Privatización, estatización y competencia
Publicado 2006/02/10 00:00:00
En el rebote antineoliberal, los populistas han tomado la bandera de la estatización como supuesto remedio a los efectos de las privatizaciones realizadas en los años 80 y 90. Esta idea es absurda y superficial a la vez. Es absurda, porque ningún país que pretenda hacer crecer su economía y su oferta de empleos lo puede efectuar sin inversiones; por ende, cualquier esfuerzo de estatización implica recomprar las empresas a su valor de mercado. En nuestro caso estaríamos hablando de varios miles de millones de dólares en la recompra y otros miles de millones en inversiones para atender la demanda creciente de estos servicios. Es, además, superficial porque señala a la forma de propiedad -privada vs. pública- como la causa del aumento o no reducción de los precios por dichos servicios. La verdad es que la razón por la cual suben o no bajan ciertos precios, es por falta de competencia y no porque hayan sido privatizadas las empresas.
A pesar de lo que reza nuestra Constitución Política -que no habrá monopolios particulares- aquí se pasó de monopolios estatales a monopolios privados. Sólo cuando la actividad privatizada ha pasado a abrirse a la competencia es que los precios han empezado a bajar, tal es el caso de las llamadas internacionales y de larga distancia, cuyos precios actuales son una fracción de lo que eran antes, y siguen bajando. Otro tanto sucede con los productos de la "canasta básica", que siguen siendo controlados, ya no en sus precios sino en su importación y comercialización. Dicen algunos entendidos que si se quitaran los aranceles a estos productos y se permitiera su libre importación y comercialización, el costo de la "canasta básica" bajaría entre 50 y 90 balboas. Para una familia con ingresos de menos de 300 balboas al mes esto equivaldría a un aumento inmediato en sus ingresos de un 20 a un 30%.
¿Qué detiene al Gobierno de abrir a la competencia todos los servicios públicos -aun aquellos que el Estado pretende seguir administrando- y la importación y comercialización de los productos básicos? Si a todos esos demagogos que andan planteando la estatización de los servicios públicos les importaran algo los pobres, estarían pidiendo en su lugar que se abran todos estos campos a la competencia. Por supuesto que si hicieran eso se quedarían sin discurso y sin pobres sobre quienes andar quejándose.
A pesar de lo que reza nuestra Constitución Política -que no habrá monopolios particulares- aquí se pasó de monopolios estatales a monopolios privados. Sólo cuando la actividad privatizada ha pasado a abrirse a la competencia es que los precios han empezado a bajar, tal es el caso de las llamadas internacionales y de larga distancia, cuyos precios actuales son una fracción de lo que eran antes, y siguen bajando. Otro tanto sucede con los productos de la "canasta básica", que siguen siendo controlados, ya no en sus precios sino en su importación y comercialización. Dicen algunos entendidos que si se quitaran los aranceles a estos productos y se permitiera su libre importación y comercialización, el costo de la "canasta básica" bajaría entre 50 y 90 balboas. Para una familia con ingresos de menos de 300 balboas al mes esto equivaldría a un aumento inmediato en sus ingresos de un 20 a un 30%.
¿Qué detiene al Gobierno de abrir a la competencia todos los servicios públicos -aun aquellos que el Estado pretende seguir administrando- y la importación y comercialización de los productos básicos? Si a todos esos demagogos que andan planteando la estatización de los servicios públicos les importaran algo los pobres, estarían pidiendo en su lugar que se abran todos estos campos a la competencia. Por supuesto que si hicieran eso se quedarían sin discurso y sin pobres sobre quienes andar quejándose.

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