Fuertes lluvias cobran la vida de seis personas
Publicado 2006/11/23 00:00:00
- REDACCION
Los pobladores de las áreas afectadas claman por ayuda en agua potable, alimentos, ropa y atención médica.
SEIS personas fallecidas, diez reportadas como desaparecidas, más de un centenar de damnificados, puentes, caminos y acueductos dañados es el saldo de las fuertes lluvias que azotan las provincias de Colón, Coclé y la región Oeste de la provincia de Panamá.
Con el descenso del nivel de los ríos Indio, Tería y Tres Hermanas, se comenzó a contabilizar además de las pérdidas materiales, las de vidas humanas en nueve comunidades del corregimiento de Cirí de Los Sotos, en el distrito de Capira.
Entre las víctimas por las inundaciones se encuentra el regidor del poblado de Cirí Grande, Adán Rodríguez, de 33 años.
En tanto, por el deslizamiento de tierra fallecieron dos miembros de una familia, de apellido Mendoza, se presume que son dos hermanos. No obstante, a primeras horas del día ayer se habló que eran padre e hijo.
Efraín Alonzo, quien conoce a la familia, indicó que éstos se hallaban en el sector de Vallecito, donde mantenían una parcela de trabajo.
Agregó que al parecer una parte del cerro cedió y los sepultó.
Manifestó que se trata de un área de difícil acceso por carretera, por lo que las tareas de rescate las estaban realizando familiares y amigos.
En tanto, Julissa González, quien reside en el sector de Faldares, en medio del llanto contó cómo la furia de las aguas del río Cirí Grande destruyó toda su casa.
Edgar Martínez, el mayor de sus hijos, indicó que intentó salvar algo de la casa; sin embargo, optó por rescatar a sus cuatro hermanos, cuando el agua ya les daba a la altura de la cintura.
Con profundo pesar confesó que perdió todos sus libros de la escuela.
En tanto que en el área de El Trapichito de La Chorrera, el río Caimito inundó la Planta Potabilizadora y una casa colindante, propiedad de Espíritu Santo Sánchez, de 81 años.
Santo señaló que tiene 42 años de vivir en el lugar y esta es la cuarta vez que se le inunda su casa.
Alegó que por precaución, junto a su familia ya se había mudado a la casa de al lado, que es de dos pisos, y no perdió ninguno de sus enseres.
Cristino Camarena, de 31 años, murió ahogado cuando intentó cruzar las aguas en el sector de Peñas Blancas en el corregimiento de Buena Vista.
Su cuerpo fue rescatado en horas del mediodía de ayer en el sector de Agua Sucia.
En tanto que un grupo de marinos tuvo que lanzarse al mar en Calle Primera, cuando sus embarcaciones encallaron y chocaban hasta destruirse con el fuerte oleaje.
En un recorrido que se inició en la comunidad de Chagres, el puente situado sobre el río Indio colapsó, producto de las fuertes corrientes. Esta situación mantiene preocupados a los miles de habitantes de la Costa Abajo, que han quedado incomunicados.
Casas inundadas, deslizamientos de terrenos, rajaduras de carreteras de asfalto, comunidades incomunicadas fueron reportados en diversos distritos de esta provincia.
Yariela Bultrón junto a sus dos hijos y su esposo, indicó que caminó en medio del agua por más de 45 minutos, para llegar a un lugar en donde se encontraba una canoa que la llevaría a Cerro Zuela de Penonomé.
Señaló que la llegada del invierno es un verdadero martirio para su familia, porque además de quedar incomunicados por el desbordamiento de los ríos, la única forma de salir al poblado en busca de alimentos es en pequeñas canoas, que resultan hasta peligrosas.
Por otra parte, cuatro pescadores de las embarcaciones El Coloso y el Yanki están desaparecidos desde hace tres días, mientras que las autoridades se mantienen en su búsqueda.
Con el descenso del nivel de los ríos Indio, Tería y Tres Hermanas, se comenzó a contabilizar además de las pérdidas materiales, las de vidas humanas en nueve comunidades del corregimiento de Cirí de Los Sotos, en el distrito de Capira.
Entre las víctimas por las inundaciones se encuentra el regidor del poblado de Cirí Grande, Adán Rodríguez, de 33 años.
En tanto, por el deslizamiento de tierra fallecieron dos miembros de una familia, de apellido Mendoza, se presume que son dos hermanos. No obstante, a primeras horas del día ayer se habló que eran padre e hijo.
Efraín Alonzo, quien conoce a la familia, indicó que éstos se hallaban en el sector de Vallecito, donde mantenían una parcela de trabajo.
Agregó que al parecer una parte del cerro cedió y los sepultó.
Manifestó que se trata de un área de difícil acceso por carretera, por lo que las tareas de rescate las estaban realizando familiares y amigos.
En tanto, Julissa González, quien reside en el sector de Faldares, en medio del llanto contó cómo la furia de las aguas del río Cirí Grande destruyó toda su casa.
Edgar Martínez, el mayor de sus hijos, indicó que intentó salvar algo de la casa; sin embargo, optó por rescatar a sus cuatro hermanos, cuando el agua ya les daba a la altura de la cintura.
Con profundo pesar confesó que perdió todos sus libros de la escuela.
En tanto que en el área de El Trapichito de La Chorrera, el río Caimito inundó la Planta Potabilizadora y una casa colindante, propiedad de Espíritu Santo Sánchez, de 81 años.
Santo señaló que tiene 42 años de vivir en el lugar y esta es la cuarta vez que se le inunda su casa.
Alegó que por precaución, junto a su familia ya se había mudado a la casa de al lado, que es de dos pisos, y no perdió ninguno de sus enseres.
Cristino Camarena, de 31 años, murió ahogado cuando intentó cruzar las aguas en el sector de Peñas Blancas en el corregimiento de Buena Vista.
Su cuerpo fue rescatado en horas del mediodía de ayer en el sector de Agua Sucia.
En tanto que un grupo de marinos tuvo que lanzarse al mar en Calle Primera, cuando sus embarcaciones encallaron y chocaban hasta destruirse con el fuerte oleaje.
En un recorrido que se inició en la comunidad de Chagres, el puente situado sobre el río Indio colapsó, producto de las fuertes corrientes. Esta situación mantiene preocupados a los miles de habitantes de la Costa Abajo, que han quedado incomunicados.
Casas inundadas, deslizamientos de terrenos, rajaduras de carreteras de asfalto, comunidades incomunicadas fueron reportados en diversos distritos de esta provincia.
Yariela Bultrón junto a sus dos hijos y su esposo, indicó que caminó en medio del agua por más de 45 minutos, para llegar a un lugar en donde se encontraba una canoa que la llevaría a Cerro Zuela de Penonomé.
Señaló que la llegada del invierno es un verdadero martirio para su familia, porque además de quedar incomunicados por el desbordamiento de los ríos, la única forma de salir al poblado en busca de alimentos es en pequeñas canoas, que resultan hasta peligrosas.
Por otra parte, cuatro pescadores de las embarcaciones El Coloso y el Yanki están desaparecidos desde hace tres días, mientras que las autoridades se mantienen en su búsqueda.
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