia, y nuestra República hubiera estado permanentemente signada como un extraño injerto hispano colombo norteamericana, carente de identidad propia. Fue ella la que primero rechazó la bandera que nos enviara la Sra. de Buneau Varilla y recomendara a su esposo que le pidiera a su hijo Manuel E. Amador, gran artista de la época, diseñar una nueva que simbolizara la identidad panameña; fue ella quien con su cuñada, adquirió secretamente las telas para coser las banderas y quien decidiera prudentemente hacer dos ejemplares. Pero su mayor contribución no fue esa. Cuenta la historia que los miembros de la Junta Revolucionaria habían fijado el 28 de noviembre como la fecha para declarar la separación de Colombia, buscando hacerla coincidir con la fecha de Independencia de España. Pero la llegada del Batallón Tiradores y los Generales Tovar y Anaya a Colón forzó a precipitar el movimiento separatista. Ante la situación, los conjurados se fueron retirando a sus casas convencidos que la gesta había sido abortada. Cuando el Dr. Manuel Amador Guerrero hace lo propio y se echa en actitud de derrota, Doña María Ossa de Amador le pregunta "¿Qué haces en casa?", a lo que él contesta: "Me han dejado sólo" y nuestra Madre Fundadora le contesta: "Si te han dejado sólo, sólo has de luchar. Levántate Amador y ve a luchar". Ese impulso heroico de quien comprendió la gravedad del momento y lo que estaba en juego, fue la chispa que reencendió la gesta separatista. Loas a María Ossa de Amador de cuyo seno nació la Bandera y cuya chispa alumbró la República.
La señora de Amador no sólo era joven, hermosa y hacendosa, también fue una mujer valiente y visionaria, sin cuya intervención oportuna seguramente hubiera fracasado la separación de Colombia, y nuestra República hubiera estado permanentemente signada como un extraño injerto hispano colombo norteamericana, carente de identidad propia. Fue ella la que primero rechazó la bandera que nos enviara la Sra. de Buneau Varilla y recomendara a su esposo que le pidiera a su hijo Manuel E. Amador, gran artista de la época, diseñar una nueva que simbolizara la identidad panameña; fue ella quien con su cuñada, adquirió secretamente las telas para coser las banderas y quien decidiera prudentemente hacer dos ejemplares. Pero su mayor contribución no fue esa. Cuenta la historia que los miembros de la Junta Revolucionaria habían fijado el 28 de noviembre como la fecha para declarar la separación de Colombia, buscando hacerla coincidir con la fecha de Independencia de España. Pero la llegada del Batallón Tiradores y los Generales Tovar y Anaya a Colón forzó a precipitar el movimiento separatista. Ante la situación, los conjurados se fueron retirando a sus casas convencidos que la gesta había sido abortada. Cuando el Dr. Manuel Amador Guerrero hace lo propio y se echa en actitud de derrota, Doña María Ossa de Amador le pregunta "¿Qué haces en casa?", a lo que él contesta: "Me han dejado sólo" y nuestra Madre Fundadora le contesta: "Si te han dejado sólo, sólo has de luchar. Levántate Amador y ve a luchar". Ese impulso heroico de quien comprendió la gravedad del momento y lo que estaba en juego, fue la chispa que reencendió la gesta separatista. Loas a María Ossa de Amador de cuyo seno nació la Bandera y cuya chispa alumbró la República.
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