Panamá
Las razones para callar a EPASA: 'La Prensa, a los pies de Varela'
El 20 de noviembre de 2019, Panamá América publicó un reportaje de las conversaciones de los Varelaleaks.com.
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- - Actualizado: 21/11/2022 - 12:00 am
En la administración de Juan Carlos Varela, muchos medios de comunicación se convirtieron en aliados y fanáticos del exmandatario, comprometiendo su línea editorial crítica.
Uno de ellos fue el diario La Prensa, cuyos directivos quedaron en altos cargos públicos y embajadas en el exterior. Incluso, desde sus funciones públicas giraban instrucciones para apoyar y defender la gestión de Varela. Ello incluía el uso exclusivo de informes del Consejo de Seguridad que llegaban a este medio para que luego se convirtieran en expedientes judiciales, utilizando el puente con la exprocuradora Kenia Porcell.
El 20 de noviembre de 2019, Panamá América publicó un reportaje de las conversaciones de los Varelaleaks.com, en donde se expone cómo el exmandatario panameño Juan Carlos Varela llegó a tener control sobre uno de los principales periódicos del país, a través de nombramientos en embajadas, favores personales, tráfico de influencias, viajes en el avión presidencial con parejas y otros arreglos.
La línea editorial del diario La Prensa se plegó a los pies del gobierno de Juan Carlos Varela, ayudándole a encubrir sus nexos con Odebrecht y la "procuraduría paralela", así como el escándalo de la concesión de la compra de combustible a Petróleos Delta y su vínculo con el contralor Federico Humbert, manejos irregulares en programas como Techos de Esperanza, compras directas a allegados, la embajada de China en la Calzada de Amador, la entrega del aeropuerto de Tocumen a favor de los intereses de Copa, uso de la partida discrecional para el Consejo de Seguridad, entre otros escándalos.
Juan Carlos Varela movió sus fichas desde que tomó control del gobierno, nombrando al presidente de La Prensa, Fernando Berguido, como embajador en Italia; y a María Mercedes "Chelle" Corró, subdirectora de La Prensa, como embajadora en España. El primer nombramiento también le aseguró el control sobre la directora de ese entonces, Lourdes de Obaldía, quien le propuso a Varela trabajar el "libro azul", donde se compilarían todos los casos de supuesta corrupción armados por su gobierno.
Desde ese momento, La Prensa se convirtió en la vocería y punta de lanza de las investigaciones orquestadas ilegalmente en el Consejo de Seguridad. Incluso, el diario era utilizado para sembrar casos que luego terminaba judicializando el Ministerio Público, a cargo de Kenia Porcell y su estrecho o íntimo colaborador, Daniel Arroyo.
Con ello, La Prensa logró cosechar premios de investigación periodística que nacieron en el Consejo de Seguridad, a cargo de Rolando Picuiro López, y la llamada "Procuraduría Paralela", con la complicidad de Berguido, quien desde Italia siguió y sigue mandando en el autollamado "Diario Libre de Panamá".
Para 2017, tanto Berguido y Chelle Corró regresaron a Panamá de sus embajadas, pero siguieron a la orden de Varela. Berguido como una especie de control externo en La Prensa, además de asesor y consejero de Varela para temas como el vínculo del primo del expresidente con Odebrecht y la Fundación Don James, y las respuestas a Estados Unidos por su oposición a entregar un terreno en Amador para la embajada de China.'
Conversaciones
Las conversaciones entre Varela y Chelle Corró también son prueba de la entrega de la línea editorial de este diario a la figura del expresidente.
En otra de las conversaciones, Berguido aprovechó su cercanía para resolver un problema personal como el secuestro de sus cuentas bancarias por el no pago de impuestos.
En otro chat, Fernando Berguido también le pide a Varela guardar una entrevista que había dado Laurentino "Nito" Cortizo en Canal 13, para luego usarla en su contra.
Incluso, Berguido le ofreció reuniones con la participación del entonces jefe de investigación de La Prensa, Rolando Rodríguez, para coordinar temas.
En tanto, Chelle Corró volvió como subdirectora de La Prensa, pero nunca dejó de llamar a Ju8an Carlos Varela como "jefe": le canalizaba todas sus quejas y le garantizaba neutralizar algunos temas que no eran de su gusto. Incluso, le coordinaba entrevistas con periodistas que no llegaran a incomodarlo, principalmente con el tema de Lasso y Odebrecht, así lo revelan las conversaciones filtradas a Varelaleaks.com que comprenden el periodo entre 2017 y 2018.
Tanto Berguido como Chelle Corró pidieron favores a Varela, que podrían ser considerados tráfico de influencias, para levantar el secuestro de sus cuentas por parte de la Dirección General de Ingresos, y por Tocumen S.A., con el paso expedito para un familiar en el aeropuerto y uso del salón diplomático.
Para Juan Carlos Varela, el objetivo era tener todo controlado en La Prensa, hasta el punto de que llegó a reclamar cualquier comentario que se hiciera en este medio en su contra y pedir despidos de periodistas.
En una de las conversaciones, Fernando Berguido chatea con Juan Carlos Varela sobre el manejo que La Prensa le dio a su discurso en la Universidad de Harvard, en Boston, y en donde Ibis Sánchez Serrano, un panameño experto en sistemas de salud y desarrollo farmacéuticos, cuestionó al presidente por la falta de oportunidades que hay en Panamá para profesionales como él.
Fernando Berguido le dijo a Juan Carlos Varela que había repelado a la directora de La Prensa, Rita Vásquez, y a su subdirectora, Chelle Corró, por el manejo que se le dio a la cobertura del expresidente en Harvard.
El mismo día que salió la nota en La Prensa, el 29 de septiembre de 2018, Berguido le escribió a Varela: "le escribí esto a Chelle y la directora: Me he mordido la lengua por la cobertura de LP (La Prensa) en New York y Boston, hasta que con lo de Harvard te escribo. La encuentro no solo injusta y malintencionada, sino retardada. LP, nuevamente, se une al coro de los demás solo para no quedarse rezagada. Yo estaba allí sentado y es infantil la cobertura que se le ha dado en Panamá. Igual fue esa ilustración del día anterior. Injusta. Cuando quieras, me pongo a tu disposición porque realmente me duele que LP, en vez de liderar y sopesar su condición de líder, se deja arrastrar por la ola para no quedarse detrás...".
En uno de los chats de respuesta Varela dijo: "que pongan las cosas bien. Xuzo, la verdad es que el bullying y el irrespeto está a otro nivel".
Berguido volvió a responderle sobre el tema: "Estoy furioso. Ya me cabree. Le escribí a Rita Vásquez y Chelle. Lo de LP me amargó la noche. Exacto miopía".
En otras de las conversaciones, Berguido aprovechó su cercanía para resolver un problema personal como el secuestro de sus cuentas bancarias por el no pago de impuestos.
"Necesito reunirme dos minutos contigo. DGI me ha hecho una cagada de marca mayor ayer. Los quiero matar. ¿Esta tarde puedo pasar? A las 2:30 voy a La Prensa a pelear lo del viaje. Saldré tipo 3:30 o 4. ¿Me voy a Palacio?", preguntó Berguido a Varela.
Varela le respondió que pasara al anfiteatro de la Presidencia para que aprovechara y le hablara a todos los comunicadores del Estado que estaban reunidos con él.
Antes de tratar el tema de su favor en la DGI, Berguido le mostró un mensaje por Twitter que habría coordinado con el presidente vitalicio de La Prensa, Roberto Ithiel Eisenmann, para alabarlo por su intervención en Harvard.
En el otro caso, Varela sí puso a Berguido en contacto con el director encargado de la DGI, David Hidalgo, para que le resolviera su problema.
Berguido le chateó al día siguiente: Me reuní con Hidalgo, gracias. En efecto, la juez ejecutora "se excedió", según el mismo director, ya que ese impuesto nunca se originó y la DGI aún no ha resuelto la impugnación nuestra presentada hace 6 años. Vamos ahora a tratar de reversar el caso...".
El expresidente también sintió la confianza de pedir despidos en La Prensa, de acuerdo con uno de los mensajes filtrados a Varelaleaks.com, debido a la publicación de las plantas de gas de Colón, entre ellas la vinculada a Mello Alemán y la otra a Stanley Motta.
Berguido le comentó a Varela que estaba siguiéndole la pista a un periodista en La Prensa. Varela le mencionó dos nombres de periodistas, insinuando que estaban trabajando para los intereses del empresario Mello Alemán.
"Creo que debes pedir el puesto del periodista. Comprometió la línea editorial. No dice nunca cómo NG Power consiguió ese contrato. Mello logró meter NG en un editorial vinculando a una poderosa empresa extranjera y no a la corrupción de RM. Gooolll", le escribió Varela a Berguido.
En otro chat, Berguido también le pide a Varela guardar una entrevista que había dado Laurentino "Nito" Cortizo en Canal 13 para luego usarla en su contra.
"Estás escuchando el 13??? Resbaló 'Nito' con Odebrecht. Guarden esa entrevista de 'Nito' para el futuro. Dijo que si Odebrecht se ganaba una licitación en su gobierno, él no podría hacer nada y había que dársela. Jajaja, tu línea".
Varela le respondió: "Él no puede declarar contra ellos. Tiene al PRD agarrado. Odebrecht tiene todo lo que le dieron a Martín, Samuel, y seguro a él. Él ('Nito' Cortizo) firmó el primer contrato".
Berguido también le informó a través de chat a Varela que la periodista Adelita Coriat le había preguntado si había llegado a reunirse con el abogado Rogelio Saltarín, dentro de lo que se llamó el caso de la "procuraduría paralela".
"¿Cuál es la situación de R. Saltarín ahora mismo? ¿Amigo o enemigo? Lo están investigando periodísticamente por algo?, preguntó Berguido.
Varela le respondió que su relación en ese momento con Saltarín era neutral; "no creo".
"La hija de puta de Adelita Coriat me ha escrito 3 veces y no le he contestado. Ahora me escribe esto: FERNANDO. Me gustaría saber si te reuniste con Rogelio Saltarín para hablar sobre el caso de Finmeccanica. ¿En qué andará?
Se construyó una relación muy cercana en donde Berguido coordinó reuniones nocturnas con la exdirectora de La Prensa, Lourdes De Obaldía y su amiga Lorena, con el presidente en su casa, con comida del restaurante Madrigal. Varela pidió cenar "tacos de entraña".
En esa reunión De Obaldía le hizo la propuesta de lo que llamaron el libro azul. Varela le escribió después de la cena donde Berguido: "fue un gusto verte Lourdes. Me gustaría documentar más los casos de corrupción. Hablemos, cómo hacer un libro azul". De Obaldía le contestó: "Me encanta la idea, será un libro histórico. Cuando quieras, lo hablamos. Yo estoy a un brinco de Panamá".
Estas son una de las publicaciones que prueban porque los diario de EPASA intentaron ser callados por Varela y ahora por la administración de Laurentino Cortizo y José Gabriel Carrizo.
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