Yugoslavia, albergue de etnias y guerras
Publicado 1999/04/10 23:00:00
- Venicia Chang
El siglo XX se ha caracterizado por grandes conflictos bélicos que han enfrentado a la humanidad. La Primera Guerra Mundial (1914-1919) causó estragos en toda Europa, la Segunda Guerra Mundial (1539-1945) conllevó al aniquilamiento de muchas etnias, especialmente de los judíos; ulterior, la Guerra Fría que situó al mundo en muchas ocasiones al borde de una tercera guerra nuclear; no obstante, no hubo enfrentamientos directos entre las grandes potencias, pero sí tensión mundial.
Luego de la culminación de la Guerra Fría, en las diversas sociedades emergió el grave problema de las nacionalidades que en la mayoría de los casos había estado dormido, en las naciones que en un momento de su historia formaron parte del bloque socialista. Para muchos internacionalistas allí radica el problema, dadas las actitudes centralistas y del poder omnímodo de sus gobernantes.
Con la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el detonante de las etnias florece en la palestra de los grandes conflictos efervescentes que sacudieron al mundo posterior a 1991. La búsqueda de las naciones, por la autodeterminación de sus pueblos, degeneraron en conflictos y guerras regionales en donde el predominio de una etnia sobre la otra era la nota característica. No podemos olvidar la Guerra de Chechenia, los conflictos en Ucrania, en Kirguizia, etc; a ello le tenemos que sumar todos los problemas que se generaron con el cambio del sistema.
Yugoslavia, país formado en 1918 luego de la Primera Guerra Mundial, es una región que ha aglutinado a diversos pueblos: eslavos, serbios, croatas, eslovenos, montenegrinos, macedónicos, musulmanes, albaneses, etc. Tras el movimiento de los pueblos eslavos por su derecho a la independencia, éstos estuvieron sometidos a los pueblos vecinos (búlgaros, húngaros, austríacos, turcos, etc), convirtiéndose esta zona en un hervidero de pueblos y de razas.
Así pues, luego de la muerte de Tito, inicia un proceso en donde el desaliento, la desintegración, la lucha del cambio de sistema y la confrontación étnica, ocuparon los principales espacios noticiosos. Cuando muchos creían que este conflicto ya había finalizado, el bombardeo decretado por la OTAN el 24 de marzo, asombraba a otros. Considero que las vidas de las personas están por encima de cualquier otro derecho y que se debe luchar para que las mismas no sean mancilladas, ni diezmadas, ni masacradas. Debemos vivir en un mundo en donde la tolerancia étnica-racial rija los destinos de las naciones. ¿Qué sucedería en Panamá, si a alguien se le ocurriese eliminar del país a los indios, a los negros, a los mestizos, a los chinos...?; ¿cómo quedaría reducida nuestra sociedad? Los Balcanes a lo largo de su historiografía, al igual que Panamá, siempre ha sido una mezcla de razas, en donde vivieron por muchos años diversas naciones en un solo país. Sin embargo la intolerancia de algunos es lo que ha conducido al genocidio en que viven en la actualidad.
Este conflicto étnico-regional puede convertirse en un conflicto a gran escala, debido a las posiciones de muchos países de la región. ¿El por qué? Rusia, quien forma parte de la OTAN, no está de acuerdo con la intervención de las potencias aliadas al territorio yugoslavo y puede aprovecharse de las circunstancias para ganar un poco de dinero a costa del sufrimiento de los pueblos eslavos (kosovares, macedonios, croatas, bosnios, herzegovinos, etc.) los cuales son el blanco de los serbios. Rumania y Bulgaria actuarían de paso para el tráfico de armas que está matando a las naciones en la ex-Yugoslavia. No obstante, este conflicto, a la vez, puede desencadenar una guerra mundial debido a los muchos intereses que están en juego. Rusia mantiene barcos en el mar Adriático, lo cual puede representar un peligro para los aliados, y puede filtrar mucha información a los serbios. La realidad es que la alianza de 19 miembros no tiene planes concretos de penetración por tierra, ni definidos objetivos específicos. Occidente no debe confiar en la tregua unilateral decretada por Belgrado, a pesar de la promesa de que recibirían a los refugiados kosovares y que se promulgaría amnistía para los miembros guerrilleros del Ejército de Liberación de Kosovo; no obstante, la mayoría de estos refugiados temen que se les trate como escudos humanos.
Lo cierto es que fue en la península Balcánica en donde se desencadenó la Primera Guerra Mundial, cuando el archiduque Francisco Fernando de Austria fue asesinado en Sarajevo. Es cierto que estos pueblos a lo largo de la historia han tenido que enfrentarse a guerras, a dominaciones por parte de potencias más fuertes..., pero la realidad de nuestro mundo es que de estallar un conflicto mundial a gran escala estaríamos todos los seres humanos, plantas y animales, en peligro, debido a que en esa guerra sin cuartel se utilizarían armas nucleares, químicas y bactereológicas. A esto le sumamos que se encuentra cerca de un polo tan conflictivo como es el Medio Oriente.
Dentro de este ámbito hay que mencionar el posible conflicto que se puede desencadenar si antes del 4 de mayo del presente no se da una negociación entre árabes-palestinos e israelíes, ya que el Presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, ha expresado que no postergará la proclamación de autonomía nacional. Si le sumamos el problema kurdo en Turquía, que buscan también la liberación del Kurdistán, aunado a las acciones hostiles que en los últimos años Saddam Hussein lleva a cabo, las acciones de los grupos extremistas que protagonizan ataques terroristas, la guerra santa de una mayoría musulmana nos damos cuenta que existen una serie de elementos que podrían desencadenar un conflicto bélico de gran magnitud.
Estos son asuntos que le competen a toda la humanidad y por ende serán los gobiernos los que deberán negociar, presionar para que no se coloque en riesgo el futuro de la vida sobre el planeta.
Luego de la culminación de la Guerra Fría, en las diversas sociedades emergió el grave problema de las nacionalidades que en la mayoría de los casos había estado dormido, en las naciones que en un momento de su historia formaron parte del bloque socialista. Para muchos internacionalistas allí radica el problema, dadas las actitudes centralistas y del poder omnímodo de sus gobernantes.
Con la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el detonante de las etnias florece en la palestra de los grandes conflictos efervescentes que sacudieron al mundo posterior a 1991. La búsqueda de las naciones, por la autodeterminación de sus pueblos, degeneraron en conflictos y guerras regionales en donde el predominio de una etnia sobre la otra era la nota característica. No podemos olvidar la Guerra de Chechenia, los conflictos en Ucrania, en Kirguizia, etc; a ello le tenemos que sumar todos los problemas que se generaron con el cambio del sistema.
Yugoslavia, país formado en 1918 luego de la Primera Guerra Mundial, es una región que ha aglutinado a diversos pueblos: eslavos, serbios, croatas, eslovenos, montenegrinos, macedónicos, musulmanes, albaneses, etc. Tras el movimiento de los pueblos eslavos por su derecho a la independencia, éstos estuvieron sometidos a los pueblos vecinos (búlgaros, húngaros, austríacos, turcos, etc), convirtiéndose esta zona en un hervidero de pueblos y de razas.
Así pues, luego de la muerte de Tito, inicia un proceso en donde el desaliento, la desintegración, la lucha del cambio de sistema y la confrontación étnica, ocuparon los principales espacios noticiosos. Cuando muchos creían que este conflicto ya había finalizado, el bombardeo decretado por la OTAN el 24 de marzo, asombraba a otros. Considero que las vidas de las personas están por encima de cualquier otro derecho y que se debe luchar para que las mismas no sean mancilladas, ni diezmadas, ni masacradas. Debemos vivir en un mundo en donde la tolerancia étnica-racial rija los destinos de las naciones. ¿Qué sucedería en Panamá, si a alguien se le ocurriese eliminar del país a los indios, a los negros, a los mestizos, a los chinos...?; ¿cómo quedaría reducida nuestra sociedad? Los Balcanes a lo largo de su historiografía, al igual que Panamá, siempre ha sido una mezcla de razas, en donde vivieron por muchos años diversas naciones en un solo país. Sin embargo la intolerancia de algunos es lo que ha conducido al genocidio en que viven en la actualidad.
Este conflicto étnico-regional puede convertirse en un conflicto a gran escala, debido a las posiciones de muchos países de la región. ¿El por qué? Rusia, quien forma parte de la OTAN, no está de acuerdo con la intervención de las potencias aliadas al territorio yugoslavo y puede aprovecharse de las circunstancias para ganar un poco de dinero a costa del sufrimiento de los pueblos eslavos (kosovares, macedonios, croatas, bosnios, herzegovinos, etc.) los cuales son el blanco de los serbios. Rumania y Bulgaria actuarían de paso para el tráfico de armas que está matando a las naciones en la ex-Yugoslavia. No obstante, este conflicto, a la vez, puede desencadenar una guerra mundial debido a los muchos intereses que están en juego. Rusia mantiene barcos en el mar Adriático, lo cual puede representar un peligro para los aliados, y puede filtrar mucha información a los serbios. La realidad es que la alianza de 19 miembros no tiene planes concretos de penetración por tierra, ni definidos objetivos específicos. Occidente no debe confiar en la tregua unilateral decretada por Belgrado, a pesar de la promesa de que recibirían a los refugiados kosovares y que se promulgaría amnistía para los miembros guerrilleros del Ejército de Liberación de Kosovo; no obstante, la mayoría de estos refugiados temen que se les trate como escudos humanos.
Lo cierto es que fue en la península Balcánica en donde se desencadenó la Primera Guerra Mundial, cuando el archiduque Francisco Fernando de Austria fue asesinado en Sarajevo. Es cierto que estos pueblos a lo largo de la historia han tenido que enfrentarse a guerras, a dominaciones por parte de potencias más fuertes..., pero la realidad de nuestro mundo es que de estallar un conflicto mundial a gran escala estaríamos todos los seres humanos, plantas y animales, en peligro, debido a que en esa guerra sin cuartel se utilizarían armas nucleares, químicas y bactereológicas. A esto le sumamos que se encuentra cerca de un polo tan conflictivo como es el Medio Oriente.
Dentro de este ámbito hay que mencionar el posible conflicto que se puede desencadenar si antes del 4 de mayo del presente no se da una negociación entre árabes-palestinos e israelíes, ya que el Presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, ha expresado que no postergará la proclamación de autonomía nacional. Si le sumamos el problema kurdo en Turquía, que buscan también la liberación del Kurdistán, aunado a las acciones hostiles que en los últimos años Saddam Hussein lleva a cabo, las acciones de los grupos extremistas que protagonizan ataques terroristas, la guerra santa de una mayoría musulmana nos damos cuenta que existen una serie de elementos que podrían desencadenar un conflicto bélico de gran magnitud.
Estos son asuntos que le competen a toda la humanidad y por ende serán los gobiernos los que deberán negociar, presionar para que no se coloque en riesgo el futuro de la vida sobre el planeta.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.