'Esta fue la madre de las tragedias en Bambito'
Damaris Rivera ha vivido en carne propia todas las tragedias que ha causado la furia del río Chiriquí Viejo, en la provincia de Chiriquí.
- Aurelio Martínez
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- - Actualizado: 19/11/2020 - 08:17 am
Bambito es un pequeño pueblo incrustado entre dos grandes cerros y comparte espacio dentro del cañón con el río Chiriquí Viejo, en el distrito de Tierras Altas. Sus moradores han enfrentado cuatro tragedias, producto de las inundaciones de este poderoso afluente que irriga tan pintoresco lugar y que desemboca en el mar, en la costa del distrito de Barú.
En 1970, se registra la primera crecida grande del río Chiriquí Viejo, que dejó un saldo de tres personas muertas: las víctimas, una pareja de norteamericanos que fue arrastrada por la crecida de este afluente junto a su vivienda.
Damaris Rivera, residente en el corazón de Bambito, recuerda que esa primera inundación fue un jueves en horas de la noche. "Yo no estaba aquí, porque estudiaba en Bugaba, pero el sábado le insistí a mi padre para que me trajera a ver el lugar. Fue una de las más grandes inundaciones que recuerdo, se veía todo devastado y la calle estaba fraccionada. Joe Lewis y su esposa Mae Lewis, quienes residían en Nueva Suiza, fallecieron", recuerda.
Desde 1970, el río Chiriquí Viejo ha sido un vecino amigable, pero en el 2008 Bambito volvió a ocupar espacio en los medios de comunicación, porque se da una nueva inundación producto de muchos elementos como la acumulación de basura, la contaminación, la tala de árboles y los embalses en las partes altas de las montañas.
Fuimos en el 2008 nuevamente testigos de la furia del río Chiriquí Viejo, que acabó con la capilla y afectó muchas casas y varias familias resultaron afectadas. Esta nueva incursión de este afluente en Bambito sirvió un poco para reflexión de los residentes que habían desafiado la naturaleza construyendo en las riberas de este poderoso río, dijo Rivera.
En ese año, dos personas perdieron la vida en el sector de Las Nubes y otro en Guadalupe, corregimiento de Cerro Punta.
Seis años más tarde (2014), el río Chiriquí Viejo volvió a arremeter contra Bambito y cobró la vida de tres personas que viajaban en un bus de la ruta Cerro Punta-David, que fue arrastrado por la corriente después que destruyera parte de la carretera. Los otros siete muertos eran residentes del sector de Las Nubes, en el corregimiento de Cerro Punta.'
19
es la cifra de muertos por las inundaciones y deslizamientos de tierra : 10 en Tierras Altas, 3 en Renacimiento (Nueva Dely) y 6 en Besikó, comarca Ngäbe Buglé. Hay 12 personas que no han sido localizadas: dos en Cerro Punta, una persona en Paso Ancho, tres en la comunidad de Las Nubes, una en Gualaca y cinco en la comunidad de Pueblo Nuevo.
1970
se registra la primera gran inundaciones en el sector de Bambito, que dejó tres muertes.
4
de noviembre de 2020 se reportó la última inundación que lleva una saldo de 10 muertes.
El 4 de noviembre de 2020, cuando el reloj marcaba las 10:45 a.m., tras dos días seguidos de lluvias, se da el primer deslave cerca a la entrada de Alto Los Guerra, en el corazón de Bambito, que sepultó las dos primeras casas y después se dieron una serie de derrumbes, entre ellos, el ocurrido en la finca Morgan, que cayó sobre una casa de verano sepultando a cuatro colaboradores y una joven sigue desaparecida. El río empezó a desbordarse y se llevó a su paso varias residencias en Bambito, y los deslaves sepultaron más residencias, obligando a la evacuación de la mayoría de los residentes, pero tres familias quedaron atrapadas después de que las fuertes corrientes, alimentadas por grandes troncos, árboles y rocas bajaron destruyendo todo a su paso, incluyendo la vía principal que comunica a Cerro Punta con el resto del país.
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Con todos estos hechos, vemos que cada día el río Chiriquí Viejo viene reclamando su espacio y que la situación se iba agravando. "Esta es la madre de todas las tragedias en Bambito que yo he vivido" asegura Damaris Rivera.
Rivera dice que fue testigo de la furia con la que atacó el río nuevamente a Bambito y cómo destruyó todo a su paso, la corriente pegaba cerca del techo de la Iglesia católica y esta quedó totalmente destruida, pero a su juicio fue una edificación importante, porque logró convertirse en una especie de barrera, de lo contrario hubiese causado más víctimas y afectado más casas.
Rivera recuerda que el único carro que podía entrar a evacuar gente del lugar no pudo rescartarla a ella, su hijo y esposo porque estaba muy lleno, por lo que les tocaba esperar a que regresara nuevamente, pero la vía colapsó y no pudo volver a buscarlos y tuvieron que quedarse en su cabaña, en una especie de isla, porque una quebrada pasaba por la parte de atrás y el río por la de adelante. "Quedamos sin luz, sin agua potable y sin comunicación telefónica y no sabíamos qué pasaba más allá de lo que alcanzamos a ver. Esta vez me tocó observar todo, veía pasar las piedras, los troncos y la casa se estremecía como si fuera un temblor; la verdad no tenía miedo, en la inundación anterior sí lo tuve y sentía una sensación rara y horrible", dijo.
Damaris Rivera asegura que Bambito no volverá a ser lo mismo y que esas casas de verano que le daban vistosidad a este cañón ubicado entre Volcán y Cerro Punta, "ya no están y este golpe que le ha dado la naturaleza a este pueblo podría ser el último, porque las autoridades ya hablan de reubicar las familias en otra parte del corregimiento de Paso Ancho".
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Problemas por resolver
Parte de la población del corregimiento de Paso Ancho, incluyendo las pocas residencias que sobrevivieron al embate del río Chiriquí Viejo y otros afluentes producto de los efectos del huracán Eta no tiene agua potable, porque los acueductos rurales fueron destruidos.
El dilema más grande que enfrentan los damnificados es dónde vivirán y se preguntan si podrían volver a construir en la zona que ha sido arrasada, pero deben esperar que el Gobierno les dé una solución para sus nuevas viviendas y entre las propuestas está la compra de un lote de terreno para reubicarlos, pero todavía no hay una respuesta definida.
El presidente Laurentino Cortizo, tras su visita, no dejó claro cuál sería su respuesta al problema de vivienda para los más de 400 personas que quedaron sin techo en Bambito y Paso Ancho.
Los afectados de las inundaciones esperan que tras la visita del presidente Laurentino Cortizo, dé respuesta urgente, porque aparte de las necesidades de viviendas, está la reparación de los acueductos rurales que fueron destruidos parcialmente.
Ayer, residentes y comerciantes de Bambito continuaban sacando lodo de sus casas y negocios con la esperanza de que se les ayude a reponer parte de las pérdidas. Ellos no se rinden y ven la tragedia como algo que no podrán olvidar, pero muestran su fortaleza y deseos de seguir adelante.
La maquinarias siguen trabajando en el cauce del río Chiriquí Viejo, reparando la calle principal y sacando escombros a lo interno del poblado de Bambito. "El panorama es triste, pero tenemos la esperanza de que muy pronto volvamos a seguir mostrando nuestra mejor cara", aseguró We Lui, propietario de una pequeña tienda que está en la entrada de Alto Los Guerra, a escasos 200 metros de donde el primer deslave sepultó las dos primeras residencias el pasado 4 de noviembre.
Por otro lado, los estamentos de seguridad siguen buscando a dos personas desaparecidas en el área.
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