Sobre la autonomía de la CSS
Publicado 2005/01/10 00:00:00
EN VIRTUD de su ley orgánica, la Caja de Seguro Social (CSS) cuenta con autonomía "en lo administrativo, en lo funcional, en lo económico, en lo financiero, con personería jurídica, patrimonio propio con derecho a administrarlo y con fondos separados e independientes del Gobierno Central". A este gobierno y, hay que decirlo, a los anteriores, se les criticó cuando pretendieron estudiar y hacer propuestas dirigidas a solucionar los problemas que afectan a la institución, porque supuestamente irrespetaban esa autonomía. Los gobiernos anteriores sucumbieron ante ese argumento y no enfrentaron esos problemas (pero, principalmente, por debilidad política y falta de sentido de Estado), pero el de turno pareciera contar con la voluntad y la determinación para promover y aprobar las necesitadas reformas. Le asiste la razón y consideramos que la mayoría de la población lo apoyará.
La CSS es autónoma, en los aspectos mencionados en su ley constitutiva, pero no es una isla dentro de la Nación (al igual que tampoco lo es la Autoridad del Canal). Su suerte es la suerte del país. De ella dependen los asegurados y los jubilados y pensionados, que constituyen la gran mayoría del país. La CSS es parte del Estado y, si por cualquier motivo no puede hacerle frente a sus compromisos, el Estado tendrá que hacer los aportes que sean necesarios para enfrentarlos, lo que significa que los contribuyentes acabaremos pagando la cuenta. A pesar de esa autonomía, así ha ocurrido en otros países y ocurrirá aquí cuando las reservas se agoten, a menos que se reverse la tendencia deficitaria reciente. Por ello es que el Estado tiene que asumir liderazgo en atacar los problemas de la CSS; por eso es que todos debemos enfrentarlos y aportar nuestra cuota de sacrificio; porque al final acabaremos pagando todos.
Las posiciones demagogas, de corte ideológico, tendrán su audiencia y lograrán convocar a un sector de la población, pero por fortuna, los panameños ya no son tan ingenuos como antes. Hoy día cuentan con mayor educación y conocimiento, por lo cual reconocerán como tal cualquier discurso que promueva la confrontación y evite hacerle frente a los serios problemas de la CSS. Todos los protagonistas de cada uno de los grupos interesados, a saber, Gobierno Central, empleadores, trabajadores, administrativos y personal de la institución deben aportar, pero en forma constructiva.
Ya nadie discute que existe un problem. Ahora tenemos que concentrarnos en atenderla y alguien tiene que dirigir la discusión. Ese alguien tienen que ser los que están encargados en la actualidad de la cosa pública: el gobierno de Martín Torrijos Espino.
La CSS es autónoma, en los aspectos mencionados en su ley constitutiva, pero no es una isla dentro de la Nación (al igual que tampoco lo es la Autoridad del Canal). Su suerte es la suerte del país. De ella dependen los asegurados y los jubilados y pensionados, que constituyen la gran mayoría del país. La CSS es parte del Estado y, si por cualquier motivo no puede hacerle frente a sus compromisos, el Estado tendrá que hacer los aportes que sean necesarios para enfrentarlos, lo que significa que los contribuyentes acabaremos pagando la cuenta. A pesar de esa autonomía, así ha ocurrido en otros países y ocurrirá aquí cuando las reservas se agoten, a menos que se reverse la tendencia deficitaria reciente. Por ello es que el Estado tiene que asumir liderazgo en atacar los problemas de la CSS; por eso es que todos debemos enfrentarlos y aportar nuestra cuota de sacrificio; porque al final acabaremos pagando todos.
Las posiciones demagogas, de corte ideológico, tendrán su audiencia y lograrán convocar a un sector de la población, pero por fortuna, los panameños ya no son tan ingenuos como antes. Hoy día cuentan con mayor educación y conocimiento, por lo cual reconocerán como tal cualquier discurso que promueva la confrontación y evite hacerle frente a los serios problemas de la CSS. Todos los protagonistas de cada uno de los grupos interesados, a saber, Gobierno Central, empleadores, trabajadores, administrativos y personal de la institución deben aportar, pero en forma constructiva.
Ya nadie discute que existe un problem. Ahora tenemos que concentrarnos en atenderla y alguien tiene que dirigir la discusión. Ese alguien tienen que ser los que están encargados en la actualidad de la cosa pública: el gobierno de Martín Torrijos Espino.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.