Proyecto V

Hace unos días estuve reunida con un grupo de amigos. En un momento de nuestra conversación salieron a relucir las hazañas y rarezas del mundo animal. Mis amigos, todos con conocimientos en el tema, hablaban de los aspectos físicos y matemáticos que encuentran su aplicación en las actividades de ese maravilloso reino.

Por mi parte estaba un poco alejada de la tónica científica de la charla pues estaba mayormente concentrada en cómo podemos aprender de los animales, ya que este grupo al que denominamos inferior irónicamente nos brinda grandes lecciones. En ese instante (como una imagen fotográfica guardada en el recuerdo más lejano de mi memoria) vino a mi mente una de las enseñanzas más lindas que he recibido en mi vida.

En una ocasión una viejita sin muchos conocimientos académicos brindó a su nieta una gran lección. En un hermoso atardecer, del que no puedo expresar la fidelidad de su belleza y del que solamente puedo narrarles como un marco encuadrado en precioso tono azul, pintado por la mano de Dios, vimos un grupo de aves volando en v.

Era sin duda unos de los momentos más sublimes que mis ojos habían observado; se veía una v acostada perfecta. Era el vuelo sincronizado y armonioso de unas aves.

Ella me contó que cuando las aves volaban de ese modo se ayudaban unas a otras. Me explicó que no eran egoístas y eran capaces de ceder el lugar de la punta. El lugar que ocupa el ave que las guiaba. Me dijo que el esfuerzo de todas juntas aliviaba su viaje.

Tal vez mi abuela no sabía explicar el concepto técnico del vuelo en v pero dejó sembrado en mi alma ese deseo que me permite hablarles hoy de la solidaridad.

Ese vuelo es la imagen en la naturaleza más perfecta y ejemplar que me permite describir el concepto de solidaridad. Es un tema del que estaba deseosa de escribir, pero no encontraba un enfoque inicial para desarrollar la idea. Hoy 31 de agosto el mundo recuerda este valor. Este valor rememora la firme convicción de comprometernos en pos del bien común. Es la concepción de que es mejor dar que recibir. Es la internalización de vivir en los pies de los otros hombres, de ayudarnos entre todos. Donde exista un lazo con los demás. Todos los seres humanos nos necesitamos.

No por ocupar en un momento determinado el lugar del líder debemos olvidar que podremos ocupar o hemos ocupado el lugar de los que van más atrás. El líder solo no hace nada ya que el también se agota y requiere de descanso y de la fuerza de sus compañeros de vuelo. La solidaridad implica el sólido compromiso de vivir en sociedad, donde lo tuyo me importa a mí pues es parte de mi realidad. Es decir, lo tuyo no me es ajeno ni indiferente.

En muchas ocasiones callamos nuestra conciencia con dar un aporte económico en los sucesos desastrosos o de otra naturaleza, pero olvidamos a aquel que tenemos más cerca: nuestro vecino, nuestro amigo, nuestro compañero de oficina.

Debemos vivir la solidaridad desde la mínima acción que realicemos con pequeñas acciones del día a día, pues solidaridad es un valor que te lleva a descubrir la verdad de vivir con virtud y vocación la esencia de ese vuelo digno de imitar.