Seguridad aérea y el vuelo HP1267
Publicado 2000/04/06 23:00:00
- Parma
Si usted es abogado de Aeroperlas y se entera de que alguien va a publicar un artículo contrario a su cliente después de un accidente, usted se moviliza. Y trata de restarle credibilidad al tipo que escribió el artículo. Así que para frustrar las ambiciones de esos abogados, y para explicar mi interés personal en la tragedia del HP 1267, he de mencionar algunas de mis credenciales. Si a usted le molesta eso, entonces por favor no siga leyendo.
Desde 1983 he sido miembro de la Asociación de Pilotos y Dueños de Aviones de Estados Unidos, una de las organizaciones profesionales más poderosas del mundo. La AOPA (como se la conoce en inglés), a la hora de defender los derechos de los pilotos no le tiene miedo a nadie. Se mete con políticos y con millonarios con influencias. Recientemente nos movilizamos para parar en seco un proyecto de ley en detrimento de la aviación civil que se estaba fragüando en Washington. (A este servidor le tocó comunicarse con senadores sobre el tema.)
También, me ha tocado estudiar y discutir con otros profesionales de aviación, muchos accidentes aéreos. El tipo que me enseñó a volar a ciegas (por instrumentos), era el jefe de entrenamiento de vuelo de aviones de aerolínea en la legendaria Boeing. Soy autor de dos manuales de entrenamiento de vuelo y tengo un montón de licencias, aunque nunca he sido piloto profesional como erróneamente reportó El Universal el año pasado. Y aquí voy a parar, para no aburrirlos con más detalles de mi vida.
La tragedia del De Havilland of Canada Twin Otter HP1267, perteneciente al monopolio de Aeroperlas no sólo me ha llenado de dolor, sino que me ha hecho pensar. Ese accidente pudo haber sido evitado. No voy a entrar en tecnicismos de control aéreo, como cantidad y posición de instalaciones electrónicas terrestres tipo ILS, VOR, y NDB, que guían al piloto hasta el aeropuerto en caso de neblina. Pero me parece que cuando los gringos estaban en Panamá esas instalaciones sí existían. Es más, los gringos hubieran encontrado el HP1267 en cuestión de horas. En San Blas, donde el territorio es montañoso, debería de haber estaciones de navegación y un ILS en aeropuertos donde la trayectoria de aproximación, como en Puerto Obaldía, está cerca de picos. También, se debe mejorar el sistema de observación climatológica e instalar cobertura de radar.
Pero todo eso cuesta dinero, y en un país donde los políticos en contubernio con empresarios acaudalados llevan las riendas, al sistema aeronáutico no se le da importancia. El gobierno (al menos durante la gestión del PRD) no gasta ni en escuelas ni en hospitales ni en seguridad aérea, porque hay que ahorrar para pagar "salarios caídos" a ciertos legisladores y doblarles los sueldos a los ministros y magistrados de la Corte Suprema. Así son las cosas en un país donde mandan los monos gordos y sus televisoras.
Los monopolios en aviación no deberían ser permitidos por razones de seguridad, a menos que haya una supervisión fuerte de sus operaciones. Aeroperlas es un monopolio irresponsable, puesto que sus dueños, la familia "X", tiene toda clase de influencias dentro de la oligarquía política y por ende, el gobierno. Y el gobierno, a través de Aeronáutica Civil, no se atreve a supervisar a Aeroperlas. Pocos directores de Aeronáutica, como el fallecido Patricio Janson, tienen la fibra y el profesionalismo como para contrariar al presidente de la República y sus amigotes, dueños de Aeroperlas. (Dicho sea de paso, la familia "X" hizo mucha plata durante la dictadura.)
Una vez, volando en Aeroperlas, noté que el altímetro (que mide la altitud sobre el nivel del mar) no estaba funcionando. Cuando le pregunté al piloto qué es lo que pasaba, el señor se quedó callado. Obviamente sabía que si hablaba perdería su trabajo. En Estados Unidos los dueños de una aerolínea así estarían presos. A mí me encantaría ser el director de Aeronáutica Civil de Panamá para multar fuertemente a la familia "X" por operar una aerolínea sin responsabilidad debida. También forzaría a Aeroperlas a colocar en la gerencia a un piloto dedicado de corazón a la aviación.
Mientras tanto, las televisoras, postradas como siempre hacia los intereses de empresarios millonarios, tratarán de echarle tierra al asunto. Es más, no me extrañaría que, para proteger a la familia "X" y Aeroperlas, esas televisoras y otros periodistas vendidos, ahora tratarán de echarle la culpa de este último desastre al piloto.
Desde 1983 he sido miembro de la Asociación de Pilotos y Dueños de Aviones de Estados Unidos, una de las organizaciones profesionales más poderosas del mundo. La AOPA (como se la conoce en inglés), a la hora de defender los derechos de los pilotos no le tiene miedo a nadie. Se mete con políticos y con millonarios con influencias. Recientemente nos movilizamos para parar en seco un proyecto de ley en detrimento de la aviación civil que se estaba fragüando en Washington. (A este servidor le tocó comunicarse con senadores sobre el tema.)
También, me ha tocado estudiar y discutir con otros profesionales de aviación, muchos accidentes aéreos. El tipo que me enseñó a volar a ciegas (por instrumentos), era el jefe de entrenamiento de vuelo de aviones de aerolínea en la legendaria Boeing. Soy autor de dos manuales de entrenamiento de vuelo y tengo un montón de licencias, aunque nunca he sido piloto profesional como erróneamente reportó El Universal el año pasado. Y aquí voy a parar, para no aburrirlos con más detalles de mi vida.
La tragedia del De Havilland of Canada Twin Otter HP1267, perteneciente al monopolio de Aeroperlas no sólo me ha llenado de dolor, sino que me ha hecho pensar. Ese accidente pudo haber sido evitado. No voy a entrar en tecnicismos de control aéreo, como cantidad y posición de instalaciones electrónicas terrestres tipo ILS, VOR, y NDB, que guían al piloto hasta el aeropuerto en caso de neblina. Pero me parece que cuando los gringos estaban en Panamá esas instalaciones sí existían. Es más, los gringos hubieran encontrado el HP1267 en cuestión de horas. En San Blas, donde el territorio es montañoso, debería de haber estaciones de navegación y un ILS en aeropuertos donde la trayectoria de aproximación, como en Puerto Obaldía, está cerca de picos. También, se debe mejorar el sistema de observación climatológica e instalar cobertura de radar.
Pero todo eso cuesta dinero, y en un país donde los políticos en contubernio con empresarios acaudalados llevan las riendas, al sistema aeronáutico no se le da importancia. El gobierno (al menos durante la gestión del PRD) no gasta ni en escuelas ni en hospitales ni en seguridad aérea, porque hay que ahorrar para pagar "salarios caídos" a ciertos legisladores y doblarles los sueldos a los ministros y magistrados de la Corte Suprema. Así son las cosas en un país donde mandan los monos gordos y sus televisoras.
Los monopolios en aviación no deberían ser permitidos por razones de seguridad, a menos que haya una supervisión fuerte de sus operaciones. Aeroperlas es un monopolio irresponsable, puesto que sus dueños, la familia "X", tiene toda clase de influencias dentro de la oligarquía política y por ende, el gobierno. Y el gobierno, a través de Aeronáutica Civil, no se atreve a supervisar a Aeroperlas. Pocos directores de Aeronáutica, como el fallecido Patricio Janson, tienen la fibra y el profesionalismo como para contrariar al presidente de la República y sus amigotes, dueños de Aeroperlas. (Dicho sea de paso, la familia "X" hizo mucha plata durante la dictadura.)
Una vez, volando en Aeroperlas, noté que el altímetro (que mide la altitud sobre el nivel del mar) no estaba funcionando. Cuando le pregunté al piloto qué es lo que pasaba, el señor se quedó callado. Obviamente sabía que si hablaba perdería su trabajo. En Estados Unidos los dueños de una aerolínea así estarían presos. A mí me encantaría ser el director de Aeronáutica Civil de Panamá para multar fuertemente a la familia "X" por operar una aerolínea sin responsabilidad debida. También forzaría a Aeroperlas a colocar en la gerencia a un piloto dedicado de corazón a la aviación.
Mientras tanto, las televisoras, postradas como siempre hacia los intereses de empresarios millonarios, tratarán de echarle tierra al asunto. Es más, no me extrañaría que, para proteger a la familia "X" y Aeroperlas, esas televisoras y otros periodistas vendidos, ahora tratarán de echarle la culpa de este último desastre al piloto.
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