Panamá
Uso de los minerales versus el desarrollo de las sociedades humanas y potencial minero de Panamá
- Daniel Esquivel K.
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- Doctor en Ciencias Geológicas
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El ser humano, a lo largo de su historia, siempre ha estado ligado a los minerales, como se registra desde los tiempos más remotos de la actividad humana. La civilización ha dependido en gran medida de los minerales y las aleaciones, desde el uso inicial del cobre y, posteriormente, del estaño. Por ello, hablamos en un principio de la Edad de Piedra, la Edad del Cobre, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. Durante la Edad de Piedra, al inicio de la humanidad, la recolección y extracción de rocas y minerales marcaron este período. De esta forma, comenzó el desarrollo de la civilización humana, lenta y rudimentaria, pero estrechamente ligada a los minerales.
Históricamente, los seis minerales cobre, hierro, plomo, oro, plata y el bronce, fueron básicamente los únicos utilizados hasta que se realizaron grandes avances tecnológicos en el sector metalúrgico en el siglo XIX.
Sin embargo, el uso de los minerales y metales en el contexto histórico continúa vigente, considerando que el cobre es un componente esencial para las nuevas tecnologías de producción, almacenamiento, transmisión y distribución de la energía eléctrica que no utiliza carbono (energías solar y eólica). En este sentido, la Agencia Internacional de Energía, en su publicación denominada "Rol de los minerales críticos para la transición energética limpia", destaca la creciente demanda de los siguientes minerales críticos: litio, cromo, níquel, cobalto, manganeso, grafito, cobre y molibdeno; y, por consiguiente, el aumento sostenido del precio del cobre en el mercado internacional.
El cobre y el oro se han identificado en la corteza terrestre del territorio nacional de Panamá mediante exploraciones geológico-mineras regionales realizadas por la Dirección General de Recursos Minerales del Ministerio de Comercio e Industrias, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Servicio Geológico Internacional de Suecia, a través de la empresa estatal de ese país, Sveriges Geologiska AB (SGAB), con el propósito de conocer la existencia de potenciales mineralizaciones de dichos minerales.
Con la información geológica y minera obtenida de los proyectos antes mencionados, que cubrieron aproximadamente el 65 % de la superficie del territorio nacional, se pudo determinar que el potencial minero de la República de Panamá, conocido hasta ahora, se concentra en los minerales de cobre y oro. Además, se logró confeccionar el primer y único mapa geológico de Panamá.
Se destaca el descubrimiento de una zona con mineralización de cobre tipo pórfido en el sitio denominado Cerro Petaquilla, en 1969, ubicado en la provincia de Colón, distrito de Donoso, actualmente correspondiente a la mina Cobre Panamá. En virtud de dicho hallazgo, empresas mineras obtuvieron concesiones para la exploración geológico-minera de forma detallada, a fin de comprobar la existencia de yacimientos de cobre y oro.
El Informe Técnico de Factibilidad NI 43-101 de la mina Cobre Panamá, elaborado por la empresa Minera Panamá, S.A. / First Quantum Minerals (antigua Minera Petaquilla, S.A.), confirma la existencia de reservas mineras de cobre pórfido en cinco yacimientos: Botija, Colina, Valle Grande, Balboa y Brazo. Por otra parte, la empresa Petaquilla Gold, S.A. también confirmó la existencia de un yacimiento de oro. Cabe destacar que los yacimientos mineros solo pueden ser considerados como tales en función de su viabilidad económica y ambiental.
En resumen, según el Informe Técnico de Factibilidad de la actual mina Cobre Panamá, los cinco yacimientos de cobre identificados contienen reservas probadas y probables por un total de 3,143.7 millones de toneladas de cobre, con minerales asociados de molibdeno (59.36 partes por millón), oro (0.07 gramos por tonelada) y plata (1.37 gramos por tonelada).
Finalmente, podemos destacar que nuestro país no solo tiene un potencial importante por su posición geográfica que permitió la construcción del Canal de Panamá, sino que también posee un notable potencial minero que debe aprovecharse para beneficiar al país, diversificando su economía mediante el desarrollo sostenible de una minería responsable, ejecutada en el marco de una Política Nacional Minera sustentada en los tres pilares del desarrollo sostenible: sustentabilidad social, sustentabilidad económica y sustentabilidad ambiental. El asunto no es si la minería es buena o mala, sino cómo hacerla responsablemente.
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