Un peligroso cambio de discurso

No cabe duda de que los políticos nos sorprenden cada día con su manera de actuar.

Hace unas semanas en México, la candidata presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, y su campaña tenían su artillería enfilada para combatir al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, quien representaba, según ellos, el regreso a una época caótica que el país ya no quiere volver a vivir.

Ahora tanto ella como Peña Nieto han cargado contra su adversario del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, quien salió de un oscuro tercer lugar para estar a pocos puntos del líder del PRI, que, según las encuestas, es el favorito para ganar la presidencia de México en julio próximo.

Este cambio tan repentino, tanto en las filas del PRI como en las del PAN, contra López Obrador ha dejado perplejos a los seguidores de ambos candidatos, por la forma como han sacado a relucir el pasado de su adversario.

La campaña promovida por ambos partidos tilda a su adversario de autoritario, violento y como un político que “no cree en la democracia”.

Recuerdan que cuando fue candidato presidencial en el 2006 y perdió los comicios presidenciales por pocos puntos contra Felipe Calderón rechazó los resultados y provocó grandes marchas por meses, violentando el orden constitucional del país, y hasta llegó a autoproclamarse presidente de México.

Esto da mucho que pensar, pero todos sabemos que en materia de política no hay nada escrito; cuando hay que quitar algo del medio se utilizan todas las armas.

Es posible que esta situación mine a los candidatos del PAN y del PRI en el debate público y levante más al candidato de la coalición Movimiento Progresista.

Las cartas están sobre la mesa. ¡Que gane el mejor!