Transporte colectivo: ferias ambulantes
Publicado 2002/07/31 23:00:00
- Mogadiscio/
Inescrupulosos también solicitan dinero a nombre de familias que tienen algún miembro enfermo, cuando los parientes no lo han solicitado.
¡Muy buenas tardes señores pasajeros, Dios los bendiga y disculpen la molestia!, esta es una de las frases a las que tienen que enfrentarse diariamente y a toda hora, los miles de panameños que utilizan el transporte colectivo en la ciudad.
Y es que en los autobuses se suben todo tipo de personas que aseguran representar a determinadas organizaciones que ayudan a individuos con problemas de drogas, SIDA, a comedores infantiles, populares, y a familias con algún miembro enfermo. También se puede observar a personas vendiendo galletas, plumas, lápices, llaveros, ungüentos y demás artículos.
Sin embargo, ante tanta solicitud de cooperación, los usuarios del transporte colectivo han señalado que no se sabe quién realmente necesita y quién se dedica al "juega vivo", para obtener ingresos sin tener que trabajar.
Roberto Palma, conductor de bus de la ruta Juan Díaz, informó que ante la molestia que estas personas ocasionan a los usuarios, se ha visto en la necesidad de negarle la petición de abordar el vehículo. "A veces los propios usuarios me piden que no deje subir a estas personas al bus y me ha pasado que por cada vuelta que hago, se me han subido hasta ocho diferentes individuos pidiendo plata a cambio de calcomanías o postales", dijo.
En una oportunidad, el autor de esta página observó a un par de sujetos inescrupulosos que se encontraban en la parada de El Parador, en Pedregal, solicitando dinero con un artículo aparecido el diario Crítica, a nombre de la familia que tenía a un niño enfermo con leucemia, situación que era totalmente falsa.
Por otro lado, Emiliano Medina detalló que en una ocasión un vendedor de calcomanías de la organización REMAR, se subió a la altura de Cerro Viento y para su sorpresa se volvió a subir en el hospital San Miguel Arcángel y al informarle que ya se había subido anteriormente, optó por bajarse.
Relató que en una ocasión, un sujeto se subió a un bus en hora de la tarde a pedir dinero supuestamente para una de estas agrupaciones y para su sorpresa en horas de la madrugada lo observó en un restaurante de la vía España, comiendo camarones y otras especialidades que él no se pudo costear. "Y es que como si fuera poco vienen extranjeros de países centroamericano a pedir a Panamá. Si ellos tienen problemas, nosotros también", acotó.
Una de las agrupaciones pioneras en este tipo de actividad es REMAR, la que según su secretario general, Francisco Meza, en la actualidad sólo tienen alrededor de 20 personas pidiendo cooperación en los buses y que para el 2003 dejarán esta actividad para dedicarse a otras. Meza reconoció que la cooperación ha disminuido debido a la gran cantidad de personas que como ellos realizan esta práctica, y que a los usuarios del transporte colectivo se le hace tediosa esta práctica.
"Nosotros somos conscientes que hemos perdido credibilidad ante la comunidad y eso se debe a que los usuarios ven a una persona que les habla de la palabra de Dios y al día siguiente lo observan drogado, eso tiene su precio", precisó.
Aprovechó la oportunidad para informar a la ciudadanía que a partir del próximo año, ninguna persona de REMAR estará pidiendo dinero a cambio de algún producto a nombre de la agrupación.
Y es que en los autobuses se suben todo tipo de personas que aseguran representar a determinadas organizaciones que ayudan a individuos con problemas de drogas, SIDA, a comedores infantiles, populares, y a familias con algún miembro enfermo. También se puede observar a personas vendiendo galletas, plumas, lápices, llaveros, ungüentos y demás artículos.
Sin embargo, ante tanta solicitud de cooperación, los usuarios del transporte colectivo han señalado que no se sabe quién realmente necesita y quién se dedica al "juega vivo", para obtener ingresos sin tener que trabajar.
Roberto Palma, conductor de bus de la ruta Juan Díaz, informó que ante la molestia que estas personas ocasionan a los usuarios, se ha visto en la necesidad de negarle la petición de abordar el vehículo. "A veces los propios usuarios me piden que no deje subir a estas personas al bus y me ha pasado que por cada vuelta que hago, se me han subido hasta ocho diferentes individuos pidiendo plata a cambio de calcomanías o postales", dijo.
En una oportunidad, el autor de esta página observó a un par de sujetos inescrupulosos que se encontraban en la parada de El Parador, en Pedregal, solicitando dinero con un artículo aparecido el diario Crítica, a nombre de la familia que tenía a un niño enfermo con leucemia, situación que era totalmente falsa.
Por otro lado, Emiliano Medina detalló que en una ocasión un vendedor de calcomanías de la organización REMAR, se subió a la altura de Cerro Viento y para su sorpresa se volvió a subir en el hospital San Miguel Arcángel y al informarle que ya se había subido anteriormente, optó por bajarse.
Relató que en una ocasión, un sujeto se subió a un bus en hora de la tarde a pedir dinero supuestamente para una de estas agrupaciones y para su sorpresa en horas de la madrugada lo observó en un restaurante de la vía España, comiendo camarones y otras especialidades que él no se pudo costear. "Y es que como si fuera poco vienen extranjeros de países centroamericano a pedir a Panamá. Si ellos tienen problemas, nosotros también", acotó.
Una de las agrupaciones pioneras en este tipo de actividad es REMAR, la que según su secretario general, Francisco Meza, en la actualidad sólo tienen alrededor de 20 personas pidiendo cooperación en los buses y que para el 2003 dejarán esta actividad para dedicarse a otras. Meza reconoció que la cooperación ha disminuido debido a la gran cantidad de personas que como ellos realizan esta práctica, y que a los usuarios del transporte colectivo se le hace tediosa esta práctica.
"Nosotros somos conscientes que hemos perdido credibilidad ante la comunidad y eso se debe a que los usuarios ven a una persona que les habla de la palabra de Dios y al día siguiente lo observan drogado, eso tiene su precio", precisó.
Aprovechó la oportunidad para informar a la ciudadanía que a partir del próximo año, ninguna persona de REMAR estará pidiendo dinero a cambio de algún producto a nombre de la agrupación.
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