Turismo
Piano, piano
No entendemos qué espera el Gobierno Nacional para implementar una estrategia cónsona y funcional ante esta realidad.
Turismo
No entendemos qué espera el Gobierno Nacional para implementar una estrategia cónsona y funcional ante esta realidad.
Los visitantes no llegan a Panamá porque no hemos sabido venderlo, no hemos logrado crear nuevos destinos, noveles incentivos que diferencien nuestro paraíso, único en la región, con lo que nos rodea. Foto: EFE.
En italiano hay un refrán: "Piano, piano, si arriva lontano". Su traducción es "poco a poco, se llega lejos".
En Grecia, el 1 de julio, el país abrió sus puertas al turismo internacional.
Hasta ese momento los números de casos de la COVID-19 totalizaban 3,589 y decesos 193.
Para un país de once millones de habitantes, el manejo de la pandemia ha sido excepcional, comparado con el caso de Panamá, que cuenta con 41,251 casos, 819 decesos y aun una tendencia ascendente.
Ahora resulta que el martes se han registrado 33 nuevos casos en Grecia, 21 importados.
Aún no son cifras alarmantes, pero sí es un llamado a la atención a las autoridades helénicas y mundiales del sector turismo sobre lo que puede acontecer, resultado de una estrategia fructuosa a corto plazo, pero fatídica a la larga.
Ese mismo día en Panamá, la Asociación Panameña de Hoteles, Apatel, emitió un comunicado invitando al presidente Cortizo a que instruya a las autoridades de salud para que certifiquen los protocolos internacionales sanitarios de apertura de los aeropuertos del país, principalmente la terminal aérea de Tocumen, los cuales cuentan con el aval de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El lineamiento de APATEL cuenta con el apoyo de varios gremios turísticos, en esencia, sumamente afectados por la pandemia, al igual que la gran mayoría de la población cesante. Antes de proceder consideramos sano analizar el beneficio de tal medida.
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Ante todo, todos estamos deseosos de ubicar la COVID-19 en el retrovisor de la historia.
Nos hemos visto afectados económica, social y psíquicamente.
Las alarmantes cifras, que aun continúan su tendencia alcista sin tregua, han elevado con efecto multiplicador el número de víctimas.
Muy por el contrario que el caso de Estados Unidos, vergonzoso líder mundial con 3 millones de casos y más de 130,000 víctimas, pero que a pesar del incremento en casos tiene una disminución en el número de muertes, caso contrario que el nuestro.
Los visitantes no llegan a Panamá porque no hemos sabido venderlo, no hemos logrado crear nuevos destinos, noveles incentivos que diferencien nuestro paraíso, único en la región, con lo que nos rodea.
No entendemos qué espera el Gobierno Nacional para implementar una estrategia cónsona y funcional ante esta realidad.
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La decisión del presidente de la República, Laurentino Cortizo, de relevar a la Dra. Rosario Turner como ministra de Salud no ha resultado ni en números aceptables ni el control de la tendencia alcista, sobremanera en el número de muertes.
Existe un vacío, una apatía, una indiferencia, algo así como la opinión del presidente Trump: "Va a desaparecer, un día como un milagro, desaparecerá".
Ante este panorama, somos de la opinión que las autoridades de turismo debiesen enfocar sus esfuerzos en creatividad, encontrando nuevas fórmulas para elevar las raquíticas cifras de un turismo que no despega, antecediendo la pandemia.
Sencillamente, Panamá exige un borrón y cuenta nueva para convertirse en imán al turismo mundial, con metas que sobrepasen 10 millones de visitantes anuales, a corto plazo.
Más de lo mismo, no resuelve el problema. La ocupación hotelera se encontraba por debajo de la norma desde hace mucho tiempo.
Los visitantes no llegan a Panamá porque no hemos sabido venderlo, no hemos logrado crear nuevos destinos, noveles incentivos que diferencien nuestro paraíso, único en la región, con lo que nos rodea.
Utilizo siempre los ejemplos de Las Vegas, en medio del desierto de Nevada, que atrae más de 40 millones de visitantes anuales y de la Riviera Maya, donde el callado pueblito de Cancún, en la década de los 70 del siglo pasado, pasó a convertirse en la joya del turismo azteca, donde más de 10 millones de turistas le visitaron durante el primer trimestre de 2019.
Entonces, anterior a la reapertura prematura del aeropuerto de Tocumen, a un tris de lo que era, se hace de rigor, necesario la implementación de un programa sanitario efectivo 100%.
Piano, piano.
Líder empresarial.
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